martes, 28 de abril de 2015

BOECIO.- DE LA CONSOLACIÓN DE LA FILOSOFÍA.



Buen día, estimados amigos, hoy me he permitido traer a colación un tema sobre el que no he tenido hasta el momento muchas oportunidades de disertar, la filosofía.
Y lo hago, toda vez que, casualmente, llegó hasta mí, una historia, la de un filósofo romano, BOECIO, nacido hacia finales del siglo V, cuando el imperio romano de occidente ya estaba en acusada decadencia. 
Había llegado tal extremo, como suele ocurrirse en muchas sociedades, que sus gobernantes se habían convertido seres crueles y salvajes y las instituciones estaban al servicio de ese poder. La ignorancia dominaba en las diferentes clases sociales, y quien fuera capaz de ver mas allá de sus ojos adivinaba el final de una etapa histórica. 
Una de estas personas, privilegiadas con una mente visionaria, fue Boecio, nacido en el seno de una familia privilegiada, había tenido la oportunidad de recibir una educación extraordinaria y pese a su juventud, su trabajo consistía en traducir y adaptar las obras clásicas de la filosofía griega al latín.

Boecio

De esta forma, tradujo la Introducción a los tratados lógicos de Aristóteles, amén de trabajar en los inicios de la traducción del Órganon (que es el nombre con el que se conocen todos los indicados tratados).
Su posición en la Roma imperial fue, igualmente, privilegiada, pues fue nombrado magister officiorum, por orden del emperador Teodorico, lo que significa jefe de todo el gobierno y de los servicios de la corte. Fue, sin lugar a dudas, uno de los hombres mas importantes e influyentes de su época.
Mas un hecho que el tiempo nos ha demostrado es que cuando un hombre se encuentra al servicio de un déspota, solo conservará su puesto a condición de que le resulte complaciente aquél. Ese, precisamente, fue el caso de Boecio, cansado de la mala condición y gobierno de Teodorico. Boecio fue acusado de traición, junto a prácticas de magia y brujería; evidentemente, Boecio negó tales acusaciones, mas fue juzgado, condenado y encarcelado, en Pavía, en espera de su ejecución.


Esa espera se demoró dos años, durante los cuales Boecio fue sometido a todo tipo de torturas, mas él demostró tener una fortaleza de ánimo superior y escribió un libro: LA CONSOLACIÓN DE LA FILOSOFÍA.
El libro en cuestión escrito entre los años 523 y 524 , una vez terminado, fue sacado de la celda por alguien, se desconoce quién, y se convirtió en un libro de gran popularidad, durante la Edad Media, popularidad solo rebasada por las Sagradas Escrituras.


Fue impreso, con el nombre de De consolatione philosophiae, en Nuremberg, en 1473, siendo sus mejores ediciones, las que se realizaron en Jena, en 1841 y Leipzig, en 1871.
Consta de cinco libros en los que, alternando la prosa con el verso, se lleva a cabo un diálogo entre el autor y su visitante, la Filosofía.
En el libro primero, Boecio hace expresión de su tristeza y se le presenta la Filosofía que le explica que el hombre ha olvidado su finalidad verdadera.
En el segundo de los libros, nos habla de la fortuna y los bienes (ficticios o verdaderos) que ésta acarrea.
El tercero, nos da una explicación que la buenaventura de los hombres no se encuentra en bienes pequeños y particulares, sino en Dios, el ser supremo
El cuarto, acierta  a explicar por qué existiendo un Dios hay tanto mal en el mundo.
Y en el último y quinto libro, se discute sobre la voluntad humana en relación con la omnipresencia divina.



La Filosofía se aparece a Boecio bajo la figura de una mujer de venerable aspecto, con ojos llameantes y en los que destaca una gran agudeza. Está vestida con una túnica, en cuyo borde inferior está escrita una P y en el superior una T. Estas letras vienen a significar la división platónica de la filosofía en práctica y teórica, y están unidas por peldaños que nos recuerdan el otro concepto platónico complementario de la ascensión de la práctica a la teoría.


Boecio, tras reconocer a su visitante, le  manifiesta todos los males que ha conocido y la Filosofía le contesta que, en realidad, ha obtenido de la fortuna mas bienes que males. La culpa es, única y exclusivamente, de él mismo, por la sencilla razón de que ha confiado en la fortuna, considerada con inconstante y falsa; después ha dado valor a bienes como la fama, el poder o el deleite, que lejos de producir felicidad, solo producen desventura.
A Dios se le representa como el Sumo Bien, al que deben referirse todas las cosas, de la misma manera que la felicidad e infelicidad del ser humano. Boecio le insiste a la Filosofía que si Dios es quien rige el mundo, el vicio, en su caso, debería ser castigado y, en consecuencia, premiada la virtud. La Filosofía responde aludiendo que la injusticia de esta distribución no es mas que aparente, pues la Providencia proporciona los bienes y los males según los méritos, mas el ser humano solo llegaría a comprender esto si pudiera conocer la causa de todo. Las vicisitudes del mundo pueden tener su origen tanto en Dios como en el hado, y deben cumplir su ciclo, así nuestra adversa fortuna puede tener origen en el hado y en Dios, el cual dará finalmente la justa recompensa. 
No contento Boecio con la respuesta que le da la Filosofía, aquél insiste en que si el mundo está regido por Dios, el azar no debería tener nada que hacer, mas muchas cosas semejan estarlo con respecto al hombre. La presciencia de Dios, que es infalible, se concilia con la libertad humana.
En los seres humanos la debilidad de los sentidos no sirve para justificar la negación de la imaginación, ni la debilidad de la negación justificaría la negación del razonamiento; tampoco la debilidad de este último, negaría la inteligencia. Es por ello que estando dotado el ser humano de una inteligencia débil no tenemos derecho a negar a Dios una inteligencia mas elevada.
En esta obra, pese a que podemos observar una profunda fe en la Providencia, ésta no se llega a identificar con un Dios personal, y tiende hacia el panteismo.



En esta obra de Boecio, considerada uno de los libros mas populares del Medievo,  se perciben ecos de la filosofía neoplatónica, así como referencias a la doctrina estoica, fundamentalmente a Séneca; no obstante, no hay referencia alguna a las doctrinas cristianas.
De la Consolación de la Filosofía sirvió de inspiración, a muchos autores de la literatura y filosofía cristianas de Occidente, entre los siglos VIII al XIV, hasta que hizo su aparición el Renacimiento. 
Uno de los que obtuvieron inspiración en esta obra de Boecio, fue el propio Dante para su Divina Comedia, Petrarca en el Desprecio del mundo y Bocaccio en el Ameto.

En definitiva esta obra De la consolación de la filosofía nos ofrece el punto de inflexión entre el pensamiento del paganismo y el cristianismo y durante varios siglos sirvió de medio por el que la filosofía mantuvo de prevalencia en Occidente.


BUEN DÍA A TODOS

http://directoriohispanodelasartes.com/pura-kastiga/


FUENTES: WIKIPEDIA.
BIOGRAFIAS Y VIDAS.COM

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