sábado, 7 de junio de 2014

ROBERT MAPPLETHORPE: LA FORMA PERFECTA.

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Bienvenidos a un nuevo día, y hoy, especialmente apuesto fuerte por la obra -siempre controvertida- que no exenta de una belleza rotunda, de ese genio de la fotografía que fue MAPPLETHORPE, y ello porque el GRAND PALAIS de Paris tiene la oportunidad de presentarnos la mayor retrospectiva que, al día de hoy, se ha llevado a cabo sobre la personalidad y la obra de este "genio" del siglo XX.
En conjunto un total de mas de 250 obras que nos llevan al universo tan peculiar de este hombre y a sus inquietantes obsesiones, desde las fotos que captó con su polaroid de principios de los años 70, los retratos de los 80, y sus magníficos y esculturales desnudos (mas de uno levantó polémica), así como naturalezas muertas e incluso escenas de sadomasoquismo.


Robert Mapplethorpe

Robert Mapplethorpe nació en Nueva York el 4 de noviembre de 1946 y falleció, prematuramente, el 9 de marzo de 1989; mas, transcurridos 25 años desde esta última fecha, su obra levanta la polémica allá donde es expuesta. 
Su infancia y juventud se desarrollaron en Long Island, participando de lo que se conocía como  el Nueva York underground. Estudió en el Pratt Institute de Brooklyn, entre los años 1963 a 1970, interesándose siempre por el homoerotismo, -admirador incondicional de Andy Warhol-, su interés por la fotografía marca el comienzo de su trayectoria artística.
Si bien, como el mismo afirmó, en sus inicios, no se consideraba fotógrafo, pues su interés radicaba en el objeto, y la mejor forma de captar ese objeto, de plasmar el momento, no tenía otro medio: LA FOTOGRAFÍA.
Es por ello que a mediados de los años 70, Mapplethorpe puede ser considerado ya como un genio de la fotografía, él tenía esa consideración de si mismo. Mas que suficiente para un hombre como Robert M. 

El objetivo de su cámara lo fijó, inicialmente, en sus dos musas: Patti Smith y Lisa Lyon, en tanto exploraba la sexualidad femenina, en un aspecto no tan conocido del fotógrafo.

Patty y Robert

Lisa Lyon

El éxito que siguió a esta serie de fotos que realizó tanto a Patti como a Lisa, le llevó a adquirir una cámara Hasselblad, con la que empezó a fotografiar a su círculo de amigos, entre los que se encontraban personalidades como artistas, compositores, alta sociedad, etc.., aunque también abundaban los actores pornográficos y miembros de la comunidad masoquista underground.
En gran medida, estas fotos impactantes por su contenido erótico-sexual-masoquista no estaban exentas de una técnica perfecta, lo que no impidió que se levantaran ampollas dentro de la sociedad mas puritana.




Robert Mapplethorpe se consideró a sí mismo, desde sus comienzos, un genio, un artista en el mas puro sentido de la palabra. Mas en el fondo, Robert M. se sentía un escultor, un artista plástico, obsesionado con el cuerpo y con la tremenda e irrefrenable búsqueda de la forma perfecta. 
Durante la década de los años 80 fue un fotógrafo muy solicitado por revistas como Vanity Fair, si bien conjugaba este trabajo con el de las fotografías de desnudos esculturales, hombres y mujeres que posan en actitudes cada vez mas refinadas. Es en esta etapa de su producción cuando se dedica a la producción de bodegones de flores y retratos de forma clásica.

Grace Jones

Bodegón de flores

La exposición que sobre Robert Mapplethorpe nos plantea el Grand Palais está llevada a cabo como en una especie de cuenta atrás, pues da la bienvenida al visitante con un impresionante autorretrato de Robert M. con un bastón y una calavera en la empuñadura; queda en evidencia su decrepitud, consecuencia de su irreversible enfermedad. Robert M. no vivió el tiempo suficiente para que todos sus sueños (incomensurables) vieran la luz. Estando gravemente enfermo, continuaba haciendo fotos. Su limitada existencia y sus fijaciones han quedado para la posteridad plasmada por cámaras. Un mundo lleno de contrastes, pero increíblemente hermoso. 

Robert M.

Para Robert Mappelthorpe la fotografía se convirtió en una forma rápida de ver y de esculpir, como rápida fue su vida, su obra y su muerte. Su legado no tiene caducidad.

Alfabeto

Jill Chapman and Ken Moody

Durante los veinte años que la vida le permitió desarrollar su creatividad mediante la fotografía, sus desnudos eran esculturas fotográficas. Mas para entender el arte de Robert M. nos debemos situar en el contexto de una época y un lugar, el Nueva York de entre los años setenta y ochenta y, la cultura gay. Mundos radicales, controvertidos, pero, al mismo tiempo que exploraban nuevas formas de expresión.
Fueron muchas las "celébritis" que en aquéllos revueltos años de Nueva York posaron para Robert Mapplethorpe, porque era el fotógrafo del momento, la radicalización de la vulgaridad, el estandarte de una nueva forma de expresión fotográfica: es por ello que entre las fotografías que nos ofrece el Grand Palais figuran las de artistas de la categoria de Amanda Lear, Iggy Pop, Cindy Sherman, Annie Leibovitz, Truman Capote, Susan Sontag, Yoko Ono e incluso, Isabella Rosellini, eso si, explorando al máximo el color del "blanco y negro".

Isabella Rosellini

Paloma Picasso

Tan impúdico en unas fotos y tan refinado en otras, la retrospectiva que nos ofrece el Grand Palais, en un cuarto oscuro con paredes moradas y por supuesto, con acceso prohibido a los menores, aparecen sus trabajos relativos a la iconografía gay y a prácticas sadomasoquistas, en los que Robert M. era mas "voyeur" que ejecutante.
Según palabras del propio Mapplethorpe: "El sexo es mágico. Si se sabe canalizar, hay mas energía en el sexo que en el arte". 
Sin embargo hay un hecho curioso en la vida de Robert M., católico por tradición familiar, jamás perdió la fe durante su vida. Es por ello que muchos de sus posados se nos representan con personajes con los brazos en cruz, así como imágenes que nos evocan situaciones de mártires.

Escena de sado

Crucifijo con Lisa Lyon

En paralelo con la magnífica muestra que nos ofrece el Grand Palais, el Museo Rodin nos ofrece la posibilidad hasta el 21 de septiembre,de visitar la obra de August Rodin, con la finalidad de profundizar en la vocación inicial de Robert M. y para ello nos compara algunos de sus trabajos, en un conjunto de 50 esculturas y 102 fotografías que nos llenarán de sorpresas.




SORPRENDIDOS ¿VERDAD?

Esta primavera el Grand Palais está de enhorabuena, sirviéndome de las palabras de Patti Smith, la cantante que fue su novia y musa durante sus años de juventud:
"Vine a Paris en 1969, en busca de Godard y de Charles Baudelaire. Era la ciudad de mis sueños. ahora ya no sueño mas. He vuelto en 2014. En busca de ROBERT MAPPLETHORPE, y está aquí".

Con tan solo 43 años, ROBERT MAPPLETHORPE nos dejó, víctima del sida. Mas su obra, su legado ha quedado para la posteridad, para todos aquellos que sepan aceptar y reconocer que detrás de todo hombre o mujer, existe un GENIO, sólo es cuestión de descubrir tu "POLAROID".
Con todo corazón, Robert M.


BUEN DÍA A TODOS

(En la fascinación por el mundo está el triunfo de tu voluntad)
(R.F.)

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