miércoles, 26 de octubre de 2016

TIZIANO.- EL AMOR SACRO Y EL AMOR PROFANO


Tiziano-Autorretrato
Museo del Prado
Buen día.

Como es habitual en este nuestro espacio me gusta hacer artículos sobre los más variados temas, la cultura es el motor principal, y con ella, de la mano, el arte, unas veces plasmado en forma de personalidades que han hecho historia en alguna rama o en varias de las disciplinas artísticas, otras veces me he detenido en una obra en concreto.

Y con ello no solo me introduzco en lo que es la biografía, esbozada a grandes rasgos del genio, sino también me deleito en el detalle de la obra en cuestión, y ello porque se trata de grandes y sublimes creaciones que son todo un patrimonio para los que hoy en día podemos admirarlas en los Museos o Galerías de Arte.

La Bacanal
Museo del Prado


Pues bien, hoy recurro a TIZIANO, y concretamente a una de sus más bellas y significativas obras: EL AMOR SACRO Y EL AMOR PROFANO, que es una alegoría de las dos caras de la diosa Venus, la terrenal y la celestial. Es esta una deliciosa forma de tratar el color y las figuras como solo Tiziano supo hacerlo.

Esta obra está datada hacia el año 1515, y es un óleo sobre lienzo, con un tamaño de 118 y 279 cm, y que se encuentra en la Galleria Borghese,  en Roma (Italia).

El amor sacro y el amor profano


Tiziano Vecellio (h.1485-1576) está considerado como el más grande de los pintores de la escuela veneciana. Su principal aprendizaje lo desarrolló en el taller de Giovanni Bellini, pasando después a relacionarse con Giorgione, al que le unió una estrecha amistad. Tanto es así que entre los años 1506 a 1508 Tiziano ayudó a Giorgione en la decoración exterior de los frescos del Fondaco de Tedeschi en Venecia, y a consecuencia del fallecimiento de aquel, la terminación de las obras las llevó a cabo exclusivamente Tiziano. 

Tras la muerte de Giorgione y toda vez que Sebastiano del Piombo se trasladó a Roma, Venecia quedó enteramente para admirar la obra de Tiziano. Si a ello unimos la muerte de Bellini, en 1516, Tiziano fue nombrado pintor oficial de la Serenísima República y administrador del Fondaco dei Tedeschi.

La Asunción

Su consagración definitiva la consiguió gracias un encargo que recibió para Santa Maria Gloriosa del Frari: La Asunción. Una obra que le supuso un trabajo mas que difícil, no solo por el tiempo que empleó en su ejecución, nada menos que dos años, sino por la envergadura del cuadro, siete metros. 
Fue precisamente esta obra la que marca el inicio de una nueva forma de expresión artística por parte del maestro Tiziano, y que se resume en el manejo de los colores (herencia de Giorgione ) y la composición que hace de las grandes masas con diferentes personajes, destacando su escorzo y el especial movimiento que producen un efecto del todo renovador. Este aspecto de su estilo pictórico lo reprodujo en numerosos cuadros de carácter religioso como Anunciación, Virgen en la Gloria con el Niño y Entierro de Cristo, si bien la influencia de Giorgione se deja apreciar más en otras obras como la que hoy nos ocupa. 

Entierro de Cristo


Alegoría del tiempo gobernado por la Prudencia
National Gallery de Londres


EL AMOR SACRO Y EL AMOR PROFANO estaba catalogada en los archivos de la Galleria Borghese bajo otro nombre Belleza sin ornato y belleza adornada, pues en esencia ese es el mensaje que quiso transmitir Tiziano, más son muchos los investigadores que consideran que en este delicioso óleo Tiziano quizo expresar una concepción neoplatónica sobre las dos naturalezas del amor. Y es por ello que ambas son complementarias y que la modelo es una única mujer, una joven llamada Violante, y que fue un amor de juventud de Tiziano.


Detalles del cuadro


El encargo de esta obra lo fue por parte de Pietro Bembo, a la sazón amigo de Tiziano, y con ocasión de los desposorios en 1514 del canciller ducal Niccolò Aurelio, cuyo blasón podemos observar en el sacórfago, con Laura Bagarotto.
Es más también se atribuye la inspiración de la obra a un poema de las conocidas Las argonáuticas, cuyo autor es el poeta Cayo Valerio Flaco y en el que se tratan las relaciones entre la diosa Venus y la hechicera Medea.
Percibimos en esta obra una fusión entre la sensualidad de Tiziano y la poesía de Giorgione.
Con esta obra Tiziano inaugura un brillantísimo periodo dentro de lo que es su trayectoria, que tienen como temática habitual el tema religioso, el mitológico y los retratos.

Detalle


Un elemento fundamental en esta obra es el paisaje de fondo, en el que están perfectamente integrados los personajes que aparecen en primera línea. La paleta de colores, a base de tonos rosas, rojos, blancos y dorados, consigue una deliciosa iluminación. destacando la discreción de la misma, amén de que encierra la intención de Tiziano de mostrarnos lo que era el mensaje de los artistas del Renacimiento, para los que la desnudez era símbolo de virtud e idealismo.

Detalle del sarcófago

Si nos fijamos en la joven que aparece vestida con lucidas galas y que porta una especie de vasija con oro, nos hace la revelación de todo lo que en el amor es solo efímero y vacío; en tanto, en la joven desnuda situada a la derecha, que porta una pequeña lámpara de aceite en su mano, nos reafirma en el rechazo por lo perecedero, y nos impulsa hacia lo que de espiritual y eterno existe en cada uno de nosotros.
Y es destacable el hecho o circunstancia de que entre las dos posturas no existe lucha, sino precisamente una marcada tendencia a la unidad, la cual viene expresada por la presencia de un joven cupido, amén de por la mirada que la joven desnuda dirige hacia su compañera, su complemento. Y más aún si tenemos en cuenta que las dos jóvenes aparecen sentadas sobre un mismo sarcófago, cuyo destino es conservar restos mortales y que en el caso que nos ocupa, al estar ocupado por el agua, viene a representar la vida.




El paisaje con conforma todo el conjunto de la obra participada de una imagen de naturaleza arbórea, y como fondo vemos una ciudad -resaltada en tonos grises, de ahí su interpretación como sombría e incluso desprovista de vitalidad-. No así en las distintas escenas campestres, entre las que vemos aquellas en las que intervienen pastores y su rebaño, unos jinetes, que parecen disfrutar con su labor, y hasta dos pequeños conejillos, que vienen a significar la fertilidad.
La obra es de una total y perfecta simetría y es a través de los ojos de la joven vestida que miran directamente al espectador, como ésta nos invita a participar de todo lo que Tiziano nos quiso transmitir con esta su bellísima obra.

Tumba de Tiziano
Venecia

BUEN DÍA A TODOS

Blog incorporado al
Directorio Hispano de las Artes

Fuentes: 100 obras maestras de la pintura universal.
Diccionario de Arte. Ian Chilvers.



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