viernes, 27 de junio de 2014

CASPAR DAVID FRIEDRICH: EL TIEMPO EN UN INSTANTE


EL VIAJERO CONTEMPLANDO UN MAR DE NUBES (1818)

"...  era una imagen como solo puede contemplarla quien viaja en una aeronave... elevándose sobre las nubes sobre el lugar donde.... a través del velo rasgado de las nubes se puede ver el azul límpido del cielo"-. Así escribió en 1855 Gotthilf Heinrich van Shubert sobre esta obra.

Buenos dias a todos mis queridos lectores, el día de hoy no podía empezar mejor con la deliciosa siempre presencia de una de las obras mas bellas, y llenas de un cierto sentido de esperanza, la que nos ofrece CASPAR DAVID FRIEDRICH, en la que un ser humano, que puede ser uno cualquiera de nosotros, mira la naturaleza, el mundo que le rodea, como queriendo abarcarlo todo. Este óleo sobre lienzo siempre ha sido una de mis mas sentidas y entendidas obras, quizás por el hecho de que me sitúo en la posición del "viajero" y tengo ante mí todo un mundo por explorar, y dispuesto a ofrecerme la mejor de las posibilidades que acierte a vislumbrar.
Creo que ese es el mensaje de CASPAR DAVID con esta su obra, "Viajero junto al mar de niebla" y también pienso que la obra de este romántico, caracterizada por la distinción, en palabras de un personaje de Victor Hugo: "Distinguons, monsieur, il y a des romantiques y romantiques".

En "El viajero contemplando un mar de nubes", vemos, en primer término la punta de una roca, oscura, cuya silueta nos resulta cortada como por unas tijeras; desde esta posición un hombre, al que vemos solo de espaldas, mira hacia las cimas mas lejanas, por encima de los bancos de niebla que se observan a lo lejos. Todo ello nos ofrece un sentimiento que nos conmueve, en el que la niebla nos muestra el ciclo de la naturaleza. La figura a la que da vida Friedrich, como podréis contemplar en distintos cuadros que os iré mostrando, aparece mayormente de espaldas, es una forma de hacernos mas que partícipes no solo de lo que el pintor ve, sino que  posiciona al espectador en la del protagonista de la pintura.

Retrato de Caspar David Friedrich

Caspar David Friedrich nació en Greifswald, el 5 de septiembre de 1774. Sobre su situación familiar existen versiones contradictorias, pues mientras algunas nos afirman sobre que descendía, por parte de padre, de una casa de rancio abolengo, que fue expulsada de Silesia por ser de confesión evangélica y que se dedicaron, posteriormente, a la producción de jabón en Pomerania; otras versiones nos mencionan su procedencia de una dinastía sueca de condes. Por otra parte, también se nos habla sobre su situación económica, unas fuentes hablan de pobreza, otras de que tenían quienes educaban a los niños. 
En cualquiera de los casos, el padre de Friedrich transmitió a sus hijos unos fuertes principios morales y una gran espiritualidad. Caspar David, siendo aún muy pequeño conoció la muerte de su madre, en 1781, y desde entonces, un ama de llaves se hizo cargo del pequeño, así como de sus cinco hermanos, uno de los cuales, por cierto, falleció en 1787, ahogado -Christoffer-, por salvar a Caspar David del hielo en el que se había hundido, de la misma forma que su hermana María, también fallecería siendo una niña, como consecuencia del tifus. 
La ciudad de Greifswald pasó a pertenecer a la corona sueca tras la Guerra de los Treinta Años, y por entonces no era mas que una pequeña ciudad de provincias a orillas del mar Báltico. 
Pocas perspectivas tenía CASPAR DAVID FRIEDRICH para destacar en aquello para lo que la naturaleza le había dotado: la pintura, más sobre el año 1790 recibió clases de Johann Gottfried Quistorp, que era profesor de dibujo en la Universidad. De esta manera CASPAR DAVID pudo hacerse con una base sólida con la que empezar a trabajar, destacando en el dibujo arquitectónico, la naturaleza y el paisaje.




La belleza de la obra de CASPAR DAVID FRIEDRICH queda patente en los óleos que podéis observar, en los que respiramos una sustancial diferencia entre lo que el ojo carnal observa, y lo que el espiritual es capaz de captar.
En 1794, Friedrich ingresó en la Academia de Copenhague, pintó vaciados de yeso de esculturas clásicas y estudió la pintura paisajística holandesa. Entre sus profesores, Nicolai Abildgaard, Christian  August Lorentzen. Existen pocos dibujos de Caspar David de esta época, si bien ya nos revelan una delicada observación de la naturaleza.
Cuando Friedrich abandona Dinamarca lo hace cargado de deseos de crecer en el aspecto artístico. En 1798 se establece en Dresde, una ciudad con una vida floreciente, tanto en el aspecto comercial como en el artístico. De esta época también se han conservado escasos detalles de naturalezas y paisajes, en los que Friedrich se va mostrando cada vez con trazos mas firmes y seguros.
Es también cuando participa en numerosas exposiciones colectivas que se llevan a cabo en la ciudad de Dresde, con éxito tanto de crítica como de público. En Weimar fue reconocida su obra en sendos concursos artísticos, organizados por  Johann Wolfgang von Goethe, así en 1805 obtuvo un premio compartido con dos paisajes a la sepia, destacando por el jurado la perfecta y delicada armonía de la naturaleza protagonista de los mismos.



Caspar David Friedrich fue siempre un hombre inconformista, y sufre, por tanto, el desencanto de una realidad que impide se cumpla su sueño de amor perfecto, de ideal imposible.. Infatigable, insatisfecho, angustiado solo desea conocer el límite de la infinitud. Es melancólico, pues busca en el pasado (el mundo que nos sugiere la edad media y el gótico) un mundo perfecto, en el que el misterio se convierte en su principal baza.
Es por ello que la creación de Friedrich está, fundamentalmente, en relación con la vida interior, con la espiritualidad. Según sus propias palabras "el único manantial del arte es nuestro corazón". "El artista no debe representar fielmente el aire, el agua, la roca... sino reconocer el espíritu de la naturaleza", y esa naturaleza es la que emerge ante al hombre que, de espaldas, resulta pequeño, indefenso y solitario, por lo que el paisaje adquiere un fundamental protagonismo. Estas figuras sencillamente tienen la labor de orientar nuestra mirada y hacernos sentirnos vivir el paisaje, nos hace  partícipes de esa naturaleza permanente, ante la que permanecemos absortos, callados, y sumergidos en una especie de ensueño. Todo en Caspar David Friedrich transciende al tiempo.



Su arte nos resulta callado, silencioso, nos sumerge en un mundo de ruinas envueltas en niebla, cielos, montañas, cementerios, cruces, mas su creación es, fundamentalmente, personal, es compleja y fantástica al mismo tiempo. 
Pese a su éxito inicial, CASPAR DAVID FRIEDRICH es un incomprendido, sobrevive gracias a un mínimo sueldo como profesor. Muere sin haber conseguido su ideal, el llegar a poner de manifiesto toda la introspección que su obra encierra. Mas para ello, solo el tiempo pone remedio, y en la exposición de Berlín de 1906, que fue la primera antológica que se le dedicó con 32 obras suyas exclusivamente, es cuando el público, en general y la crítica descubre la calidad de su pintura, que al día de hoy, permanece inalterable.
El 26 de junio de 1835, Friedrich sufrió un ataque de apoplejía que le produjo parálisis de brazos y piernas, por lo que se vio impedido para volver a pintar. El 19 de marzo de 1840 es víctima de un segundo ataque, que le deja, prácticamente, en estado de coma; pocos días después, el 7 de mayo, fallece.



Una de sus obras mas deliciosas
"Mujer en la ventana"

CASPAR DAVID FRIEDRICH está considerado como un pintor genial, que supo transmitirnos la esencia de la eternidad e infinitud, con una especial calma.

El pintor en su estudio

NO HAY MAS CALMA QUE LA ENGENDRADA POR LA RAZÓN
(SENECA)

QUE LA CALMA COLME VUESTRAS VIDAS HACIENDO PARA ELLO LO QUE CONSIDERÉIS JUSTO Y NECESARIO
BUEN DIA

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