martes, 23 de noviembre de 2021

Post Malone, The Weeknd - One Right Now


BUENA NOCHE

BUENA MÚSICA


 

JOSÉ PÉREZ OCAÑA.- ICONO DE LA TRANSGRESIÓN.



Si pudiéramos calificar a JOSÉ PÉREZ OCAÑA, conocido popularmente como OCAÑA, con una única palabra sería la de transgresor, en una etapa de la historia de España, años 1970 a 1980, en la que el denominado "activismo queer" estaba muy perseguido.




Con su singular personalidad y su valentía, tanto en el ámbito personal como en el profesional, la figura de OCAÑA toma un especial protagonismo que nos lleva a considerarle como todo un icono de la resistencia de la dictadura franquista.




JOSÉ PÉREZ OCAÑA nació en Cantillana (Sevilla), el 24 de marzo de 1947, y falleció en Sevilla, el 18 de septiembre de 1983, un pueblo con el que durante su corta existencia mantuvo siempre una relación de amor-odio.

Con tan solo 15 años OCAÑA, reconocido homosexual, se trasladó a vivir a Barcelona, donde se estableció en la Plaza Real, en una pequeña buhardilla.







De profundas convicciones anarquistas, su arte manifestó no ya solo el sentido de su vida, sino también el de su pensamiento, y para ello se servía de diferentes performances y formas de protesta, un precedente de lo que vendría a significar el nacimiento del movimiento punk y las manifestaciones en favor de la libertad sexual y de género.






Era del todo frecuente verle pasear por Las Ramblas de Barcelona, travestido, sin tapujo alguno, sin ningún tipo de miedo a posibles consecuencias, y con un imaginario que llamaba poderosamente la atención al ser una mezcla de estilismo andaluz e iconografía religiosa.

Su pintura nos transporta a un mundo poblado de vírgenes andaluzas y de altares, realizando varias exposiciones que llegaron a considerarse como "naïf". El componente homosexual es una constante en su trabajo, sirviéndose de su expresión artística para luchar por defender dicha condición en una etapa histórica en la que nada de ello era bien tolerado.






Es frecuente encontrarnos con retratos, autorretratos y escenas populares, así como trabajos relacionados con el tema de la muerte, muy recurrente en Ocaña, es más, pintó su propio velatorio en la obra cuyo título es "Mi velatorio", en 1982.






Si bien vivía en Barcelona, a menudo volvía a Cantillana, y fue precisamente en Cantillana donde sufrió un accidente; Ocaña se había disfrazado de sol el día 23 de agosto, para participar en una fiesta que él mismo había organizado. Llevaba adosadas a su cuerpo una serie de bengalas y una de ella se prendió, produciéndose graves quemaduras, siendo ingresado en la unidad de quemados de la residencia García Morato, en Sevilla; si bien las quemaduras no fueron la causa directa de su muerte, una antigua hepatitis complicó su debilitada salud y le provocó la muerte el 18 de septiembre de 1983.

La noticia de su fallecimiento fue un duro golpe para las gentes de Cantillana, así como sus amigos y compañeros de su trayectoria personal y profesional de Barcelona.




Curiosamente, José Pérez Ocaña protagonizó una de las primeras películas españolas sobre el tema de la homosexualidad: era el año 1978, y su director fue Ventura Pons. La película, Ocaña, retrato intermitente.



Son tantas y seguirán siendo las personas transgresoras que rompen tabúes y abren camino en esta nuestra sociedad que merecen ser recordadas, y por supuesto, como es el caso de JOSÉ PÉREZ OCAÑA, o solo OCAÑA, un transgresor, una persona libre y todo un icono de la que sería una generación.





Fuentes:
Wikipedia.
https://el pais.com
https://sevilla.abc.es


viernes, 19 de noviembre de 2021

Calum Scott - Rise (Official Video)



BUENA NOCHE

BUENA MÚSICA


 

EL CENOTAFIO DE NEWTON.- EL PROYECTO DE ÉTIENNE-LOUIS BOULLÉE.


                                                Étienne-Louis Boullée

Cuando hablamos de grandes proyectos de toda naturaleza que nunca llegaron a ser realidad nos encontramos ante las más variadas y extravagantes propuestas, más en el caso del que ideó el arquitecto francés Étienne-Louis Boullée en forma de cenotafio en reconocimiento al gran ISAAC NEWTON estamos ante una obra de carácter del todo revolucionario.




Étienne-Louis Boullée tenía vocación de pintor, si bien terminó por estudiar arquitectura en la escuela de Jacques-François Blondel, presionado por su padre. Un joven inteligente que con solo 19 años ya era profesor de la École des Ponts et Chausées, siendo admitido con 34 años como miembro de segunda clase en la Académie d´Architecture y con 52 años logró serlo de primera clase, hasta que en 1793 la Convención Nacional suprimió la misma.

Fue precisamente a partir de esta última fecha cuando Étienne-Louis Boullée se decidió por escribir un libro en el que trataba la arquitectura, con el título de Architecture, Essai sur l´art, que terminó en 1793, y que increíblemente no vio la luz hasta 1953; una obra que destaca por sus diferentes proyectos para todo tipo de edificios, desde palacios, iglesias, teatros, hasta bibliotecas e incluso cenotafios.




Precisamente, uno de sus proyectos más singulares fue el CENOTAFIO que dibujó en homenaje a la figura de ISAAC NEWTON, un monumento de forma esférica con una altura superior a la de la Gran Pirámide, pudiendo considerarse todo una muestra de lo que es la arquitectura revolucionaria.






El cenotafio cuyo proyecto nunca fue realidad tenía unas dimensiones gigantescas y sus formas geométricas elementales nos aproximan a los ideales de la Ilustración,y el motivo principal por el que nunca llegó a tomar forma fue la escasez de materiales y las carencias de la técnica de construcción de la época.




Por entonces, la Europa del siglo XVIII estaba dominada por el movimiento filosófico y científico de la Ilustración, apostando por el racionalismo como base para el pensamiento y la conducta humana, siendo Francia un gran centro para este movimiento, que vendría a establecer un nuevo orden social, defendiendo derechos humanos y restando poder a la aristocracia y a la Iglesia.

Boullée fue justamente el arquitecto que mejor vino a representar el rechazo total al estilo rococó, defendiendo el retorno a las formas clásicas de la antigua Grecia y Roma; asimismo, también era partidario de inspirarse en las formas de la naturaleza y la geometría "pura".




El proyecto estaba basado en una enorme esfera hueca con una altura superior a los ciento cincuenta metros, que iría situada sobre una terraza sosteniendo el hemisferio inferior y absorbiendo, a su vez, los empujes de la mitad superior; en el exterior se situaban tres terrazas en las que iban colocados otros tantos anillos concéntricos de cipreses, emulando a los antiguos mausoleos romanos.

A la esfera se accedía por la base, y a pesar de su gran tamaño solo una pequeño espacio puede ser ocupada en su interior. Su superficie debía estar perforada tan hábilmente que durante el día los rayos del sol pudieran entrar en su interior y podría dar la sensación nocturna de lo que era la bóveda celeste con todas sus constelaciones. Por contra, durante el día, y mediante un gran foto de luz artificial en su centro se reproduce la imagen diurna.




Es precisamente "la luz" de Newton la que alumbra el conocimiento de los hombres, y todo ello con la intención de ofrecer al espectador las mas singulares sensaciones de la inmensidad del universo.

Como todos sabemos Isaac Newton fue uno de los científicos más influentes de la historia de la humanidad, abarcando su trabajo la mecánica, la óptica y el cálculo, con sus leyes sobre el movimiento y la gravitación nos ofreció una certera visión del mundo físico.

Evidentemente, Étienne-Louis Boullée quiso hacer un homenaje a la figura de Isaac Newton con un monumento -cenotafio- a la altura de su aportación al progreso de la ciencia, algo que desgraciadamente, no pudo hacerse realidad.





Fuentes:
La arquitectura fantasma. Philip Wilkinson
Wikipedia.
https://proyectoidis.org


jueves, 18 de noviembre de 2021

Rag'n'Bone Man - Fall in Love Again (Live From Jazz Cafe)




BUENA NOCHE

BUENA MÚSICA


 

FRANÇOIS RUDE.- EL ESCULTOR DE "LA MARSELLESA"


LA MARSELLESA, conocida banda sonora y símbolo de la Revolución Francesa, vio la luz en 1792, gracias al encargo que realizó el barón de Diétrich a un capitán de ingenieros y compositor aficionado, Claude-Joseph Rouget de Lisle, con la finalidad de animar a las tropas francesas en la guerra contra Austria.



En 1830, tras la revolución, el arco de la Plaza de l´Étoile, fue decorado con un relieve, cuya autoría debemos a FRANÇOIS RUDE, y que recordaba la partida de los voluntarios que en 1792 se reunieron con el ejército; este singular relieve obedece al nombre de Départ des volontaires de 1792, si bien popularmente se le conoce con el nombre de LA MARSELLESA.




FRANÇOIS RUDE nació en Dijon, el 4 de enero de 1784 y falleció en París, el 3 de noviembre de 1855; sus primeros inicios en las artes plásticas lo fueron como dibujante en la escuela de arte de Dijon, si bien continuó en Paris, y como alumno de Pierre Cartellier, obteniendo en 1812 el Grand Prix de Rome.

Sus años siguientes los pasó en Bruselas, realizando algunas obras -un total de nueve bajorrelieves-, en el palacio de Tervuren, ya desaparecido. Fue en Bruselas donde contrajo matrimonio con Sophie Fremiet, un bonapartista gracias a la que pudo regresar a París, y volver a entrar en el círculo de exposiciones y concursos, siendo de esta etapa (1827) su obra una Virgen para St Gervais y un Mercurio atándose las sandalias, que podemos contemplar en el Museo del Louvre.




Por su escultura Niño pescador napolitano jugando con una tortuga (1833), también expuesta en el Museo del Louvre, fue merecedor de la Legión de Honor.




Más, sin lugar a dudas, la obra más famosa y por la que se le conoce popularmente, es la citada LA MARSELLESA, un espectacular altorrelieve que representa a los patriotas franceses que dieron su vida en 1792 en la lucha contra las potencias absolutistas de Prusia y Austria.




El  grupo escultórico nos ofrece unos más que evidentes rasgos de clasicismo en lo que es su composición, más por el tratamiento que Rude da a las diferentes figuras, con sus actitudes dramáticas puede vincularse a la escultura griega postclásica o helenística.







El monumento está presidido por una joven que representa el genio de la guerra con unas alas abiertas, arengando a los voluntarios, en tanto porta en la mano que dirige hacia delante una espada; los voluntarios son todos los personajes representados bajo ella, quien parece ser el jefe vestido con una cota de malla, coraza y grebas, en tanto agita su casco animando a sus hombres, a su lado un joven desnudo alzando su puño derecho y tras éste un hombre maduro que aparenta sacar su espada, otro personaje que se sitúa detrás parece dar consejos al jefe de los voluntarios, en tanto a la derecha de éste aparece otro joven, cuyo torso también se ve desnudo; por último, y detrás de él, otro hombre con cota de malla toca la trompeta.




Toda esta magnífica composición está sustentada en la figura central, la diosa de la guerra Belona (para los romanos) y que nos recuerda a la también figura femenina del cuadro de Delacroix "La libertad guiando al pueblo".




Con independencia de este extraordinario grupo escultórico, destacan obras suyas como Napoleón despertando a la inmortalidad, (Museo de Orsay), Juana de Arco (Jardines de Luxemburgo) o Hebe y el águila de Júpiter, Museo de Bellas Artes, de Dijon.






La importancia de François Rude ha quedado refrendada por la obra de Jean-Baptiste Carpeaux, que fue su discípulo, así como Charles Cordier y su hijastro Paul Cabetque.

En su ciudad natal Dijon se encuentra ubicado el Museo Rude, que fue inaugurado en 1947 y en el que podemos encontrar con sus diferentes moldes de escayola de la mayoría de sus obras, adquiridos por la ciudad de Dijon.

Disfrutad de su extraordinaria obra...

                                              Museo François Rude


Fuentes:
Wikipedia.
Historia.Curiosidades de la Historia. Parte 2.
www.claseshistoria.com


domingo, 14 de noviembre de 2021

Franz Ferdinand - Billy Goodbye (Official Video)


BUENA NOCHE

BUENA MÚSICA


 

CARL GUSTAV CARUS.- LA PINTURA DEL ROMANTICISMO ALEMÁN.




CARL GUSTAV CARUS fue, con independencia, de uno de los máximos representantes de la pintura del romanticismo alemán, el exponente de lo que puede considerarse una figura polivalente, capaz de destacar en las más variadas materias, como médico, psicólogo, biólogo, filósofo y, por supuesto, pintor.

Y fue, justamente por su condición de psicólogo que sentó las bases de la psicología profunda que desarrollaría posteriormente Carl Jung.

Una personalidad de mente brillante, abierto a todo tipo de conocimientos no ya solo dentro del arte sino también de la ciencia, de ahí ese especial halo, entre misterioso y onírico, entre real y soñado que viene a expresar en todas y cada una de sus pinturas, en las que la naturaleza es mayormente protagonista, dotándola de unos juegos de color del todo hermosos.





Carl Gustav Carus nació en Leipzig en 1879, y desde pequeño recibió clases de dibujo con Julius Diez, continuando su aprendizaje con Johann Veit von Carolsfeld, en la Academia de Dibujo de Oeser; no obstante, esta especial predilección por las artes no le impidió interesarse también por el estudio de las ciencias, ya que se graduó en química, física, botánica y medicina, es más fue la primera persona que dio una conferencia sobre anatomía comparada.

En definitiva, Carl Gustav Carus era lo que se conoce como un niño superdotado, que llegó a doctorarse en Medicina y Filosofía, amén de ejercer como profesor de obstetricia y director de la Maternidad de la facultad de Medicina y Cirugía de Dresde.

Todo ello lo compaginó con sus diferentes exposiciones, siendo la primera la que realizó en la Academia de la capital de Sajonia en 1816; de esta época data su amistad con Caspar David Friedrich, que duraría durante toda su vida, y cuya influencia puede observarse en muchas de sus obras.

Otro de sus grandes conocimientos vino de su estudio de la filosofía, gracias al cual trabó también amistad con Goethe; durante una gran parte de su vida Carus viajó por diferentes países del norte de Europa, algo que muestra en la temática de sus pinturas, unido todo ello a la influencia del pensamiento de Goethe.

Carl Gustav Carus entró a formar parte de un grupo la Naturphilolophie, una corriente filosófica partidaria de desligar las directrices de la ciencia dirigiendo su visión hacia una forma natural de entender el mundo; desde este punto de vista, y dentro de otra de sus pasiones, la biología, Carus introdujo el concepto de "arquetipo vertebrado", clave para concebir la teoría evolucionistas.

Abundando en su afán de conocimiento, a Carus le fascinaba el conocimiento del inconsciente, y en las bases de la neurología. Fue Carl Gustav Carus a quien debemos el término "inconsciencia", que aparece en su libro Psyché, en el que afirma de forma rotunda que para conocer el mundo consciente del individuo, hay que penetrar en su inconsciente.



Gracias a los estudios y aportaciones de Carus en esta materia, Carl Jung desarrolló sus teorías sobre el mundo del inconsciente.

Volviendo a su faceta de pintor, con el tiempo fue abandonando sus influencia románticas, mostrando una acentuada inclinación hacia el realismo; en 1931 vieron la luz sus "Nueve cartas sobre la pintura de paisaje", redactadas entre 1815 y 1824, en las que acuña el concepto del Erdlebenbild, por el que afirma que el pintor como el naturalista no debe concebir la naturaleza como una entidad inmutable, sino como un organismo vivo.




Con independencia de su legado artístico, Carl Gustav Carus aportó una gran variedad de dibujos sobre anatomía, lo que supuso una gran aportación para el mundo de la ciencia.




La existencia de Carl Gustav Carus, su trayectoria personal y profesional es consecuencia de su mente inquieta, de su capacidad para desarrollar todo aquello por lo que siente interés y ello en beneficio de las generaciones posteriores.

Grandes hombres que no pueden quedar en el olvido.

Disfrutad ahora con sus bellísimos paisajes, en su faceta como pintor.



















Fuentes:
https://www.artehistoria.com
https://lamenteesmaravillosa.com