domingo, 26 de diciembre de 2021

FRANÇOIS RABELAIS.- EL GRAN INTELECTUAL FRANCÉS DEL SIGLO XVI



Sin lugar a dudas, FRANÇOIS RABELAIS, nacido en Francia, probablemente Chinon o Turena, hacia 1494 y fallecido en París, en 1553, por su condición de escritor, estudioso del griego, médico y sacerdote, reúne todos los méritos para ser considerado como el mayor intelectual francés del siglo XVI.




Si bien no son muchos los datos que podemos conocer de su biografía temprana, su padre era abogado en Chinon y en 1510 ingresó en la orden de los franciscanos en el convento de La Baumette (cerca de Angers), donde profesó como monje, amén de realizar estudios de teología.

Mente privilegiada la de Rabelais quien estudió ciencias y diferentes idiomas, entre ellos, el griego (en 1523 la Universidad Católica de La Sorbona prohibió su aprendizaje, al considerar que podría ayudar a la extensión del erasmismo); es así que sus más que variadas lecturas consideradas como "irreligiosas", amén de la dureza de la regla monacal, le llevaron a pasarse a la orden de los benedictinos, en 1524. Poco tiempo después fue nombrado secretario del obispo Geoffroy d´Estissac, a la vez que frecuentó el círculo del poeta Jean Bouchet.

En 1530 inició estudios de Medicina en la Facultad de Medicina de Montpellier, lo que no le impidió ampliar sus conocimientos, como buen humanista de su tiempo, en filología, geografía, e iniciarse en la escritura satírica.

Es así como comenzó su trayectoria, más que brillante como escritor después de trasladarse a la ciudad de Lyon, donde publicó con el seudónimo de Alcofribas Nasier (anagrama de su nombre), entre otras obras, la serie con la Rabelais nos ofreció la manera de darle forma humanista a las aventuras de sus gigantes, apoyándose en el humor escatológico y en una fantasía del todo descabellada: "GARGANTUA" y "PANTAGRUEL".




Un total de cinco libros escritos a lo largo de un periodo de veinte a treinta años, caracterizados por el humor, ofreciéndonos uno de los aspectos principales de su carácter, plasmado en su trabajo: su sentido del humor; así es como Rabelais  consideraba algo del todo natural y hablada de ello: el sexo por placer, la defecación, las flatulencias, las aguas menores, e incluso la muerte la consideraba "divertida"; un hombre sin freno alguno, clasificado, en su tiempo, como peligroso.





Uno de los temas más reiterados en los citados libros son las referencias al clero, los sacerdotes, a los que considera grandes bebedores, y cuando no están bebiendo es porque están comiendo; es así que a Rabelais se le considera el "patrón" de las numerosas sociedades de comedores y bebedores, sobre todo, en Francia.

En Gargantúa y Pantagruel nos encontramos una gran variedad de personajes, si bien son tres los más importantes de lo que es la trama de la serie completa: Gargantúa, un gigante nacido del oído de su madre, padre de Pantagruel, cuyo nombre fue escogido porque el pequeño nació en medio de una gran sequía -"Panta", en griego, sequía y "Gruel", en lengua hagarene, sediento-; el tercer personaje es Panugro, amigo de Pantagruel.





Si bien el Libro Segundo se compuso antes que el Primero, por orden de publicación, el primero lo fue en 1532, con el nombre de PANTAGRUEL "Las hazañas y hechos horribles y espantosos del muy nombrado Pantagruel Rey de los Dipsodas, hijo del gran gigante Gargantúa"; en 1534 fue publicado GARGANTÚA "La muy horripilante vida del gran Gargantúa"; en ambos libros nos encontramos con las vivencias y experiencias del gigante Gargantúa, así como de su hijo Pantagruel, ambos enormes gigantes.




En PANTAGRUEL somos espectadores de la vida de un gigante de apetito voraz, del que deriva, precisamente, la expresión de "banquete pantagrúelico", abundando en todo tipo de excentricidades. Después del éxito de PANTAGRUEL, Rabelais publica GARGANTÚA, en el que nos hace una narración de la vida y obra del padre de Pantagruel, cuya escritura destaca por su mayor humanismo. Es en este volumen donde se incluye una de las más destacadas parábolas en la filosofía occidental, la de la Abadía de Thélème, en forma de crítica a las prácticas docentes de la época; esta Abadía es una especie de comunidad idílica, cuyo lema es "Haz como gustes", y en la que los monjes y las monjas no solo comen de forma conjunta, sino que todo ello lo es en un ambiente rodeado de alegría, son felices, y por ende, buenas personas, en definitiva, se les permite vivir bajo su propio criterio, en lugar de seguir instrucciones.





El Libro Tercero publicado en 1546 tiene como título "El tercer libro de los hechos y dichos heroicos del noble Pantagruel, compuestos por Don François Rabelais, Doctor en Medicina", fue condenado como herético por La Sorbona, París, e incluido en el Índice de los libros prohibidos, junto con GARGANTÚA; ello llevó a Rabelais a refugiarse, inicialmente en Metz y después en Roma.




El Libro Cuarto, del que en 1548 habían sido publicados once de sus capítulos, fue completado en 1552, con el nombre de "El Cuarto Libro", siendo, igualmente, censurado por los teólogos.

Por último, el quinto libro fue publicado después de morir su autor, en 1564, con el título de "El quinto y el último libro de los hechos y dichos heroicos del buen Pantagruel", si bien la autoría de Rabelais ha sido siempre discutida.



La obra de François Rabelais es un escenario satírico de la sociedad de la época en la que vivió, en el que abundan todo tipo de detalles pintorescos que vienen a dar como resultado una descripción humorística y exacerbada de la Francia de su época; su sátira ataca la necedad y la hipocresía, así como todo tipo de traba contra lo que es la libertad humana, atacando en innumerables ocasiones a la Iglesia por su rígido dogmatismo.




Son las suyas narraciones de la vida misma y de tres generaciones de gigantes, haciendo alusión a las debilidades humanas, a la ambición y degeneracion de papas, políticos, órdenes monásticas (que el mismo pudo comprobar), e incluso, a la mismísima Universidad de París; Rabelais apuesta siempre por su talante abierto al goce de la vida, en todas sus expresiones.




Fuentes:
Wikipedia.
https://biografiasyvidas.com
Breve Historia del leer. Charles Van Doren.


jueves, 23 de diciembre de 2021

Bunbury - El Triste (Videoclip Oficial)



BUENA NOCHE

BUENA MÚSICA


 

SIR ROLAND ALGERNON PENROSE.- LA BASE DEL MOVIMIENTO SURREALISTA INGLÉS.




SIR ROLAND ALGERNON PENROSE sentó las bases del movimiento surrealista inglés, después de que fuera uno de los organizadores de la Exhibición Internacional Surrealista en Londres.

Roland Algernon Penrose nació el 14 de octubre de 1900 y falleció el 23 de abril de 1984; creció en el seno de una acomodada familia, hijo de James Doyle Penrose, pintor de retratos de reconocido renombre y de Elizabeth Josephine Peckover, hija del Barón Peckover, acaudalado banquero.





Roland Penrose, amén de promotor del arte moderno, fue artista, historiador y poeta, coleccionista de ese arte moderno que se vinculó con los movimientos surrealistas del Reino Unido.

A raíz del estallido de la Segunda Guerra Mundial, y toda vez que se declaró objetor de conciencia, se unió al servicio voluntario de ambulancias fundado por la Sociedad Religiosa de los Amigos, y posteriormente, a la Cruz Roja Británica en Italia.




Un artista que decidió estudiar arquitectura en el Queen´s College, en Cambridge, y se trasladó a Francia, donde contrajo matrimonio con la primera de sus esposas, la poeta Valentine Boué.




Es en esta primera etapa de su vida donde entabló amistad, entre otros artistas, con Pablo Picasso al que admiraba enormemente, es más en 1938 y junto con E.L.T. Mesens organizó la muestra Picasso´s Guernica en la New Gallerie de Londres, y posteriormente en la Whitechapel Art Gallery; todo ello fue consecuencia de haber sido testigo de la creación de Guernica.





Después de su regreso a Londres, se estableció en Hamstead, formando a su alrededor una comunidad de artistas vanguardistas ingleses, y abrió la London Gallery en la calle Cork. 

Roland Penrose también potenció el trabajo y la obra de otros grandes artistas como Henry Moore, Barbara Hepworth, Ben Nicholson y Naum Cabo.

Su total dedicación al mundo del arte terminó con su matrimonio, en 1937, si bien, dos años después inició una nueva relación con la modelo y fotógrafa Lee Miller; ambos contrajeron matrimonio en 1947, estableciéndose en el 21 de Dowshire Hill, lo que nos lo recuerda una placa conmemorativa.





El matrimonio Penroso-Miller trabajó en una singular experiencia, él como profesor y ella como modelo, en la Escuela de Camuflaje de Farnham Castle, en Surrey, lo cual se vio posteriormente refrendado por la publicación de un libro Manual de Camuflaje de la Home Guard.




La labor de Roland Penrose siempre estuvo relacionada con la organización de todo tipo de exposiciones y muestras relacionadas con el arte moderno, como 40 años de Arte moderno, y 40.000 Años de Arte Moderno -en esta última nos brindó la oportunidad de conocer el arte africano, especialmente, la escultura-.





Son más que conocidos y reconocidos sus publicaciones y libros en los que contó con ilustraciones de grandes artistas como Picasso, Max Ernst, Joan Miró, Man Ray y Antoni Tàpies.

Junto con su segunda esposa, Lee Miller adquirió la Farley Farm House en East Sussex, en 1949, donde reunió su valiosa colección de arte moderno, las que, tras su fallecimiento fueron cedidas, en gran parte a la Scottish National Gallery of Modern Art en Edimburgo.

Sir Roland Algernon Penrose nos legó una insuperable colección de pinturas, dibujos y objetos surrealistas, si bien, son sus collages los que alcanzaron mayor difusión y popularidad.










Una vida apasionante, marcada por su tendencia a la agitación artística, así como el conocimiento directo del arte; sus principios estéticos han sido un referente para muchos artistas seguidores de su trayectoria.





Fuentes:
Wikipedia.
https://guenica.museoreinasofia.es

domingo, 19 de diciembre de 2021

JACQUES LINARD.- LA ELEGANCIA EN LA PINTURA DE BODEGÓN.




En la historia de la pintura, como en muchas otras formas de expresión artística, el reconocimiento al valor de creadores y sus obras lo ha sido después de su fallecimiento, y generalmente a virtud de exposiciones organizadas por grandes galeristas. Es así como ocurrió con JACQUES LINARD, considerado como pionero en la pintura de bodegones en la Francia del siglo XVII y cuya popularidad dentro del mundo del arte le llegó en 1934, a raíz de que un galerista parisino le incluyó en una muestra Les peintres de réalité.

Pues esta es su historia y su legado.





JACQUES LINARD nació en Troyes en 1597 y falleció en París en 1645, siendo pocos los datos biográficos que se poseen del mismo, aunque sí se sabe que su padre, a tenor de su partida de bautismo, fue Jehan Linard, también pintor, del que no queda constancia de obra suya alguna.





Es del todo cierto que vivió en París, hacia 1626, en el tradicional barrio artístico de Saint-Germain-des-Prés, conocido por la circunstancia de que en el mismo también vivían muchos pintores que cultivaban las naturalezas muertas, entre ellos, Louise Moillon o Lubin Baugin.







En 1631 fue nombrado Peintre et Valet de Chambre du Roi, de Luis XIII, lo que le permitió una cierta solidez económica durante su vida, y el poder dedicarse a su gran vocación: la pintura.

Y es esa pintura la que nos ofrece las más deliciosas estampas de frutas y flores, es más, curiosamente, Jacques Linard fue uno de los primeros pintores en introducir la figura femenina en el género, envolviéndola y rodeándola de todo tipo de flores y frutas.





Otra de las temáticas que aborda en sus bodegones son las conchas, en una época en la que las más variadas eran traídas a Europa desde el Pacífico por los buques mercantes holandeses y que fueron objeto de colección por su belleza.




Con independencia de la influencia del bodegón francés en sus trabajos también se observa una fuerte influencia de la escuela flamenca, especialmente de los bodegones firmados por Jan Brueghel, y es también en sus naturalezas muertas en las que incluye significados morales en la forma de vanitas. (La vanitas es una obra de arte de carácter simbólico que viene a mostrarnos lo que es la frugalidad de la vida, la inutilidad del placer y la única certeza: la muerte).




Jacques Linard nos ofrece una visión precisa empleando formas sencillas, al igual que se aproxima a la tendencia naturalista, recordándonos en muchos aspectos a maestros españoles del bodegón, como Juan Sánchez Cotán.




Con el tiempo la alegoría cobra protagonismo en su trabajo, como su magnífica obra Los cinco sentidos, que podemos descubrir en el Musée de Beaux Arts, en Estrasburgo, ya que en la misma lleva a cabo una excepcional composición con un espejo, un juego de cargas y unas monedas, junto con flores, frutas y una caja de música, alegoría de los diferentes sentidos.

Jacques Linard falleció en París  el 12 de septiembre de 1645.




Fuentes:
Wikipedia.
Tendencias del Mercado del arte.
https://museothyssen.org