sábado, 21 de octubre de 2017

RUTH BERNHARD.- EL DESNUDO MÁS SENSUAL

Ruth Bernhard


Buen día.

Retomamos un tema, dentro del mundo del arte y la cultura evidentemente, que es seguido por muchas personas como aficionados, en tanto otros han devenido profesionales a base de trabajo, observación e inspiración.


La fotografía de desnudos femeninos volvió a retomar la importancia que tuvo a finales del siglo XIX y principios del XX, a partir de la postguerra (I Guerra Mundial), toda vez que una serie de fotógrafos acertaron a tratar este tema en su obra, y la mujer cobró un protagonismo especial, al cambiar los parámetros de lo que, hasta poco antes, se había considerado como bello, pues nos sorprendieron con imágenes de jóvenes más esbeltas y que denotan una gran vitalidad. 


Una de las grandes profesionales de esta etapa histórica es la fotógrafa estadounidense de origen alemán, RUTH BERNHARD, que vino a demostrar que el desnudo femenino también era un género en el que la condición femenina no quedaba condicionada al más acertado de los resultados.


El caso es que Ruth Bernhard se decidió por el desnudo, dentro de la fotografía, de forma puramente casual, y lo fue cuando en el año 1934, y trabajando en Nueva York, a una amiga a la que le gustaba posar desnuda, le pidió que lo hiciera pero sentada dentro de un gran recipiente de acero en un trabajo que estaba llevando a cabo para un diseñador industrial. Su resultado fue ese más que magnífico trabajo denominado Embrión.



Ruth Bernhard nació en Berlín en 1905, falleciendo en su casa de San Francisco el 18 de diciembre de 2006, a la edad de 101 años, y después de que su trayectoria dentro del mundo de la fotografía la convirtiera en una de los fotógrafos más importantes del pasado siglo XX.



Sus padres, Lucian y Gertrud se divorciaron cuando la pequeña Ruth contaba sólo dos años, y fue su padre, quien ayudado por dos profesoras, quién le dio una más que buena formación, teniendo en cuenta que él era diseñador gráfico y tipógrafo, famoso por haber inventado la conocida como fuente Bernhard.



Junto a su padre se trasladó a Nueva York, en 1927 después de estudiar durante dos años en la Academia de Bellas de Berlín.
Fue asistente de Ralph Steiner en la revista Delineator, y también realizó fotografía para su padre y diseños industriales.
Una vez instalada en la que era conocida comunidad lésbica artística de Manhattan conoció a Berenice Abbot, y empezó a realizar desnudos femeninos.


A principios de los años cuarenta inició una relación con la artista y también diseñadora Eveline Phimister, conviviendo durante diez años en Nueva York, para continuar en Carmen, Los Ángeles y San Francisco, ciudad en la que se instaló Bernhard hasta el año 1953.
En 1967, conoció al coronel de las fuerzas aéreas, Price Rice, a la sazón diez años menor que ella, con el que conviviría hasta la muerte de éste, en 1999.
El hecho cierto es que Ruth Bernhard reconoció, abiertamente, a lo largo de su vida que había mantenido relaciones tanto con mujeres como con hombres. 




Su técnica abarcaba los desnudos en los que utilizaba una deliciosa iluminación teatral, destacando las formas del cuerpo femenino.
Fue en el año 1935 cuando conoció, por pura casualidad, y en la playa de Santa Mónica, California, a Edward Weston, quien llegó a convertirse en su mentor, a la vez que maestro, pues estudiaría con él durante algunos años.




En palabras del propio Weston, sorprendido por la capacidad artística de Bernhard, no cabe mayor admiración: "Era la luz en la oscuridad"..."Allí, ante mí, se encontraba la prueba indiscutible de lo que y consideraba posible: una artista de una intensa vitalidad cuyo medio era la fotografía".
Entre ambos se estableció una gran amistad, que no llegó a más pues Ruth no quiso ser la amante de Weston.



Entró a formar parte del llamado Group f/64, en el que se encontraban figuras de la categoría de Weston, ansel Adams, Minor White, Imogen Cunninggham, Wynn Bullock y Dorothea Lange, todo ellos partícipes de lo que es la claridad fotográfica y la precisión por los detalles.



Ruth Bernhard trabajaba fundamentalmente en su estudio, y siempre se decantaba por realizar una única fotografía, eso sí, después de haber estudiado el ángulo y establecer la composición de la misma durante días.
No obstante, su maravilloso y artístico trabajo no le bastaba para subsistir por lo que tuvo que recurrir a dar clases particulares, tanto en el que era su estudio como implicándose en la dirección de talleres.
Su obra se vio reflejada en la publicación de varios libros y muchas de sus fotografías permanecen en colecciones del San Francisco Museum of Modern Art, el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, el Museum de Fine Arts de Houston y el Victoria and Albert Museum de Londres.




Si en su trabajo domina una más que sensual y delicada belleza, en su vida personal Ruth Bernhard justificaba el hecho de su bisexualidad con estas sencillas palabras: "Dejé que la vida me hiciese regalos"..."Y todo ocurrió más o menos como se suponía que debía de ocurrir. No busqué nada. Se diría que todo me buscó a mí".




Singulares y deliciosas palabras las de Ruth Bernhard que ponen punto y final a este artículo, del que espero que hayáis disfrutado con su contenido.


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Fuentes: www.cadadiaunfotografo.com
http://elpais.com
Fotografía. Toda la historia. Juliet Hacking.




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