domingo, 8 de junio de 2014

MARÍA LEJÁRRAGA: La Historia que se repite.


Buen día, mis queridos amigos, quizás os sorprenda un poco que inicie este post con la firma de la protagonista del mismo, pero es precisamente, su FIRMA la que debería de haber figurado en toda la obra literaria atribuída al que fue su esposo GREGORIO MARTINEZ SIERRA, uno de los mas conocidos dramaturgos españoles de principios del siglo XX. Precisamente, una obra suya "Canción de cuna", fue llevada al cine en Hollywood, en 1933, por el propio Martinez Sierra; la última vez lo fue por José Luis Garci, en 1994.

Gregorio Martinez Sierra

María Lejárraga fue una mujer brillante, inteligente, de una vitalidad sorprendente y ante todo, una gran luchadora. Mas fue la discreción la que marcó fundamentalmente su trayectoria vital, esa discreción que no es tal, y que nos lleva a preguntarnos cómo pudo renunciar a estampar su firma en las obras que llevaban el nombre de su marido, el "dramaturgo", Gregorio Martinez Sierra, al que podemos considerar el representante de un teatro heredado de Jacinto Benavente. Nuestra protagonista de hoy solo reivindicó ser la autora de sus textos cuando la hija que Gregorio Martinez Sierra tuvo con la actriz Catalina Bárcenas reclamó los derechos de autor de sus obras.

María Lejárraga

Esta mujer, María Lejárraga fue la autora de los numerosos éxitos cosechados por Gregorio Martinez Sierra; éxitos teatrales (obras suyas fueron representadas en el extranjero y convertidas en películas en Hollywood), así también sirvió de inspiración para Album de viaje, de Joaquín Turina y de Noches en los Jardines de España, de Manuel de Falla. Nuestra "genio en la sombra" escribió los libretos de El amor brujo y El sombrero de tres picos, de Manuel de Falla, amén de numerosas zarzuelas (un ejemplo de ello, Las golondrinas, de Usandizaga)
Mas su actividad no se limitó solo a la literatura, sino que también fue una destacaba de feminista, socilista y diputada durante la República. Una vez terminada la guerra, se marchó al exilio, donde desarrollo una nutrida labor en periódicos y radio. 

Con un grupo de intelectuales de la época

María Lejárraga nació en San Millán de la Cogolla, el 28 de diciembre de 1874, siendo la mayor de siete hermanos. Su infancia transcurrió entre San Millán, Buitrago y Madrid. Fue una mujer educada por sus propios padres en el goce del conocimiento y la literatura -fijaos que les hablaban en francés y en español- y lo más importante, la libertad era una palabra que resonaba en su casa. 
El teatro fue un descubrimiento para María, desde el momento en que asistió a una representación teatral para niños en el Teatro Español, de Madrid, durante unas navidades. Desde ese momento una de las diversiones favoritas de nuestra joven María era un teatrillo de cartón, en el que ofrecía lecturas y en el que manifestaba esa pasión ya dicha. 
Con tan solo veintitrés años conoció a Gregorio Martinez Sierra, su único novio, con el que compartía su pasión por el teatro y  el mundo de las artes. Tres años después contraían matrimonio. Mas la distinta madurez de cada uno de los miembros de este matrimonio fue manifiesta desde el principio, en tanto que María era una mujer independiente (llevaba cinco años trabajando como maestra), su esposo, Gregorio, era un niño malcriado, débil, y que siguió siéndolo durante toda su vida. 

María y Gregorio

Antes de contraer matrimonio, María ya había publicado un relato que tituló "Cuentos breves", y que fue el que firmó por primera y última vez con su nombre. Los siguientes cuatro libros fueron escritos por María, no descartamos cierta colaboración de Gregorio, pero fueron firmados exclusivamente por éste.
Una vez el matrimonio se hubo centrado en lo que "iba a ser su vida matrimonial", la que sustentaba la casa era María, amén de acudir a dar sus clases, hacía la comida, volvía a sus clases, para regresar de nuevo a su domicilio, y escribir las novelas y las obras teatrales que luego firmaba su "digno" esposo. Mas Gregorio no  sentía para nada que estaba "abusando" no sólo del talento, sino de la resistencia física de su esposa, y su ocupación principal era dormir hasta bien entrada la mañana. Eso sí, si una cualidad podía atribuírsele  era la capacidad que tenía de promocionarse, de sacar dinero para todo aquello que se le ocurría, desde revistas culturales, hasta la que fue y sigue siendo, en la actualidad, la importante y brillante editorial Renacimiento (bien, al menos, algo bueno hizo).

Maria con Joaquin Turina y Manuel de Falla

Esta situación se prolongó durante algunos años, y eso que Gregorio Martinez Sierra mantenía una relación extramatrimonial con una actriz llamada Catalina Bárcena, pero María aguantó, y durante años vivió las vejaciones que sufría por parte de Catalina, llegando el punto en que intento suicidarse en el mar, del que fue salvada por un hombre.
Gregorio Martinez Sierra no podía permitir que su "fuente de inspiración" se le marchase, junto con "su talento, su dinero y su éxito". 
El nacimiento en 1922 de una niña, hija de Gregorio Martinez Sierra y Catalina Bárcena puso punto y final a esta dependencia
Esta fue la gota que colmó el vaso para María Lejárraga y marchó a vivir a Francia, más continuó escribiendo para el que seguía siendo su marido. 
Gregorio le insistía continuamente en que siguiera escribiendo, de todo, teatro, artículos de prensa, conferencias  e incluso, una negrológica (dedicada a la muerte de Luca de Tena).
No cabe la menor duda que GREGORIO MARTINEZ SIERRA lo que sí que fue durante toda su vida fue un "aprovechado" y un "mantenido"; eso sí, tenía una gran consideración de su persona, como él mismo nos dice con estas palabras: "Yo he pensado mucho y hablo con mucha gente. Y voy dejando en todas partes un prestigio personal tan grande y sólido, que sólo con eso nos bastaría para tener asegurada la properidad". Mas TONTO no podía ser el tio.


Fijaos en el extremo superior izquierdo que dice
"Letra de G. Martinez Sierra"


La obra literaria de María Lejárraga, escrita bajo el nombre de Gregorio Martinez Sierra, es mas que abundante. Su novela "Tu eres la paz", publicada en 1909, fue todo un best-seller de los de entonces, junto con otras dos novelas "La humilde verdad" y "El amor catedrático". En teatros como el Eslava se estrenaron o reestrenaron la mayor parte de los títulos que dieron fama a Gregorio Martinez Sierra, así como aquellos que su esposa realizó en colaboración con músicos y escenógrafos de la época, siendo de destacar "El amor brujo" y "El corregidor y la molinera de Falla", "Las golondrinas", de Usandizaba, o "Navidad", de Turina. 


Poco tiempo antes de proclamarse la república, María empezó a dar charlas feministas y se convirtió en una pionera de dicho movimiento: ella fue la Presidenta de la Asociación de Educación Cívica, que tenía como principal objetivo el despertar a la política a las mujeres de la clase media.
Con tal finalidad escribió en libro, en 1930 "La mujer española ante la República, que lo inició con la frase siguiente: "La Patria, que para los hombres es la Madre, para las mujeres es el Hijo".
Afiliada al Partido Socialista es la primera mujer diputada por Granada. Mas en el año 1936, ya iniciada la guerra, es enviada a Suiza, como agregada de la embajada y después, en Bélgica, tuvo bajo su custodia a miles de niños refugiados. Jamás volvería a España: el exilio, en Francia, para continuar en Nueva York, México y Argentina, así como una ceguera propiciada por unas cataratas marcaron el resto de su vida. 

La "pareja"


En una persona con la inteligencia y la capacidad expresiva de María Lejárraga es difícil entender cómo pudo mantener durante toda su existencia esa situación; es en su autobiografia, titulada "Gregorio y yo", publicada en 1952 en el exilio, María apunta tres razones para ello; la primera, porque su primer libro de cuentos fue recibido con mucha frialdad por su familia, y entonces se juró no volver a publicar nunca nada con su nombre; en segundo lugar, que siendo como era maestra no quería que cayera cierta mala fama, frecuente en la época, con la que se calificaba a la mujer literata, y la última, y quizás la mas válida: el amor, que en su caso, no era tal sino una enfermiza humildad.

En 1931, antes de marcharse a Hollywood, en tanto hace sus negocios con la venta de las obras que María escribe, y con el fin de que ésta pudiera cobrar derechos, GREGORIO había firmado un documento privado (y mantenido en secreto) en el cual declaraba que "todas mis obras están escritas en colaboración con mi mujer". La palabra "colaboración" tenía y tiene sus matices en el caso que nos ocupa, no era mas que un eufemismo.


María de Lejárraga murió en Buenos Aires, el 28 de junio de 1974, poco antes de cumplir cien años.
En una de sus últimas cartas afirmaba claramente: "Las mujeres socialistas debemos enseñar, enseñar sobre todo una asignatura única: La solidaridad humana"

Por lo que respecta a GREGORIO MARTINEZ SIERRA falleció en 1947: el 50% de los derechos de las obras escritas por MARIA LEJÁRRAGA fueron a parar a la hija de Gregorio y Catalina Bárcena.

María Lejárrega escribió un bellísimo libro autobiográfico, titulado "Una mujer por caminos de España", en la que nos narra la campaña electoral que le tocó vivir, en una España rota por el hambre, la miseria y el odio mas radical.


Mis mejores deseos a todos y, especialmente, a aquellas mujeres cuyas palabras no son ni podrán ser escritas o calladas jamás por ningún hombre.

BUEN DIA A TODOS

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