sábado, 30 de agosto de 2014

GIUSEPPE BALSAMO...CAGLIOSTRO, EL MAGO.



GIUSEPPE BALSAMO

Buen día amigos, hoy nos vamos de historia y con la presencia un hombre, excepcional, que vivió su vida de la forma en que supo para bien buscarse su fortuna, y alguna vez que otra, su desgracia. Su nombre Giuseppe Balsamo, mas conocido, históricamente, como CAGLIOSTRO.
No obstante, es conocido el hecho de que Cagliostro no fue el único nombre que utilizó, a lo largo de su vida, este mago de la existencia, que recorrió las Cortes de toda Europa del siglo XVIII, con el título de Conde Alessandro di Cagliostro, sin que nadie pusiera en duda su evidencia.

Gisupe Balsamo nació el 2 de junio de 1743 en Palermo (Sicilia), siendo su familia de origen muy humilde, que para nada presagiaba el futuro que le tocó, en suerte vivir. 
Fue su madre la que quiso que su hijo pudiera escapar de la miseria y para ello recurrió a enviarlo a un seminario de Palermo y, posteriormente, a un convento, el de la Misericordia; pero nuestro personaje -pues parece que hablamos en relato de historieta o relato- salió de ambos, dejando una huella caracterizada, no por su bondad, o bonhomía, sino por licencioso. Mas antes de ser expulsado consiguió hacerse con todos los secretos mejor guardados que el farmacéutico del convento atesoraba, a la vez que hizo negocio con la venta de un mapa, que resultó del todo falso, y que prometía la existencia de un magnífico tesoro.




De esta forma nuestro amigo marchó a Palermo, en 1764 y allí empezó una vida llena de aventuras y del todo hilarante. Visitó numerosos países, entre ellos Rodas, El Cairo y Alejandría, llegando incluso a formar parte de los Caballeros de la Orden de Malta, valiéndose de los conocimientos médicos con que se hizo  del farmacéutico del convento en el que le ingresó su madre. Es mas por dichos conocimientos fue unánimemente reconocido como médico.
En 1866, Giuseppe decide establecerse en Roma, donde contrajo nupcias con una joven, cuya picardía estaba a su altura, Lorenza Feliciani, la cual adoptó el nombre "mágico" de Serafina. Fue en Roma, donde Giuseppe se dedicó a la venta de amuletos y ungüentos, así como tipo de pócimas a los peregrinos que acudían a Roma, que curaban todo tipo de males.


Toda una señora a la altura de Cagliostro, Serafina

Sus estafas y robos, algunos de poca monta, se sucedían por las distintas ciudades, en las que tanto Giuseppe como Serafina, tenían el gusto de establecerse, entre ellas, Venecia, Paris e incluso, Londres. 
Hasta el mismísimo Casanova cuenta en sus memorias que un peregrino de tez morena le robó la bolsa en una fonda, mientras cumplía amorosamente, con la compañera de viaje de éste, una tal "Serafina". Y curiosidades de la vida, con el tiempo Casanova y la pareja volvieron a coincidir en la ciudad de Venecia, cuando éstos últimos iban disfrazados de aristócratas.



Fue, concretamente, en Londres, hacia 1776, cuando Giuseppe Balsamo creó el personaje que le daría fama. Muchos habían sido los apodos que había utilizado hasta entonces, como por ejemplo, Tischio, Harat, Fenix, Pellegrini, mas se decidió, finalmente por "crearse" a si mismo con el nombre de conde de Cagliostro, cuya misión era la de sanador, originario de Egipto. 
Con estos sus "poderes", que lo eran mas orales que científicos, formó parte de distintas logias, en las que era acogido como un gran mago y curador, gracias a sus trucos de magia y a sus distintas pócimas curativas, que devolvían incluso hasta "la juventud". 



No contento con el conocimiento que de su personaje tenía ya gran parte de la Humanidad, Cagliostro se decidió por marchar al ducado de Curlandia (actual Letonia), y fue allí donde con su palabrería y su magia (que en definitiva no es mas que conocimientos de las debilidades humanas) cómo consiguió que le propusieran como gobernador de la región ante la mismísima Catalina de Rusia. Mas Cagliostro no era amigo de permanacer fiel a nadie ni a nada, y aprovechando la fama que ya tenía, empezó por "llevarse a su terreno" al duque Pablo, el heredero de Catalina de Rusia, mas ésta -que la historia nos ha demostrado que no tenía un pelo de tonta-  se olía algo extraño, y creyendo que era un espía enviado por alguna potencia extranjera, se decidió por expulsarlo.



De esta forma, Cagliostro pasó a vivir a Estrasburgo, donde para salvar su reputación, se dedicó a dar de comer y a lavar su imagen atendiendo gratuitamente a los pobres, cosa que no hacía con los ricos, y sobre todo, con la mujer del banquero Jacques Sarasin, que recuperada de unas fiebres que nadie acertaba a sanar (pura casualidad, o no, quien sabe), le valió el favor de un crédito bancario y una carta de agradecimiento que fue publicada por la prensa de Paris. 
La avaricia que siempre es pecado de ricos,y de mas de un pobre,  -de la que era portador el cardenal Rohan-, le llevó a caer a sus pies, practicando todo tipo de ritos cuya finalidad eran la de "engrandecer diamantes" (Sin duda, amén de avaricioso, tonto el cardenal).
Durante tres años Cagliosotro vivió bajo el favor del cardenal de Rohan, mas un escándalo  estalló el 16 de agosto de 1784, pues según manifestaron unos joyeros, el cardenal había utilizado el nombre de la Reina Maria Antonietta para hacerse con un valioso collar de diamantes, sin pagarlo. Como consecuencia de tal acción tanto Rohan como Cagliostro fueron encerrados en la Bastilla y juzgados por los tribunales de Paris, quienes pudieron escuchar la versión de Rohan en el sentido de que el collar había sido adquirido por él, por amor, basándose en unas cartas que tenía en su poder y cuya remitente era la mismísima María Antonietta (por supuesto, las cartas eran falsas). El hecho cierto es que el rastro de los diamantes se perdió, y tanto Rohan como Cagliostro fueron absueltos de las acusaciones que caían sobre ambos. 




La liberación de Cagliostro le supuso su partida hacía Inglaterra, donde fue tan dignamente recibido que hasta se aprovechó de la circunstancia para exigir por carta una indemnización, por el trato vejatorio recibido, de la Monarquía Francesa. La carta en cuestión encerraba, en sí, una bomba, pues en ella se incitaba a la Revolución, lo que puso enfrente una de otra a las monarquías francesa e inglesa.
Después de tamaña argücia que fue desenmascarada por conocidos del "mago", Cagliostro no tuvo mas remedio que exiliarse, en Suiza, y luego, atendiendo a los ruegos de Serafina,  en Roma, donde llegaron el 27 de mayo de 1789.




Sin embargo, las alusiones a la caída de la Monarquía y posterior triunfo de la Revolución en Francia, parece que se hicieron realidad, previo presagio de Cagliostro, quien recobró el renombre del que había gozado en su tiempo.
Fue entonces cuando entró en juego la curia pontificia, que ordenó a la Inquisición que lo detuvieran, culpándole por herejía y condenándole a"no hablar con nadie, ni ver a nadie, ni ser visto por nadie". 
El 20 de abril de 1791, Giuseppe Bálsamo fue trasladado al castillo de San Leo, donde, entre terribles augurios de grandes catástrofes para la humanidad y todo ser viviente, falleció cuatro años después.
Por lo que respecta a la que fuera su esposa, Serafina, que no cabe la menor duda que era mas lista que su "mago", acusó a éste de masón y blasfemo, y pese a que fue juzgada, terminó su vida en un convento. 




Para muchos, la magia ha sido siempre un motivo de admiración, una forma de demostrar lo indemostrable, o de hacer ver lo invisible, para GIUSEPPE BALSAMO le sirvió de "pasaporte" para una vida llena de aventuras y sin lugar a dudas, mas que movida. En todo caso, que se lo pregunten a Serafina, lo mismo, por arte de magia, nos contesta, se encuentre donde se encuentre. 




BUEN DIA A TODOS, Y ES QUE LA VIDA ES "PURA MAGIA".




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