jueves, 5 de junio de 2014

FEDE GALIZIA: PIONERA DEL BODEGON.


Buen día a todos, espero que después del paseo que os dí en el día de ayer por la Isla de los Museos, de Berlín, prometo que hoy, nos dedicaremos, eso sí mas relajadamente, a un tema muy interesante para mí, en el que suelo trabajar bastante, el de las mujeres que con su contribución al mundo del ARTE, han hecho de sus vidas eso: ARTE.
Mas seamos certeros en nuestra apreciación de una verdad fundamental: la capacidad artística de la mujer y su manifestación, en todos los aspectos: literatura, pintura, escultura, arquitectura, siempre se ha visto frenada por el papel masculino, el hombre que consideraba que el lugar de la mujer era, única y exclusivamente, su hogar, su casa, su familia y sus hijos. De ahí también la circunstancia de que las mujeres pintoras, como es el caso al que me refiero en este post, captaran en sus obras interiores, cultivaran el retrato, el bodegón, escenas familiares, pero raramente paisajes, pues no les estaba permitido salir de sus aposentos.

Mas con independencia de todo ellos han sido muchas las mujeres que han desafiado, con su posicionamiento, tal actitud y se nos muestran como auténticas PIONERAS dentro del mundo del ARTE.

Ese es el caso de nuestra protagonista de hoy: FEDE GALIZIA, nacida en Milán en 1578, y fallecida en 1630, considerada, dentro del barroco, como pionera del género del bodegón.

Duraznos en una cesta blanca

Fede Gallizi, conocida en los ámbitos artísticos como FEDE GALIZIA, nació con el arte en su genética, pues su padre, Nunzio Galizia, fue un pintor de miniaturas. Evidentemente, no pudo tener mejor mentor, hasta el punto que con doce años fue considerada por Giovanni Paolo Lomazzo, pintor y teórico del arte, como una "artista": "Esta joven se ha dedicado a imitar a nuestros mas extraordinarios artistas".

Retrato de Paolo Morgia

Paolo Morgia fue un jesuita, mecenas de nuestra pintora. Morgia era escritor e historiador y quedó muy satisfecho con el retrato que de su persona realizó FEDE GALIZIA.

Fijaos en el detalle de la mano del escritor.



Retrato de un médico

(Permitidme destacar en ambos retratos el exhaustivo trabajo en el vestido y demas detalles de ambos retratados, así como sus manos y lo que en ellas sostienen, son de una precisión que raya la perfección)

Sus inicios lo fueron con el retrato, del que realizó numerosos encargos de personalidades de la época. Es fundamental, en su pintura, el estudio minucioso del detalle, evidentemente, consecuencia de que su padre trabajaba la miniatura. Es por ello que detalles tales como joyas, ropas quedaban perfectamente "retratadas" en sus obras.
Mas también cultivó un género, el de la pintura religiosa y profana, pues hizo varias versiones de Judith y Holofernes.

Judith y Olofernes

Cabeza de Judith
(Se cree que la propia Fede Galizia hizo su autorretrato)

Mas un género, el del bodegón, fue especialmente cultivado por nuestra protagonista de hoy, en el que llegó a alcanzar unos resultados impresionantes. En total están catalogados sesenta y tres obras suyas, de las que cuarenta ya tres son bodegones. Uno de ellos, datado en 1602 está considerado como el primer bodegón firmado por un artista italiano, pues por entonces, dicha temática suponía un nuevo estilo de pintura.

Bodegón de Frutas con Loro

Delicioso bodegón de cerezas

Cesto de frutas

Fede Galizia permaneció siempre soltera, y vivió una feliz existencia colmada por su pintura.
Mas, pese a la excelencia de su obra, ésta no se ha visto realmente reconocida hasta entrado el siglo XX, una obra que nos muestra un estilo emparentado con manierismo lombardo de fines del siglo XVI. FEDE GALIZIA está considera una MAESTRA en un género: EL BODEGON, con el que rozó la mas bella de las expresiones. 
Un trabajo detallado, sublime, en el que los colores son vibrantes y llenos de luz. Sus frutas suelen reposar sobre bandejas, también muy bien trabajadas, y que nos ofrecen un contraste con la fruta que sobre ellas reposa.
Su estilo es simple, sencillo, mas no por ello exento de una esplendorosa composición. 

Manzanas en una fuente

Estos deliciosos bodegones están llenos de luces y sombras, consiguiendo una textura difícil de alcanzar por otros artistas de su época. Amén del color, la luz, el entorno del bodegón nos sugiere una sensación de paz y de equilibrio. Nos invita a acercar la mano y poder sentir y tocar esa fruta que derrocha "vitalidad".

La espléndida producción de FEDE GALIZIA está llena de una poética sencillamente natural, la que nos lleva a considerar la conocida como "naturaleza muerta" como una auténtica ¡EXPLOSION DE VIDA!



GRACIAS, FEDE GALIZIA por contribuir a que el universo de la belleza de la mano y virtuosidad de la mujer nos haya llegado como legado hasta nuestros dias. 

Detalle de Judith y Holofernes
(Firmado por Fede Galitia)

BUEN DIA A TODOS

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