viernes, 12 de septiembre de 2014

MARUJA MALLO: LA ARTISTA PLENA.




Buen día, estimados amigos, aquí estoy de nuevo dispuesta a haceros llegar, o al menos, esa es mi intención, el contacto con personalidades que han dejado una huella mas que profunda en la historia del Arte y de la cultura en general.

Hoy nos vamos a detener en la personalidad de la pintora MARUJA MALLO, cuyo nombre real era Ana Maria Gómez González, y que fue una de las mas consideradas artistas de la generación del 27, dentro de la disciplina de la pintura, y el movimiento surrealista.




Maruja Mallo nació un 5 de enero de 1902, en Vivero (Lugo) y falleció en Madrid, el 6 de febrero de 1995.
El conocimiento de su persona y de su obra ha estado vetado durante muchos años, evidentemente, por su posicionamiento político y social, como todo artista que se precie en este país, y a lo largo del siglo XX.
Sus padres fueron Justo Gómez Mallo, que desempeñaba la labor de funcionario de aduanas, y su madre, Maria del Pilar González Lorenzo, cuyos orígenes los podemos encontrar en Galicia.
La joven Ana María, que era su verdadero nombre, fue la cuarta hija del matrimonio que, en total, concibió catorce hijos; precisamente uno de ellos fue el escultor Cristino Mallo, y es curioso que ambos hermanos utilizaran el segundo apellido de su padre, para desenvolverse dentro del mundillo artístico.
Como consecuencia del trabajo del padre, la familia no tenía mas remedio que trasladarse habitualmente de residencia, y fue en Avilés donde se establecieron entre los años 1913 hasta 1922.
Maruja Mallo se interesó desde su infancia por el arte, y comenzó sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios . Fue precisamente en ésta donde conoció al pintor Luis Bayón, quien con los años pasó a formar parte de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.






Nuestra joven artista, viviendo ya en Madrid, y con apenas 20 años, se matricula en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en la que permaneció hasta 1926, igual que su hermano Cristino. Ello no era óbice para que también asistieran a la Academia Libre de Julio Moises.
Madrid, por aquellos años, conocía de un mas que interesante movimiento cultural, del que entra a formar parte Maruja, y se relaciona con artistas, escritores y personalidades relevantes de este mundillo, siempre en continuo ebullición. Así conoce a Salvador Dalí, a Gregorio Prieto, Federico García Lorca, Margarita Manso, Luis Buñuel, María Zambrano y Rafael Alberti.



Es precisamente con este último con el que se relaciona sentimentalmente hasta que Rafael conoce a la que se convertiría en su esposa María Teresa León. 
Es de esta forma como la joven Maruja Mallo empieza a ganarse el aprecio y la consideración de todos los que la rodean y empieza a trabajar en distintas publicaciones, entre ellas, "La gaceta literaria", "El almanaque literario" o la "Revista de Occidente". Mas Maruja Mallo no solo se entrega a la literatura, sino también a la ilustración y para ello se plantea y realiza portadas para distintos libros, especialmente, a la pintura. 


Maruja y Rafael Alberti

Gracias a la admiración que de su obra participa Ortega y Gasset, consigue una primera exposición en los salones de la "Revista de Occidente", en la que expone diez óleos, en los que predominan los temas relativos a poblados en los que brilla el sol, y se destacan los toreros y las manolas, así como curiosas estampas coloreadas de maquinaria, deportes y cine de principio de siglo.
Esta exposición fue la revelación de la capacidad artística de Maruja Mallo, y supuso que se la valorara por su obra y que para nada la perjudicara su condición femenina. Es precisamente en este periodo cuando su técnica se decanta por el llamado realismo mágico.





Es en esta época en la que su colaboración con Rafael Albertí adquiere una gran importancia, pues trabajan en conjunto en distintos decorados de obras y libros.
Su obra pictórica se completa con la serie "Cloacas y Campanarios", en la que se acerca a los postulados de la llamada Escuela de Vallecas, de la que forman parte, entre otros, Alberto Sánchez, Benjamín Palencia, Miguel Prieto....




Nuestra Artista

Gracias a que obtiene una pensión de la Junta de Ampliación de Estudios para ir a Paris, traba amistad con René Magritte, Max Ernst, Joan Miró y Giorgio de Chirico, amen de participar en las tertulias que se organizaban, en los círculos literarios, se organizaban, y a las que acudían poetas como André Bretón y Paul Eluard.




El espantapájaros

Es así que su primera exposición en París tiene lugar en la Galería Pierre Loeb, en 1932, con una técnica del todo surrealista, hasta tal punto cercana a la perfección que el mismísimo Breton le compró, en 1932, el cuadro titulado "Espantapájaros", datada en 1929, y considerada como una de las mas preciadas obras del surrealismo. El contacto con Breton lleva a Maruja Mallo a ampliar aún mas el conocimiento de grandes personalidades que contribuyen a aumentar el valor de su obra, así podemos hablar de Jean Cassou, quien le pondrá en contacto con Picasso, Joan Miró, Jean Arp, y el grupo que se hacía llamar Abstracción-Creation, en el que estaba integrado Joaquín García Torres.
Tras su éxito en Paris, en 1933, regresa a Madrid, donde participa en la Sociedad de Artistas Ibéricos, y hasta el Museo Nacional de Arte Moderno le compra uno de sus cuadros.




Maruja Mallo fue una mujer comprometida con su tiempo, con la época que le tocó vivir, y por lo tanto con la política y la sociedad; partidaria de la República, desarrolla su labor como docente, en labores de profesora de Dibujo, en el Instituto Arévalo (en el que consiguió ganar la Cátedra), en el Instituto Escuela de Madrid, y también en la Escuela de Cerámica de Madrid.
En esta etapa de su vida frecuenta la compañía de Miguel Hernández del que se enamora. Ambos se plantearon llevar a cabo un drama, "Los hijos de la piedra", basado en los sucesos de Casas Viejas y Asturias; precisamente, esa influencia de Maruja Mallo puede, perfectamente, observarse en cuatro composiciones de "El rayo que no cesa", bajo el nombre de "Imagen de tu huella" (18 de los 30 poemas de esta obra).




En 1934, se reencuentra con Pablo Neruda, al que había conocido en París y durante el año siguiente prepara la escenografía y los figurines para una ópera de Rodolfo Halffter -Clavileño-, la cual por razones mas que obvias nunca vió la luz.
Dos años mas tarde, su pintura se adentra en una etapa constructivista, no obstante lo cual sus obras de tendencia surrealista siguen exponiéndose en Londres y Barcelona. Es en Galicia, a donde se dirigió para participar como docente en las Misiones Pedagógicas, cuando estalla la Guerra Civil. Mas ello no es óbice para que lleve a cabo una tercera exposición individual -incansable y maravillosa esta mujer-, esta vez organizada por ADLAN, y que tiene lugar en el Centro de Estudios e Información de la Construcción de la Carrera de San Jerónimo de Madrid, con una serie de diferentes cuadros de "Cloacas y Campanarios", la serie de 12 obras de "Arquitecturas minerales y vegetales y 16 dibujos de "Construcciones rurales", publicados años mas tarde, ya en 1949, por la Librería Clan.



Maruja MALLO


En su estudio de Madrid

Compagina todo este esfuerzo con una exposición de surrealismo internacional en las New Burlington Galleries de Londres, junto a Angel Planells.
Como consecuencia de la Guerra Civil se refugia en Portugal, junto a Gabriela Mistral, pues por aquella época esta última era embajadora de Chile en Portugal.  Desgraciadamente, toda la obra realizada en cerámica por nuestra gran artista es destrozada durante la guerra. Maruja Mallo se traslada poco después a Buenos Aires, y de esta forma empieza su exilio, que duró 25 años, época durante la que no dejó ni de pintar, ni dar clases de todo aquello que formaba parte de su arte y conocimiento. 


Maruja y Andy Warhol


Durante la etapa de su exilio colabora en distintas revistaS, entre ellas, la revista de vanguardia Sur, donde coincide con Borges. Es una época que la dedica a viajar, a realizar diferentes exposiciones por prácticamente toda América Latina, y Nueva York. Sus obras son incontables y podemos destacar de este periodo obras como "Arquitectura humana", "Canto de espigas"... Igualmente, pinta "La Serie Marina", destacando por sus colores plata y gris. El sol también deja su huella en la obra de Maruja Mallo con "La Serie Terrestre", en la que privan los colores ocres y dorados. En "Las Máscaras", Mallo se inspira en los cultos de diferentes tendencias.




De su estancia en Latinoamérica sería una especie de relato interminable el que protagoniza MARUJA MALLO, mujer incansable, como pocas, pues colabora con distintos artistas, en México, con Alfonso Reyes; en Santiago de Chile, donde pronuncia numerosas conferencias; en Buenos Aires.
Con 37 años publica un libro titulado "Lo popular en la plástica española a través de mi obra", y empieza a pintar cuadros de mujeres, cuyo estilo es PRECURSOR DEL ARTE POP ESTADOUNIDENSE.
En 1942 ve la luz una publicación "Maruja Mallo", con un texto previo de Ramón Gómez de la Serna y en el que podemos encontrar distintos artículos de la autora.
En 1945 marcha a Chile, poco después a Viña del Mar y a la Isla de Pascua junto a su amigo Pablo Neruda, con la finalidad de encontrar la inspiración -que no le era díficil para esta mujer- y con ello llevar a cabo la realización de un mural en un cine Los Ángeles, de Buenos Aires, inaugurado ese mismo año.
Sus exposiciones se suceden, en 1948, en la Galería Carroll Carstairs de Nueva York, en 1950, en la Galerie Silvagni, y en 1959, en la Galería Bonino, de Buenos Aires.


Maruja con Josefina Carabias

Maruja por Vera Pintos

Mas con la llegada del peronismo a Argentina, Maruja abandona el pais y marcha a Nueva York, regresando, por fin a España en 1965.
Instalada de nuevo en Madrid, en su España natal, es prácticamente una desconocida, mas poco le faltó para darse a conocer mediante el dibujo de la portada de "Revista de Occidente".



Una de sus últimas obras pictóricas es "Los Moradores del vacío". Maruja Mallo tiene ya 77 años y es un prodigio de vitalidad y de fortaleza.


Los moradores del vacío

Todo ello se ve recompensado en 1980, gracias a la oferta de distintas exposiciones y a ser reconocida con la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes, concedida por el Ministerio de Cultura, en 1982, y el Premio de Artes Plásticas de Madrid.
España, su tierra natal, reconoce, por fin, el valor de esta magnífica mujer, y en 1990 recibe la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid, y un año mas tarde, la Medalla de Galicia.
En 1992, una exposición celebra sus 90 años de intensa vida, en la galería de Guillermo de Osma de Madrid, en la que por vez primera, en nuestro país podemos apreciar su obra realizada en el exilio.
Una antológica, en 1993, en Santiago de Compostela, sirve de inauguración para el nuevo Centro Gallego de Arte Contemporáneo. Esta exposición la conoce después el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires.
El 6 de febrero de 1995, MARUJA MALLO, muere, en Madrid, a la edad de 93 años.



No existen palabras para expresar la inconmensurable trayectoria vital y artística de esta mujer, cuya proyección total debería de haber llegado a nuestros días, máxime teniendo en cuenta que desde 1975, en España, la situación política había cambiado. Mas son muchos los inconvenientes para que el valor de una mujer como esta MARUJA MALLO le sea reconocido, sobre todo, el recorrido, extensísimo por su vida y su obra, el estudio de su personalidad y las influencias que su obra tuvo sobre diferentes artistas y la que otros tuvieron sobre ella. Mucho trabajo, y tal vez, poca disposición por quienes deben de velar por la cultura, y sobre todo, por aquélla cultura de la que las mujeres hemos sido siempre abanderadas, que no crean que solo fueron como "agujas en un pajar".



El reconocimiento del valor de la obra de un artista empieza con su consideración de tal, y para nada ha de tenerse en cuenta su participación en actividades políticas, sociales, culturales que no "interesan" o "interesaron" a aquéllos que ostentaron el poder, y no solo en política, sino también en CULTURA, porque la envidia, señores y señoras, es el principal vicio y defecto de este pais.
Con todos mis respetos hacia esta gran artista y persona que es MARUJA MALLO. 



ME "QUITO EL SOMBRERO" ANTE ESTA SEÑORA DEL ARTE

BUEN DIA

4 comentarios:

  1. creo que es una de las artistas más importantes del mundo y es una pena que el gran público nos da conozca claro que los que la conocemos disfrutamos una barbaridad

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  2. Ante todo agradecerte tu amable lectura, y estoy del todo de acuerdo contigo en que la personalidad y la obra de esta mujer es una magnífica muestra de lo que el ARTISTA puro y en esencia. Disfrutemos de su obra y de su vida, que bien qué disfruto y vivió con toda su fuerza y vitalidad creadora MARUJA MALLO.

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  3. Una artista imprescindible. Gracias, como siempre, por tu trabajo.

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    1. Una mujer genial, impresionante, y que no está lo suficientemente reconocida.

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