jueves, 3 de abril de 2014

JULIO CORTAZAR: EL PROFESOR.


Buen día a todos, iniciando una nueva andadura que nos lleva por la senda de la LITERATURA, de la mano de JULIO CORTAZAR, considerado, indiscutiblemente, como uno de los mas innovadores y originales autores de relatos cortos, prosa poética y también de numerosas novelas, con las que consiguió que el mundo entero conociera el universo hispanoamericano, utilizando para ello elementos que transitan entre la fantasía y lo real; considerado como uno de los mas emblemáticos escritores del "realismo mágico". Este año 2014, se ha declarado el "Año Cortázar", en conmemoración al trigésimo aniversario de su fallecimiento, y en su consecuencia, tendrán lugar una gran variedad de actos que nos recuerden la figura de este señor de las letras.
Esta es mi pequeña aportación.


Julio cortázar nació en Ixelles, un suburbio situado al sur de Bruselas, el 26 de agosto de 1914, hijo de Julio José Cortázar y Maria Herminia Descotte. Su padre ejercía de funcionario en la embajada de Argentina en Belgica.
La familia Cortazar, finalizada la Primera Guerra Mundial, marchó a Suiza y de allí, pasaron a Barcelona, lugar en el que residieron durante un año y medio.
Cuatro años después regresaron a su Argentina natal y Julio pasó su infancia en el sur del conocido como Gran Buenos Aires, sin pasar penurias económicas.


No obstante, la juventud y adolescencia de nuestro protagonista de hoy está marcada por la enfermedad, pues fue un niño de salud bastante débil y pasaba gran tiempo en la cama, tiempo que dedicaba a leer: entre sus preferidos Julio Verne, Victor Hugo y Edgar Allan Poe. Su afición a la lectura era extraordinaria, teniendo preocupada a su madre, pues no tenía otra distracción salvo la de leer y leer. Ese inmenso placer por la lectura, se tradujo en el pequeño Julio en el desarrollo de otro placer, el de la escritura, que le llevó a desarrollar pequeños relatos, y cuentos, muchos de ellos autobiográficos como Bestiario, Final del juego, Los venenos y La señorita Cora.




RAYUELA: CAPÍTULO 68

Realizó estudios para maestro y profesor en Letras en la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta; con tan sólo 19 años, descubrió la obra de Jean Cocteau "Opio: diario de una desintoxicación", que se convirtió en su compañero de viaje.
Inició estudios de Filosofía, cursando un único año, pues empezó a trabajar para ayudar en casa. Durante unos cinco años Julio lleva una vida itinerante, pasando sus días en pensiones y leyendo y trabajando al mismo tiempo.
Marchó después a Buenos Aires y en 1951 viajó a Paris gracias a una beca, si bien, gracias a que empezó a trabajar como traductor en la Unesco pudo permanecer en dicha ciudad definitivamente.


Ya había publicado su obra "Presencia", con el seudónimo de "Julio Denis", el poema dramático "Los reyes" y la primera de sus series de relatos breves titulada "Bestiario", que nos recuerda y evoca la influencia que tuvo Borges en su escritura. Efectivamente, como Borges, Julio Cortázar se sirve de sus relatos para "disfrutar" de lo que nos puede parecer fantástico, eso sí, sin perder a la realidad como referente. Su obra nos impregna de lo que cuestiona como razón y de lo que constituye y abarca el pensamiento convencional. 
Para Julio Cortázar la lectura es la razón de su mundo narrativo, abordando temas como el azar, los sentidos, el humor, todo ello como una fórmula de manifestación de la existencia.
Así podemos encontrar un Cortázar "total" en su obra RAYUELA, que está considerada como una de las obras cumbres de la literatura castellana. 



Este hombre, celoso de su intimidad, fue llamado a convertirse en la máxima expresión de la literatura hispanoamericana, reconocido por todos. No obstante, Julio Cortázar no fue solo un escritor, fue también un hombre de una sensibilidad artística y humana excepcional lo que le llevó a tomar partido por las reivindicaciones de pueblos marginados y movimientos de izquierdas.


De su vida personal, podemos mencionar el hecho de su matrimonio, en 1953 con Aurora Bernárdez, traductora argentina, de la que se separó en 1967, para unirse sentimentalmente a la lituana Ugné Karvelis, con la que nunca se casó, si bien ella le influenció mucho en su posicionamiento político. Su tercera pareja y segunda esposa, fue Carol Dunlop, que falleció un año antes que él. Fue entonces cuando su primera esposa Aurora Bernárdez se ocupará de él los últimos días de su vida y se convertiría a su fallecimiento en la única heredera de su obra.


En 1962 su viaje a Cuba marcó un compromiso personal de su obra, pues tomó parte activa en la vida política. En 1970, fue testigo de la toma de posesión como presidente de Chile de Salvador Allende y pasó después a apoyar al movimiento sandinista. Fue un hombre que siempre impulsó la defensa de los derechos humanos y este compromisó se tradujo, evidentemente, en su obra literaria, como podemos descubrir en "Dossier Chile: el libro negro", en el que nos habla de todos los desmanes cometidos por el régimen militar de Pinochet y en "Nicaragua, tan violentamente dulce"en el que nos ofrece su visión de la lucha sandinista contra la dictadura de Somoza, a la que alude en un cuento llamado "Apocalipsis en Solentiname", y el también poema "Noticias para viajeros".


La calidad de su obra poética corre paralela a la de su narrativa, pues escribió una gran cantidad de poemas en prosa, así como en verso.
Además, fue frecuente su colaboración en publicaciones, en distintos paises, y llegó incluso a escribir letras de tangos (con el Tata Cedrón).


De vuelta a Argentina en 1983, este será el último viaje que realice a su patria, regresó a París, otorgándole François Mitterand la nacionalidad francesa.
Allí en París pasó los últimos días de su vida, viudo de su segunda esposa, Carol Dunlop que falleció el 2 de noviembre de 1982, lo que supuso para Julio Cortázar un profundo dolor.
Su fallecimiento tuvo lugar el 12 de febrero de 1984 a causa de una leucemia, y a su funeral asistieron muchos de sus amigos, incluidas sus dos parejas que le sobrevivieron.
En la imagen que podemos ver de su tumba, observamos la presencia de guijarros, flores secas, làpices, monedas, cartas que se ha convertido en una costumbre para todo el que la visita.



Es de reseñar que en 1993, la que fuera primera esposa y úniversal heredera de Julio Cortázar donó a la FUNDACION JUAN MARCH de Madrid la biblioteca personal del autor, de la calle Martel, en la que reposan mas de cuatro mil libros, de los que aproximadamente quinientos están dedicados a Julio por sus propios autores, y en los que Cortázar, a su vez, solía hacer anotaciones. Todo un hermosísimo testimonio.



BUEN DIA EN LA MEJOR DE LAS COMPAÑIAS

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