sábado, 28 de junio de 2014

LEWIS CARROLL: LO QUE ESCONDÍA EL "ESPEJO".


BIENVENIDOS a un nuevo día y a una nueva forma de pasar un buen rato, leyendo y divirtiéndonos, que de eso es lo que se trata, porque aprender supone también y muchas mas veces de lo que pensamos, DIVERTIRSE.

Hoy tengo como protagonista de este "post" a CHARLES LUTWIDGE DODGSON, aunque por este nombre y apellidos no es conocido por el gran público, sino que lo es por su pseudónimo: LEWIS CARROLL.
Ahora que os he dado la pista definitiva sobre su identidad, para ninguno de vosotros os resulta imposible conocer, si bien lo que mas ha trascendido de LEWIS CARROLL ha sido su obra, y no tanto, su personalidad, por lo que tanto una como otras vamos a pasar a estudiarla un poco, para saber, porque saber satisface siempre.


LEWIS CARROLL fue el autor de las famosísimas "Aventuras de Alicia en el Pais de las Maravillas" y también de "A través del Espejo".
Nacido en Daresbury (Inglaterra) era el hermano mayor de once hijos: tres hermanos y siete hermanas, y vivió los primeros años desu vida en mitad del campo, todo ello como consecuencia de su padre era párroco de un pequeño pueblo de Chershire, en Inglaterra. Es de significar que Lewis Carroll rememora muchas veces su infancia y habla de ella de forma admirable, calificándola como de un auténtico paraíso.
Tanto Carroll como seis de sus hermanas eran tartamudos, lo que le hizo un tanto dificil su paso por la escuela pública de Rugby, a donde llegó con catorce años y permaneció hasta los diecisiete. Su experiencia de estos tres años fue brutal, le traumatizó para el resto de su vida; Lewis era un joven débil y dócil, que no supo enfrentarse a los designios de su padre, por lo que se hizo diácono.
Si bien siendo joven tenía un aspecto un tanto cursi y melindroso, con unos rizos que le sobresalían por encima de las orejas, con el tiempo su expresión fue cambiando y se volvió mas seria y austera; en definitiva, su aspecto denotaba una total tristeza. Podríamos decir que Charles era una persona hasta cierto punto inacabada, le falta algo. Según fuentes del todo fidedignas, cuando murió, a los sesenta y cinco años, era virgen; ello, por supuesto, no implica que no conociera el amor, un amor apasionado cuya protagonista no fue otra que una niña de diez años, llamada Alice Liddell, en cuyo honor escribió los cuentos antes mencionados.

Foto de Alice Lidell

Sin perjuicio de los cuentos por los que ha pasado a la posteridad como creador del llamado "nonsense" o humor del absurdo, Carroll escribió también otros cuentos y poemas, así como veinticinco tratados de matemáticas y de lógica, los cuales vieron la luz bajo su verdadero nombre, Charles Lutwidge Dodgson.
Lewis Carroll vivió durante cuarenta y siete años desarrollando su labor como profesor de matemáticas en la Universidad de Oxford, si bien, según sus alumnos, era un profesor pésimo.
Sin embargo esa apariencia de hombre que pasa desapercibido estalla cuando toda la ciudad de Oxford conoce su afición por fotografiar niñas desnudas; el mismo Lewis ordenó que fueran todas destruidas cuando falleciera, salvo una que se salvó de la quema: la protagonista era una niña llamada Evelyn Hatch, de tan solo 9 años. Evidentemente, por la postura que adopta la pequeña en la foto en cuestión podemos decir claramente que se trata de una foto pornográfica, cuyo autor es una persona de mente perversa. 


Evelyn Hatch

En Lewis Carroll nos encontramos con una personalidad que abarca dos vertientes; por un lado la del clérigo Dodgson, que iba siempre vestido de negro, un hombre conservador y muy estricto en todo tipo de manifestación, tanto personal como pública; mas, por otro lado, nos encontramos con LEWIS CARROLL, un hombre genial y transgresor, con un sentido del humor que muchos eran incapaces de comprender, que iba mucho mas allá de las convenciones sociales y lo moralmente correcto. Gustaba de la fotografía, en definitiva, su personalidad era del todo dual. No obstante, esta personalidad raramente ve expresado su sentimiento en sus escritos, es algo vetado, para él su mundo emocional está prohibido. En su interior jamás quiso reconocer que las niñas le atraían sexualmente, y para ello encerraba sus fantasmas en su mundo interior, siempre ocupado por cómputos matemáticos mentales. 



Curiosamente, Carroll que siempre afirmó que le gustaban los niños, en general, aborrecía a los varones, no así a las niñas, especialmente las que tenían entre nueve y doce años. 
Usando sus propias palabras: "Adoro a los niños, con excepción de los niños".
Cuando conoció a Alice Lidell, ésta tenía tan solo cuatro años, si bien Lewis se fijó inicialmente en su hermana mayor, Lorina. Una tercera hermana, Ethel, tenía apenas dos años. Las tres niñas eran las hijas de uno de los decanos de Oxford, y Dodgson adoraba verlas jugar en el jardín del decanato. Es por ello que empezó a frecuentar la casa de las hermanas Lidell, siempre acompañado del correspondiente regalo.
Con el tiempo, Alice se convirtió en la preferida de Lewis, y dedicado a ella, empezó a escribir el manuscrito de la que seria la primera versión del libro, que se título "Las Aventuras de Alicia Bajo Tierra", y que incluía dibujos del propio Lewis Carroll, que finalizó en 1864. En esa fecha, precisamente, la relación entre nuestro autor y la joven Alice se había terminado de forma total e irreversible, y todo ello como consecuencia del enfrentamiento entre Lewis Carroll y la madre de la joven, pues según referencias, Lewis llegó a pedir la mano de Alice, lo que espantó sobremanera a la madre de ésta, pues la chica tenía solo once años, en tanto que Lewis rondaba los treinta y uno.
No cabe la menor duda que la señora Lidell siempre había notado algo extraño en la relación de Lewis Carroll y sus hijas, en especial, con la pequeña Alice, y si a ello unimos que Carroll era lo que se dice un "sobón", pues le encantaba abrazar a las pequeñas, besarlas, y acariciarlas, amén de que les escribía cartas que eran propias de un auténtico enamorado. Todo ello puso sobre aviso a la madre de las hermanas Lidell, y de forma repentina y brutal, acabó la relación entre ellos.

Lewis y Alice Lidell

Acabada la relación con la joven Alice, y pasado el tiempo, Lewis Carroll se las arreglaba para tener siempre un grupo de "amigas niñas", y para ello utilizaba distintas estrategias. Solía viajar con una maletita, llena de juguetes y a la mas mínima ocasión, empezaba a trabar contacto con niñas que encontraba al paso. También era frecuente verle pasear por la orilla de la playa durante sus veraneos, y cogía a las niñas de la mano, a la vez que participaba con ellas de sus juegos infantiles. 
Por entonces, ya había publicado su versión de ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS, para lo cual retocó el manuscrito original, siendo un gran éxito entre sus lectores; es más, fijaos que utilizó con sus nuevas "amigas niñas" la estrategia de mencionarles que él era el autor de tan significativo libro, por lo que las pequeñas, evidentemente, quedaban extasiadas ante la presencia de su creador.
En 1871 se publicó "A través del espejo"; ambas fueron ilustradas por el famoso dibujante ingles John Tenniel. Con el tiempo han sido muchos los ilustradores que han llenado con su talento las distintas ediciones de ambos cuentos, pero ninguno fue tan "especial", como Tenniel.


Otra estrategia que se planteó para seguir el trato con las niñas fue frecuentar a las niñas actrices, y sus familias que eran mas permisivas; es mas trabó una gran amistad con una pintora, llamada Gertrude Thompson, que dibujaba pequeñas hadas desnudas, para las que utilizaba niñas como modelos. Esa relación solo fue para Lewis Carroll una tapadera de sus vicios, que fueron creciendo con el tiempo, pues remitía cartas a las madres de las pequeñas a las que consideraba como tales "amigas", y éstas escandalizadas huían de él como de la peste. 
Tal fue el escándalo que llegó a conocer la sociedad en la que se movía Lewis, que en 1880 no tuvo mas remedio que abandonar la fotografía para siempre. Aunque siguió cultivando el arte de la pintura, secretamente, pintando niñas desnudas....en el taller de su amiga Gertrude.




De esta manera fue transcurriendo la madurez de Lewis Carroll, una triste existencia, fustrante al máximo, con el siempre recuerdo de las pequeñas Lidell, a las que tanto quisó y rodeó con sus brazos. Se marchitó como un triste solterón, con el imperturbable recuerdo de la pequeña ALICE entre risas y juegos, reviviendo continuamente aquéllos siempre "maravillosos" años.



La historia de las personalidades que han destacado en distintos ámbitos, no tienen por qué servirnos de ejemplo de virtudes, es más, en algunos casos, su obra, definitivamente extraordinaria, como en el caso de LEWIS CARROLL queda un tanto oscurecida por la forma de vida de este hombre que no supo o no quiso resistirse a sus instintos.
No obstante, mejor quedarnos con su obra literaria y olvidar su condición humana, ALICIA EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS y A TRAVES DEL ESPEJO son dos obras literarias de obligada lectura, porque todo lo que en ellas ocurre es tan alucinante como puede serlo para cualquiera de nosotros un día normal....¿A que es cierto cuanto os digo?........Y es que la VIDA es todo ella una generosa SORPRESA.

Alicia

BUEN DÍA A TODOS

2 comentarios:

  1. Enhorabuena, Rosa. Tus artículos y ensayos literarios nos hacen cada día más librepensantes. Lo dicho enhorabuena y muchas gracias, Miguel.

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    1. Gracias a todos los que me leéis que hacéis que cada día intente poner el listón mas alto. Para mi es todo un honor y os agradezco que me hagáis partícipes de lo que os gusta e incluso me indiquéis algún tema que os interese.

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