NADA ES YA.-
Si lejos sé que estás, sentir el miedo es un problema.
Entre nosotros habita algo de extraño y brutal.
Saberme unida me hace sentir que alguien
mi pensamiento ronda,
cuando no tengo nada en que pensar.
El tiempo, aunque se vuelva eterno,
me altera el sueño,
y el despertar tortura.
Y las conversaciones se suceden.
Tú, que no sé si eres alguien,
no amenazas mi soledad.
Entre nosotros, conversaciones ambiguas,
palabras sin sentido: poco es más.
Es la tuya una puerta de piedra,
un llamador de metal.
Y aunque creas que algo te debo,
la vanidad del viaje
resolvió mi olvido,
al que arrojé a un lago sin fondo.
Si la duda me acecha,
miro el fondo del pozo
donde nada veo ya.
ROSA FREYRE DEL HOYO.-
Foto: Bettina Rheims
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