jueves, 29 de diciembre de 2016

LA FOTOGRAFÍA "POST MORTEM".




Buen día.

Abordamos en el día de hoy un tema un tanto delicado, si se puede llamar a efectos de que para ciertas personas pues podría afectarles, pero no puedo dejar de llamar la atención de todos los que son amantes de la fotografía en las diferentes facetas de ésta, sobre una en particular, la conocida como FOTOGRAFÍA "POST MORTEM" que tuvo sus inicios poco tiempo después del nacimiento de la fotografía como técnica de plasmación de imágenes de todo tipo, y lo fue en Francia, hacia 1839, si bien la costumbre de llevar a cabo tal ritual, en definitiva, se convirtió en ello, se extendió al resto de los países europeos.


La fallecida es la joven

El foto de la izquierda, el fallecido es el pequeño, en la de la derecha, la niña cuya cabeza reposa sobre las piernas de su madre

Aquí la fallecida es la pequeña de la izquierda


Para hacer la fotografía en cuestión se procedía a vestir a la persona fallecida, bien se tratara de adulto o niño, con las ropas que usaba habitualmente, y reunirlo con sus familiares o amigos, principalmente, o bien hacer un retrato individual.
Actualmente podría considerarse este tipo de fotografía con un matiz morboso, sin embargo, para la época en la que se estilaba no lo era, en absoluto, sino que era una representación llena de nostalgia y recuerdo de la persona que la muerte les había arrebatado.


Sendos niños fallecidos sostenidos por soportes

La fallecida es la niña de los ojos cerrados

Aunque no lo parezca está muerta

El origen de la fotografía "post mortem" data de la época del Renacimiento, evidentemente, entonces, no existían las cámaras fotográficas, pero sí que se recurría a la pintura, a través del llamado "memento moris", frase que en latín se traduce por "recuerda que eres mortal".
Mas no solo el Renacimiento conoció de dicha práctica, sino que el retrato de niños y adultos fallecidos estuvo muy generalizado hacia el siglo XVI, en Europa. Y dicha costumbre o hábito parte del hecho de que los religiosos nunca se fotografiaban con vida, pues les parecía un gesto propio de vanidad, y solo eran fotografiados una vez muertos.
Los retratos de niños que podemos ir observando en este artículo servían a sus padres y familiares para recordarles como seres puros, y venían a representar a pequeños "ángeles" que les cuidaban desde el cielo, y a los que dirigían sus plegarias.


La fallecida es la joven que aparece sentada de frente

Una romántica despedida

Familia despide a sus dos bebés

Evidentemente, hacer una fotografía a una persona fallecida no era nada sencillo por lo que el fotógrafo tenía que proceder a trabajar determinadas técnicas y contar con los medios suficientes para que el resultado fuera lo más hermoso y delicado posible.
Mayormente se maquillaba al difunto, o bien, posteriormente, la foto era coloreada. 
Y por lo que respecta al sujeto de la fotografía, el fotógrafo contaba con todo el tiempo del mundo. 


Bebé en su carrito

Una triste imagen de una niña fallecida

Madre con su hija muerta


Para la realización de la foto de un difunto se procedía a la construcción de soportes que pudieran mantenerles la cabeza derecha, así como en el caso de retratos de cuerpo entero, el soporte debía de sujetarles todo el cuerpo para evitar que se desplomaran.
Sobre el escenario que rodeaba al difunto, bien podía ser una comida, rodeado de familiares, bebés en cochecitos o cunas, y madres que los sostenían en sus brazos. A veces, se añadía cierto decorado como eran flores, o instrumentos que hubieran pertenecido al fallecido, para darle una cierta "humanidad" a la imagen. 
En el caso de las personas que eran militares, religiosos, sacerdotes y monjas, el retrato lo era siempre vestido con sus ropas características de su condición.
Curiosamente, quienes acompañaban al difunto en  la fotografía, en el caso de ser un niño, pues bien podían ser sus hermanos y padres, y caso curioso, nunca demostraban dolor, sino un especial halo de bondad.


Parece que sencillamente duerme..

Dos hermanos
(Obsérvese los detalles de los juguetes)


De esta forma, existían tres modalidades de retratar a un difunto según la idea o imagen que se quisiera transmitir por parte de sus allegados.
Bien el fallecido "posaba" como si estuviera vivo, y para ello se les procuraba que tuvieran los ojos abiertos, y en actitudes totalmente normales, llegado el caso, se confundían con las personas vivas que le acompañaban en la foto.
En otras ocasiones, el fallecido simulaba estar durmiendo, por lo que se procuraba que su rostro adquiriera una imagen dulce, recurriéndose esta técnica para los niños, pues eran vestidos con sus trajes más radiantes, y sus padres les sostenían como si estuvieran vivos.
Y por último, la fotografía "post mortem" también se hacía a personas fallecidas que evidenciaban eso, que habían muerto, y para ello se les retrataba en sus féretros, rodeados de flores.


Fotografía de una religiosa con su hábito

Llegado el siglo XX, la fotografía "post mortem" adquirió una nueva dimensión, pues el fotógrafo no se limitaba a dar testimonio de la persona fallecida, sino a destacar determinados rasgos, y para ello se recurría a servirse de diferentes ángulos o a dar mayor o menor iluminación a distintas zonas de su cuerpo, a veces, con primeros planos, que nos vienen a dar una idea inicial de lo que nos muestra el fotoperiodismo que abunda en nuestros días, y que resulta profundamente dramático. 


Verdaderamente "espeluznante"

El niño es el fallecido
(Obsérvese el artilugio que le soporta por detrás)

La pequeña "reposa" al lado de su hermano

Mayormente, en la actualidad la fotografía que da testimonio de personas fallecidas lo es para servir de denuncia de situaciones que no deberían de producirse, como pandemias, atentados, desastres naturales.
En definitiva, la muerte se muestra en su verdadera dimensión como tragedia, individual o colectiva, pero siempre tragedia.




Fotograma de la película "Los otros", de Alejandro Amenábar.

Fotografía "post mortem"


"LA FUENTE DE TODAS LAS MISERIAS PARA EL HOMBRE NO ES LA MUERTE, SINO EL MIEDO A LA MUERTE"

(EPICTETO)

BUEN DÍA A TODOS

PURA KASTIGÁ


Blog incorporado al
Directorio Hispano de las Artes


Fuentes: Wikipedia.
Fotografia. Toda la Historia. Editorial Blume.

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