martes, 12 de diciembre de 2017

POTALA O EL TEMPLO DE LHASA.



Buen día.

Una vez más nos vamos de viaje y nos acercamos hasta un palacio, más un palacio un tanto especial, el conocido como PALACIO POTALA, situado en el Monte Rojo, máxima expresión de la arquitectura tibetana, residencia de invierno del Dalai Lama desde el siglo VII, es el más acertado símbolo del budismo tibetano.



"Potala" es la adaptación fonética de "Putuo" que, en sánscrito, significa "isla donde vive el Buda de la Misericordia".
Su construcción se inició en el siglo VII, coincidente con el reino de Tubo, siendo conocido, por entonces, con el nombre de Palacio del Monte Rojo. Más a medida de que el reino de Tubo fue decayendo, lo mismo ocurrió con el Palacio hasta que en el siglo XVII el quinto Dalai Lama lo reconstruyó y de esta forma pasó a ser centro político, a la vez que religioso del Tibet.


Se encuentra situado sobre la montaña que obedece al nombre de Hongshan, a una altura de 3.650 metros sobre el nivel del mar, abarcando un área de 410.000 metros cuadrados, de los que 130.000 son edificaciones.
Considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994, esta declaración se complementó posteriormente en los años 2000 y 2001, por lo que respecta a los monumentos cercanos, como son el Palacio Norbulingka y el Templo de Jokhang.

Templo de Jokhang

A día de hoy es la construcción más antigua que existe en el Tibert, destacando sus trece pisos de altura, repartidos en 110 metros.
En su estructura se utilizó la piedra y la madera, y es de destacar el grosor de sus paredes que llegan a alcanzar los cinco metros, formadas a base de granito.
Con la finalidad de hacerlo más resistente a los terremotos, en la pared exterior se introdujo hierro fundido, para después ser adornado con un techo y columnas que destacan por su increíble color dorado.


Ruedas de oración

El Palacio Potala está, a su vez, formado por un conjunto de residencias o también palacios, como lo es el Palacio Blanco, residencia del Dalai Lama, y que se sitúa en la parte este; en lo que es su zona central nos encontramos con el  espacio destinado a la recitación de los sutras; la sala en la que son conservados los restos de los fallecidos Dalai Lama, así como los dormitorios blancos de los bonzos, que ocupan la parte oeste.

Interior del Palacio Potala

Interior Palacio Potala

El conocido como Palacio Rojo, que viene a ser la parte principal del Palacio Potala, reúne diferentes salas budistas, de las que la más conocida y, a su vez, mejor construída es la pagoda del Dalai Lama Quinto, una belleza arquitectónica que alcanza los 15 metros de altura, dividiéndose en tres partes que son la base cuadrada, el cuerpo de la torre y la cúpula. Los restos del Dalai Lama Quinto están conservados con perfume y cártamo en una jarra.


Sin lugar a dudas, lo más espectacular es el cuerpo de la pagoda, pues está recubierta de 3.724  kilos de pan de oro, a la vez que adornado con...15.000 diamantes, rubíes, esmeraldas, jadeítas, ágatas y diferentes piedras preciosas.
Si observamos su base podemos descubrir una serie de instrumentos que se utilizan en las ceremonias religiosas, fundamentalmente cálices e instrumentos musicales.


En el Palacio Rojo es de especial interés el Salón del Oeste, que es el más amplio, y que está dedicado a la memoria del Dalai Lama Quinto. Espectaculares son sus impresionantes 48 columnas de maderas que alcanzan los 6 metros de altura. 
En los días festivos, delante del Palacio Rojo en el que se encuentra un muro blanco, se exhibe un gran retrato de Buda.



La reconstrucción y ampliación del palacio llevada a cabo en el siglo XVII se sirvió de los conocimientos y técnicas de diferentes pintores provenientes de diversas regiones del Tibet, gracias a los que las estancias fueron decoradas a base de deliciosas pinturas, cuya temática se extiende desde historias de la antigüedad, hasta costumbres populares, lo que hace del conjunto una obra artística incalculable: abundantes esculturas, pinturas, obras de piedra, madera y jade, todo ello nos habla no sólo de tradición, sino también de mezcla de culturas.




Este maravilloso lugar, sagrado para los budistas tibetanos, registra cada años, innumerables peregrinos y turistas, cuya visita parte del pie de la colina, en la que está situada una estela, para, a continuación, ir ascendiendo por escalinatas zigzagueantes y cubiertas de piedra hasta llegar a la Puerta del Este, flanqueada por los cuatro dioses guardianes.



Un viaje que, sin lugar a dudas, te cambia la percepción de la vida....

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Fuentes: Wikipedia
http://espanol.cri.cn



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