Armando Buscarini
Buen día.
El artículo que hoy tengo el placer de compartir con todos vosotros tiene como protagonista a una persona muy especial, una de tantas que nacen marcadas por un destino fatal y, a pesar de ello, están provistos de una gran inspiración poética.
Su nombre Antonio Armando García Barrios, conocido como ARMANDO BUSCARINI, nacido en Ezcaray, el 16 de julio de 1904 y fallecido en Logroño, el 9 de junio de 1940.
Su infancia vino marcada por el hecho de ser hijo de madre soltera, Asunción García Barrios, quien marchó siendo joven a Argentina, con la finalidad de alcanzar una vida mejor y se vio obligada a regresar a Ezcaray para dar a luz a su hijo, siendo gracias a la caridad de la que fuera su tía-abuela y madrina del pequeño, como ambos pudieron, en principio, salir adelante.
Madre e hijo se trasladaron a Madrid hacia 1909, donde subsistieron a base de realquilar habitaciones en los distintos pisos en los que iban sucesivamente ocupando, en tanto el pequeño Antonio Armando estudiaba en el colegio de los Hermanos de la Doctrina Cristiana.
Su estreno literario lo fue en la revista juvenil Los Muchachos, editada en Madrid, y utilizando el heterónimo de Armando Buscarini, al parecer, el que fuera su padre, un marinero italiano que después de dejar embarazada a su madre, la abandonó.
En 1918 publica Emocionantísimas aventuras de Calck-Zettin, Emperador de los detectives, un conjunto de cuatro relatos de aventuras, entre los que destaca El hombre de las gafas negras y poemas como Cantares.
Su opúsculo poético denominado Ensueños lo publicó un año más tarde, en 1919, al que siguieron diferentes cuadernos de poesía, obras dramáticas y también narrativas, como Cancionero del arroyo (1920), Dolorosa errante (1921), Rosas negras (1921), Yo y mis versos (1921), La venganza de la gitana (1921), Sombras (1922), Por el amor de Dios (1922), Sor Misericordia (1923), esta última es una obra teatral que fue escrita junto a Mario Arnold, El aluvión (1924), Maruja la de Cristo (1924), Mis memorias (1924), El rey de los milagros (1924), La reina del bosque (1925), Baladas (1926), Los Lauros (1926), La cortesana del Regina (1927), Los dos alfareros (1927), El rufián (1928)....y curiosamente, las vendía en un pequeño puesto ambulante, por lo que su devenir diario estaba sujeto a las ventas del día.
Gracias a su prolífica creatividad Armando Buscarini, y su peculiar forma de ser solía acabar su jornada en el madrileño Café Pombo, famoso por la presencia de escritores como Ramón Gómez de la Serna o Rafael Cansinos Asséns.
Poco a poco la frenética actividad fue decayendo y sus publicaciones tanto en libros como en prensa se vieron disminuir paulatinamente, lo que le llevó a regresar a casa de su madre, la cual encuentraba extraña la conducta de su hijo y le ingresó en el Departamento de Observación de Dementes del Hospital Provincial de Madrid.
Después de una semana de internado, volvió a la calle y a continuar con sus actividades literarias, pero en su interior crecía un odio brutal hacia su madre, y su enfermedad mental avanzaba en la medida en que no consiguía triunfar en la profesión a la que había dedicado, hasta entonces, su vida.
Hasta tal punto llegó su deterioro mental que amenazó a los hermanos Alvarez-Quintero, en el sentido de que si no le concedían crédito para poder publicar, le verían colgado de un árbol frente a su casa.
Sus amenazas, en público, eran cada vez más frencuentes, llegando a ser arrestado por sus tendencias suicidas, hasta el punto de que en 1929 ingresó en el Hospital Provincial de Madrid, pasando por distintos hospitales por lo que el 3 de marzo de 1932 ingresó en el Hospital psiquiátrico de la Beneficencia "Le Bene" de Logroño, en el que vivió los últimos años de su vida.
Diagnosticado de esquizofrenia paranoide, sufría de manías, amén de serle detectada una sífilis (enfermedad que produce deterioro mental).
Pese a su enfermedad, Armando Buscarini era un hombre pacífico, su estado físico y mental se fue deteriorando y es así como el 9 de junio de 1940 falleció a consecuencia de una tuberculosis pulmonar, casi a la vez que su madre.
Al carecer de familiares fue enterrado en el cementerio de Logroño, donde sus restos fueron trasladados a una fosa común el 10 de agosto de 1970.
La trágica vida de Armando Buscarini nos traslada a la tan atribulada de aquellos jóvenes poetas, victimas de su propio delirio, lo que no le impidió saberse y considerarse como un poeta romántico.
Nos quedamos con sus palabras:
"Soy un desdichado
que, tal vez, sin llegar a esta tragedia,
hubiera sido algo".
(En 1995 Juan Manuel de Prada se sirvió de la personalidad de Armando Buscarini para convertirle en personaje secundario de su novela "Las máscaras del héroe", que hacía una revisión a la vida bohemia de algunos escritores de principios del siglo XX; también le dedicó la semblanza "Armando Buscarini o el arte de pasar hambre", gracias a la que ganó el Premio Café Bretón de los Herreros de Logroño; esta semblanza la publicó junto con otras de escritores un tanto raros en su obra "Desgarrados y excéntricos"
Gracias al trabajo de los hermsnos Rubén y Diego Marín A., al día de hoy, Armando Buscarini puede ser leído y conocido por todos los amantes de la literatura, en definitiva, rozar la gloria....)
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Fuentes: Wikipedia.
Orgullo Poesía (in) completa. Armando Buscarini.