martes, 3 de junio de 2014

CAROLINA CORONADO: ¡EL BECQUER FEMENINO!


Buen día a todos, en el que damos paso a un pequeño recorrido por la vida y la obra de una poeta (no me gusta la palabra "poetisa"), una poeta, CAROLINA CORONADO, una mujer que, amén de romper las barreras que siempre han tenido las mujeres en el mundo público y social, se la ha llegado a calificar como "El Bécquer femenino".
Esta extremeña, natural de Almendralejo (Badajoz), nació el 20 de diciembre de 1820, y falleció en Lisboa el 15 de enero de 1911. A la altura poética de la gallega Rosalía de Castro, Carolina Coronado nos descubre nuevos horizontes dentro de su expresión poética.

Una joven Carolina Coronado

Carolina Coronado Romero de Tejada fue una joven que nació en el seno de una familia muy bien acomodada, lo que no impidió que las ideas progresistas fueran comunes en las tertulias familiares; es por ello que tanto su padre, como su abuelo fueron perseguidos. Cuando la familia se traslada a vivir a Badajoz, Carolina es educada siguiendo las normas tradicionales para las niñas de su época; mas pese a ello, desde muy pequeña Carolina mostró su interés por la literatura y se inicia en la lectura, desarrollando una especial capacidad para escribir poesía, una poesía sencilla, cuya principal fuente de inspiración fue un amor imposible: Alberto (si bien se duda de su existencia, y quizá sólo fuera una creación de la joven en su anhelo por alcanzar esa inspiración).
Con tan solo diez años escribe su primer poema y a los trece  Espronceda le dedicó unos versos:

"Dicen que tienes trece primaveras
y eres portento de hermosura ya,
y que en tus grandes ojos reverberas
la lumbre de los astros inmortal.

Juro a tus plantas que insensato he sido
de placer en placer corriendo en pos,
cuando en el mismo valle hemos nacido, 
niña gentil, para adorarnos, dos.

Torrentes brota de armonía el alma;
huyamos a los bosques a cantar.
Démos la sombra tu inocente palma,
y reposo tu virgen soledad.
Mas ¡ay! perdona virginal capullo,
cierra tu cáliz a mi loco amor.
Que nacimos de un aura al mismo arrullo,
para ser, yo el insecto, tú la flor".


Deliciosa imagen de Carolina Coronado
Retrato de Federico de Madrazo y  Kunz
Museo del Prado (Madrid)

Mas algo fundamental en su vida y en su experiencia vital fue el padecimiento de una enfermedad un tanto especial "catalepsia crónica", que le hizo "morir" varias veces, de ahí su terrible temor a ser enterrada con vida. 

Se casó con Sir Justo Horacio Perry, secretario de la embajada de los EE.UU. en Madrid, y tuvo un hijo, Carlos, y dos hijas, Carolina y Matilde.
Sus tertulias en la calle Lagasca, de carácter literario, se hicieron del todo famosas, máxime cuando a la misma acudían todo tipo de escritores progresistas, muchos de ellos perseguidos por la censura de la época y, además, con el tiempo, refugio de políticos tras la intentona de 1866.

Monumento en Almendralejo

Busto

En 1860 se compró una finca en Poço do Bispo, cerca de Lisboa, conocida como Mitra, donde vivirá con su esposo y su hija Matilde desde 1870, después de realizar numerosos viajes por el extranjero.



No cabe la menor duda que la obra mas importante de Carolina Coronado está enmarcada dentro de la poesía. Sus poemas, en principio publicados en revistas literarias, se recopilaron en un volumen, llamado "POESIAS", con prólogo de Hartzenbusch. En posteriores ediciones que se hicieron del mismo, fueron añadiéndose nuevos poemas, más al dia de hoy, su obra continúa sin ser del todo catalogada.
Su obra en prosa también fue abundante -quince novelas-, destacando Luz, El bonete de San Ramón, La Sigea, Jarrilla, La rueda de la desgracia (1873) y Paquita (1850), considerada como la mejor de todas ellas. 
El teatro tampoco escapó a su capacidad creativa y así nos encontramos con obras como  El cuadro de la esperanza (1846), Alfonso IV de León, Un alcalde de monterilla y El divino Figueroa, si bien, sólo la primera fue la única en poder estrenarse.
Carolina Coronado nos dejó para siempre el 15 de enero de 1911.
Conviene reflexionar sobre cuánta mujer con una capacidad extraordinaria para las distintas facetas artísticas ha quedado en el camino como consecuencia de postulados machistas. El genio no distingue sexo, el genio se manifiesta a través de la expresión de la palabra, del arte: pintura, escultura, arquitectura... y de ello tenemos mas que referentes a lo largo de la historia de mujeres cuya obra ha quedado eclipsada por una sociedad que sólo permitía el reconocimiento de valores al hombre.
Mi blog, como podréis comprobar, intenta traeros a este espacio el universo de mujeres maravillosas, cuyas obras merecen el mejor de los tratos y el mas extenso reconocimiento.
En ello estoy, y en ello pondré todo mi empeño. Y porque la MADRE NATURALEZA es, no olvidemos, HEMBRA.


Interior del Teatro Carolina Coronado
Almendralejo




BUEN DIA A TODOS

No hay comentarios:

Publicar un comentario