jueves, 22 de septiembre de 2016

ANDREA MANTEGNA.- PARNASO

Andrea Mantegna


Buen día.

Después del último de los artículos cuya temática ha sido la pintura, y concretamente, uno de los más relevantes exponentes del siglo XX de la pintura norteamericana -Edward Hopper-, hoy tenemos una nueva cita con esta disciplina artística, pero vamos a viajar hacia atrás en el tiempo, concretamente, cinco siglos, he intentaré que disfrutéis de una buena lectura teniendo como protagonista a ANDREA MANTEGNA, y especialmente, una de sus obras más simbólicas e interesantes, PARNASO.




Expuesta nuestra hoja de ruta, vamos a ello.
(Para completar mejor la visión de la obra de Andrea Mantegna, incorporo imágenes de sus obras más representativas).

Cristo muerto

ANDREA MANTEGNA está considerado como uno de los grandes pintores de lo que se conoce como el Quatrocento italiano.
Nació en 1431, en el seno de una familia de humilde origen, en una pequeña localidad del Véneto, entre Vincenza y Padua.
Fue precisamente en esta última localidad, Padua donde lleva a cabo su formación, siendo discípulo y ahijado de Squarcione, quien influirá notablemente en las primeras experiencias de Mantegna con la pintura.
Andrea Mantegna se mueve y mucho por los ambientes universitarios y culturales de esta ciudad, ampliando sus estudios mediante viajes que le llevan a Roma y a Venecia. Y precisamente, en Venecia es donde encuentra otra de sus grandes experiencias gracias al conocimiento y relación que mantuvo durante toda su vida con Giovanni Bellini.

Adoración Reyes Magos

Oración en el Huerto

Ludovico Gonzaga y su hijo

Óculo fingido

Es más, el hecho de contraer matrimonio con una hermana de Bellini fue un elemento más a añadir a la continua participación e intercambio de experiencias entre ambos cuñados, conjugando el más delicioso clasicismo con el mundo de la naturaleza veneciana.
No obstante, debemos significar el hecho de que Andrea Mantegna fue un artista precoz, siendo el suyo un estilo que mantuvo a lo largo de toda su vida, y que se caracteriza por la nitidez en la claridad de trazo, color e iluminación; su pasión por la arqueología, que adquirió a partir del conocimiento del numismático Boldú, así como una gran destreza en la perspectiva y el escorzo, algo del todo inusual en el siglo XV.
Su experiencia veneciana le llevó también a trabar amistad y conocimiento tanto con las personas como la obra de Donatello, Filippo Lippi y Paolo Uccello.

San Sebastián

Amén de pintor, Mantegna fue también grabador, y uno de los principales artistas que utilizaron grabados para difundir sus composiciones. Curiosamente, fue el diseñador de su propia casa en Mantua, y con sus propias manos modeló su autorretrato, su busto en bronce, para la capilla funeraria de la Iglesia de San Andrés.

Su pintura plantea siempre la búsqueda de resolución de problemas como la representación espacial, llegando a introducir efectos que producen la ampliación del espacio hacia el exterior. La luz la trata siguiendo las nuevas técnicas venecianas, abundando en su temática la Historia, la mitología y la fábula, todo ello en relación con la literatura y los escritos de la Antigüedad.
Su influencia ha sido muy profunda en artistas como Bellini, y en Durero.
En 1506 y con 75 años fallecía Andrea Mantegna en Mantua.

Retablo de San Zenón

Más centrémonos en el cuadro PÁRNASO, que podemos disfrutar de su visionado en el Museo del Louvre, en París.
Estaba destinado al "studiolo"- gabinete privado  de la época destinado a la meditación y al estudio- de Isabella d´Este, siendo un encargo que realizó en 1497, a la vez que El Triunfo de la Virtud.


El hecho de que se le haya atribuido el título de PÁRNASO lo es relacionado con la supuesta visión que el cuadro nos ofrece de las muchachas danzantes como las nueve musas de las artes. 
El monte Párnaso está muy unido a la figura de Apolo, en tanto Las Musas estaban bajo su patrocinio y cantaban con sus voces a la vez de la lira del dios. 
No obstante, en este cuadro se observan una serie de particularidades, pues mientras las Musas bailan, Apolo no preside la escena, siendo Ares y Afrodita, quienes entrelazados y en actitud amorosa aparecen situados en el centro de la imagen.




Mas esta no es la única incongruencia que destacamos de la escena, ya que Hermes está situado a la derecha, junto al caballo Pegaso -la historia de la mitología no les relaciona para nada-.
Sí que es acertada la imagen de Hefesto, situado junto a su fragua, al fondo, a la izquierda, señalando el adulterio de ambos amantes, en tanto un pequeño Eros le dispara con una cervatana.


Es por ello que la interpretación de este cuadro está en función no de los personajes, sino de la etapa de la historia y de los hechos que rodearon el encargo hecho al autor.
Isabel de Este, quien encargó el cuadro a Mantegna era una mujer culta, que disfrutaba de la música, de los textos clásicos, así como de la danza, y que tuvo que dar a éste último precisas instrucciones sobre la realización de la obra, y en el que debería quedar plasmada la unión entre Isabel y su esposo, Gian Francesco Gonzaga, un gran militar, quedando por tanto ambos representados por los dioses que figuran en primer plano en la obra.




Símbolos que nos ayudan a interpretar esta deliciosa escena son también las flores y plantas, como el mirto -que es la flor de Venus-; la utilización de determinados colores en la ropa del lecho: azul, rojo y blanco, que eran los de las familias Gonzaga y Este y la, en principio discordante, aparición de Pegaso y Mercurio que lo es en representación de la constelación y del planeta que ocupaban la posición estelar el día de la boda de ambos cónyuges.



En consecuencia, la verdadera interpretación de esta obra no es la de una fábula mitológica, sino la de hacer llegar al pueblo, la visión del mundo y la de sus gobernantes -príncipes, por entonces- del Renacimiento.



BUEN DÍA A TODOS

Blog incorporado al
Directorio Hispano de las Artes

Fuentes: Diccionario de Arte. Ian Chilvers.
MCNBiografias.com



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