lunes, 2 de mayo de 2016

HIROSHI SUGIMOTO.- Qué perturba el silencio?




Buen día.


Cada día un nuevo reto, al menos, eso es lo que me propongo, no sé positivamente, si lo conseguiré, pero una cosa si que es cierta, que mi voluntad va en ello.

Es por tanto que me gusta cambiar de un artículo a otro, la temática para que todo amante de la cultura, y del arte, en cualquiera de sus manifestaciones artísticas pueda encontrar en este espacio, pequeño, más que cada día va creciendo en seguidores, algo que realmente le interese y que le haga disfrutar.





Así que sin más doy paso al protagonista de nuestro artículo de hoy el fotógrafo japones HIROSHI SUGIMOTO, nacido en 1948, y residiente entre Tokyo y Nueva York.

Su obra, elogiada a nivel internacional, ha sido merecedora de diferentes reconocimientos como el Premio Internacional de la Fundación Hasselblad (2001), del Premio Imperial (2009), la Medal whit Purple Ribbon (2010), la Officer de la Orde des Arts et des Lettres (2013), y el Premio Isamu Noguchi (2014).




El trabajo de Hiroshi Sugimoto nos obliga a una singular reflexión que nos lleva a plantearnos el origen del mundo, el de nuestra cultura, sirviéndose, fundamentalmente de imágenes en blanco y negro, destacando la pureza de líneas y el juego de sombras; algunas de ellas se aproximan a la técnica pictórica. Es la suya una continua explotación dentro del espacio-tiempo, en busca de diferentes formas de percibir el mundo en el que vivimos. 




No cabe la menor duda que en la obra de Hiroshi Sugimoto existe una destacada espitirualidad, de la misma forma que el uso del blanco y negro en su fotografía le permite controlar y hablarnos desde la sombra hasta la claridad de la luz.
Y es sencillamente delicioso observar como la luz que invade la pintura de nuestro protagonista de hoy, nace de la admiración de éste por la luz natural, alejada de lo que la electricidad y su efecto sobre la materia, sobre las cosas, llega a transformar la realidad. Siempre existe un halo de humanidad en su obra íntima, cargada de calidad poética.



Él mismo manifiesta el hecho de que vive en la sombra, pues ello le permite controlar la luz, la tonalidad en su trabajo. 
Un hecho a destacar es cierta tendencia pictorialista en la composición que Hiroshi Sugimoto lleva a cabo con su fotografía, algo que no niega, en absoluto, pues antes que la fotografía existía la pintura, y en definitiva, el fotógrafo por medio de la fotografía, encuentra un cierto común denominador con la pintura. Cuando el fotógrafo quiso ser pintor, y Hiroshi Sugimoto intenta serlo, pese al éxito de su fotografía, fue cuando el pictorialismo entró a formar parte de lo que es la historia de la fotografía.




Para Hiroshi Sugimoto la oscuridad, la cámara que, en su opinión es como una caja negra de un avión, nos encierra una información vital; es por ello que el arte de la fotografía y su propia caja negra le sirven de medio de exploración de la humanidad.



Mas antes de continuar, una pequeña reseña, hasta el próximo 8 de mayo, y en la Fundación Mapfre, de Barcelona, podemos encontrarnos cara a cara con la obra de Sugimoto, una obra que ha recorrido distintas tendencias y diferentes temáticas, mas todas ellas nos ponen de manifiesto la especial laboriosidad con la que trabaja Sugimoto.


Y no solo es destacable por el mas que detenido tratamiento de cada una de sus fotografías sino también por la variabilidad de su temática, de lo que nos da especial muestra sus diferentes etapas, o series, como la llamada Dioramas (1976-2012), en la que nos ofrece fotografías hechas a base de montajes de paisajes prehistóricos, y que tienen su origen en el Museo de Historia Natural de Nueva York. Señalar el hecho de que se trata de animales embalsamados, pero su aspecto es de una realidad perfecta.


Otra de sus series es la conocida como "Theaters", y que está formada por fotografías realizadas en cines, teatros de ópera, etc..., y que iniciada en 1976, al día de hoy, sigue trabajando en ella. 



Con Seascapes, nos encontramos paisajes marinos, de deliciosa belleza, en tanto en cuanto en la serie Portraits (1994-1999), nos muestra una colección de personalidades históricas moldeadas en cera, de la que destaca, entre todas, la de Enrique VIII y sus seis esposas, si bien, también hay personalidades de diferentes ámbitos de la sociedad, como Lenin, o el Papa Juan Pablo II.




Sugimoto defiende el trabajo de la fotografía desde un punto de vista artesanal, pues rechaza la tecnología digital, siendo su principal referente Ansel Adams.



Curiosamente, la intención de Hiroshi Sugimoto en el sentido de retratar el silencio queda perfectamente demostrada, a la vista de sus animales disecados, sus paisajes en total silencio, y sus personajes de cera, mudos.
Y es que su idea filosófica la que pretende plasmar y dar forma en su obra es la de la búsqueda del silencio y la quietud. 


Uno de sus grandes miedos, precisamente, es la muerte, por lo que de silencio, de oscuridad conlleva, y ese concepto lo captura, a la perfección, en su serie Dioramas, en la que todos los que aparecen en las fotos simulan congelados en el tiempo, muertos.



En definitiva, Hiroshi Sugimoto, a través de su fotografía, nos invita a conocer su "máquina del tiempo".....





BUEN DÍA A TODOS

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Fuentes: Tendencias del Mercado del Arte.
Wikipedia.
El Pais. Cultura.



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