viernes, 3 de abril de 2015

FRAGONARD: EL AMOR EN ESCENA.

Jean Honoré Fragonard


Buen día, estimados amigos, un día mas dedicado, este pequeño espacio, al mundo del arte, la cultura, todo aquéllo que enriquece al ser humano, y le hace eso, mas humano, mas concienciado sobre lo que son los afectos y desafectos, los valores y las debilidades humanas; y en consecuencia, poder aprender a vivirlos y/o superarlos.
Nuestro protagonista de hoy es JEAN HONORÉ FRAGONARD, pintor francés, nacido en Grasse, en 1732 y fallecido en Paris, en 1806, en el seno de una familia modesta. 
Fragonard es conocido, fundamentalmente, por su pintura de carácter histórico, mas son sus temas galantes los que le han hecho mas que conocido.

El beso robado

Las Lavanderas

Es un maestro del rococó, no obstante su pintura va contra todas las reglas, las estéticas y las que definen la técnica. Es el inventor de la llamada figura de la fantasía, que viene a significar una nueva concepción del teatro, y para ello se sirve de las mil y una formas en las que reinventa el Amor.



Fragonard domina distintas técnicas en su pintura, el óleo, el pastel, el gouache, la acuarela, y consigue dar a lo que es el esbozo la cualidad de cuadro terminado. Es rápido en la ejecución de su obra, en una hora consigue pintar un lienzo.

La tempestad


Si nos detenemos a estudiar cuáles son los colores que dominan en sus obras, nos encontramos con que es el amarillo el preferido, pasando por las distintas tonalidades que van del dorado al ocre, y algo tan sensual como la luz aúrea. Los trazos que muestran sus obras nos hace reconocer en Fragonard al pintor libre y poderoso, trazos largos, de colores vivos y abstractos, que nos ofrecen una forma mas que espesa y que podemos rozar con los dedos. Es por ello que, en alguna que otra ocasión, el tema puede quedar en un segundo plano. Con el tiempo, y bajo la influencia neoclásica el trazo se hace mas liso, suave, envuelto por una cierta ilusión.

El columpio


En la formación de Fragonard intervienen J.S. Chardin, y F. Boucher, y ya en 1752, con tan solo veinte años obtiene el Premio de Roma. De 1753 a 1756 asiste a los cursos que imparte C.Van Loo, en la Escuela real.

Gracias a sus distintos viajes que realiza a Roma y por toda Italia, descubre a los maestros italianos A.Carracci y Tiépolo, que le sirven de inspiración para obras como El beso robado, Las Lavanderas, La tempestad, La gran cascada de Tivoli, El toro blanco en el establo y El establo.

La Lectora


A su regreso a Paris, en 1761, Fragonard cambia de registro, renunciando a la pintura histórica, inclinándose por la pintura de gabinete, los paisajes y los temas eróticos: Los Jardines de la Villa d´Este, Los felices azares del columpio, Fuego a la pólvora, La camisa levantada, El instante deseado.

Fragonard se instala en El Louvre y contrae matrimonio en 1768.

The souvenir

En los años siguientes pinta obras como sus famosas Figuras de Fantasía, que son retratos libres y tratados con un especial brío. Está en el momento cumbre de su producción y así lo manifiestan cuadros como Mademoiselle Guimard, Diderot, El escritor y La lectora.

Muchacha con perro

El cerrojo

Fragonard intenta escapar del reconocimiento oficial por el que el rey quiere hacer de él su pintor de cámara. Sus temas eróticos abundan en su obra, y una muestra mas que acertada la encontramos en los cuatro techos encargados por madame Du Barry, con La persecución entre ellos; no obstante, su pintura, entre los jóvenes pintores partidarios del neoclasicismo no tiene éxito.

El progreso del amor: la persecución

Es este uno de lo motivos por el que Fragonard abandona París para dirigirse a Roma, protegido por un mecenas Bergeret, lo que le lleva a tomar influencia de la pintura de Tiepolo.
Entre los años 1774 a 1806 su pintura no cambia de factura, si bien intenta adaptarse a las nuevas tendencias: La adoración de los pastores, La cerradura, El sacrificio de la rosa...,incluso podemos encontrar ciertos elementos románticos en su obra El Juramento al Amor.

El sacrificio de la rosa


Céfalo y Procris

El fallecimiento de su hija, en 1788, amén de que su economía no pasaba por su mejor momento, hacen que Fragonard abandone la pintura. Mas un antiguo alumno suyo David le prestó su ayuda y gracias a su influencia fue nombrado miembro del jurado de las artes y después miembro del conservatorio de El Louvre.

Para la historia del arte, Fragonard es el pintor del amor, nunca de lo licencioso o subido de tono. Es mas sus escenas galantes nos lo aproximan a Boucher. En su obra prima la libertad de la factura, la sensualidad, la alegría y ese pincel rápido y furioso que le llevan hacia la abstracción.


El juramento de amor


El gran maestro Fragonard lo es de la factura mas ágil, del espíritu libre en el gesto, que nos aproximan a un pintor nunca mas cerca de lo que es la expresión de la pintura pura.

BUEN DÍA A TODOS

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Fuentes: Maestros de la Pintura.
Colección Reconocer el Arte.

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