jueves, 29 de abril de 2021

Texas - Mr Haze (Official Video)


BUENA NOCHE


BUENA MÚSICA



 

GEORGES INNESS.- EL PAISAJISMO NORTEAMERICANO.



La pintura vuelve una vez más a ser protagonista de este artículo de hoy dedicado a la personalidad y la obra de un pintor norteamericano contemporáneo de los pintores de la segunda generación de la Escuela del Río Hudson, si bien la evolución de su obra le acercó por su conocimiento de las tendencias pictóricas europeas a la Escuela de Barbizon. 





Georges Innes nació cerca de Newburgh (Nueva York), en 1825 y falleció en Escocia, durante un viaje, en 1894, siendo sus primeros contactos con el mundo de la pintura de forma totalmente autodidacta, para a continuación comenzar su formación en Nekwark -ciudad a la que se trasladó la familia a vivir- con el pintor ambulante John Jesse Barker, y es a partir de 1841, y durante su residencia en Nueva York, cuando prosigue sus estudios con el pintor francés Régis François Gignoux, quien fuera alumno de Paul Delaroche.





Sus primeras exposiciones las lleva a cabo durante la década de 1840, primero en la National Academy of Design, en 1844 y un año después en la American Art Union.

Durante el primero de sus viajes a Europa que fueron muchos, por cierto, le sirvieron para ir consolidando su estilo. Es así como Italia, Francia y Holanda, se convirtieron en destinos habituales, y es en Francia cuando se interesa por la obra de Claudio de Lorena, John Costable, amén de acercarse a los paisajes de la escuela francesa de Barbizon, convirtiéndose en un admirador de Théodore Rousseau. De esta forma el estilo y la técnica de Georges Innes se alejan de su inicial tendencia por la escuela norteamericana del Río Hudson y se aproximan a la citada escuela francesa.



De salud delicada, Georges Innes trasladó su residencia, a principios de 1860 de Nueva York a Medfield y en 1864 a Eagleswood, donde por medio del también pintor William Page se acercó a las enseñanzas místicas del sueco Emanuel Swedenborg, conocido por su libro De caelo et ejus mirabilibus et de inferno, ex auditis et visis -Sobre el cielo y sus maravillas y sobre el infierno, de lo escuchado y lo visto-, en el que intenta dar una descripción detallada de la vida después de la muerte, convirtiéndose en seguidor de esta corriente de pensamiento religioso; a consecuencia de ello sus obras adquieren una mayor expresividad y un carácter misticista, de ahí que sus últimos trabajos destaquen por una atmósfera poética.




En 1870 realiza un nuevo viaje a Italia, y después de una pequeña estancia en Francia, regresa a Nueva Jersey, estableciéndose en Montclair; a partir de este momento, sus viajes lo son, por motivos de salud, a la Cataratas de Niágara, a Virginia, California y a Tarpon Springs, Florida.





La obra de Georges Innes nos ofrece una visión deliciosa por lo que se refiere a la mezcla de nubes, sombras y puestas de sol, destacando sus paisajes en los que reina una absoluta tranquila actividad rural; con su técnica viene a demostrar una gran maestría en lo que es el tratamiento de la atmósfera y el espacio.






Fuentes:
www.mcnbiografias.com
https://www.museothyssen.org


domingo, 25 de abril de 2021

Paul Weller - On Sunset (Official Video)



BUENA NOCHE

BUENA MÚSICA


 

LA SALA DE PORCELANA DEL PALACIO DE ARANJUEZ.



La historia se escribe, en muchas ocasiones, en base a caprichos -si pueden considerarse como tales- de personalidades famosas y conocidas, incluidos reyes. Este artículo obedece a uno de esos caprichos, el de un rey: CARLOS III DE ESPAÑA.

El reinado de Carlos III de España fue consecuencia de la muerte de sus dos medio hermanos, Luis I y Fernando VI, que sucedieron a su padre Felipe V inicialmente, si bien al fallecer sin descendencia, fue Carlos, tercer hijo varón de Felipe V -el primero que tuvo con su segunda mujer, Isabel Farnesio-, el que ocupó el trono de España desde 1759 hasta su muerte en 1788.




Carlos III abandonó el trono de Nápoles en 1759 al estar destinado a ser rey de España, más para su estancia definitiva en este país se trajo sus adoradas fábricas de piedras duras y de porcelana, que ubicó en Madrid, inicialmente en el lugar que, a día de hoy, está la estatua del Ángel Caído y la denominó REAL FÁBRICA DE PORCELANA DE EL BUEN RETIRO.


                            Noria de la Real Fábrica

Una de las más deliciosas creaciones de la porcelana europea del siglo XVIII es la que se conoce como Sala de Porcelana del Palacio de Aranjuez; sus orígenes se remontan a la época de Felipe V, gracias al trabajo de los pintores/decoradores Galuzzi y Bonavia, que realizaron el gabinete de Isabel de Farnesio, de la que solo se conserva lo que es el pavimento de mármoles. Esta sala fue remodelada durante el reinado de Carlos III, siendo recubierta con paneles de porcelana esmaltados en colores vivos, y fijados a un armazón de madera. Este maravilloso trabajo artístico debe su existencia a Giuseppe Gricci y en la que es su bóveda puede leerse hasta cuatro veces el año en el que finalizó su decoración, 1765.



La Sala o Saleta de Porcelana, como también se la conoce, es una habitación de 4,68 metros de altura por 7,08 de lado, cuyas paredes, así como el techo, están cubiertas por placas de porcelana de color blanco y que se sujetan atornilladas a las paredes sobre un armazón de madera. Estas singulares placas están decoradas por figuras orientales y animales de los más variados colores, cuyo estilo se enmarca dentro de lo que se conoce como rococó, tal y como también podemos ver en la Sala del Palacio de Porticci, en Capodimonte.



                                    Palacio Porticci
                                    (Capodimonte)

Si hay un rasgo que caracteriza a esta bellísima Sala de Porcelana es su exuberancia. Toda esta decoración se complementa con siete espejos, dos puertas y dos ventanas, destacando sus chinerías dieciochescas, que dan al recinto una imagen de gran gracia y viveza, salpicada con figuras orientales, dragones, monos, frutos y los más variados objetos, que se visualizan entre toda una maraña de ramajes y cintas.




Las puertas de madera policromada aciertan en su estilo decorativo y del techo abovedado pende una lámpara que simula una palmera, con los brazos en forma de raíces y un personaje chino que se agarra a su eje; asimismo, a sus pies sobresale un bosque de candelabros con hojarasca de la que cuelgan sendos animales fantásticos.





Por lo que respecta a los espejos, cada uno de ellos tiene un marco de estilo rococó que está coronado por un jarrón con frutas, y a cada uno de sus lados destacan dos candelabros de tres brazos que, al iluminarse se reflejan sobre los espejos, lo que ofrece un especial encanto, multiplicando el efecto lumínico.




Lo que es el cuerpo central de esta deliciosa y particular estancia está decorado a base de figuras orientales, adornadas con parasoles, y que aparecen bien tumbados o sentados, resultando un conjunto visualmente cuyo vivo colorido es su principal característica, si bien el color que más destaca es el tono oro, aunque también abundan los verdes y azules, así como rojos, rosas, y turquesas. Toda esta magnífica obra lo fue gracias a los pintores José y Juan Bautista de la Torre y Jenaro Boltri, en 1764.




El minucioso trabajo que supuso la bóveda, junto con el dorado de las ventanas, vidrieras y puertas de paso es todo un placer para la vista, debiendo detenernos en las seis sillas isabelinas lacadas con chinerías y que se inspiran en el modelo inglés Reina Ana.

En su conjunto esta estancia supuso un costo de 571.555 reales, comenzado en 1760, y cuyo autor es el italiano José Gricci y fue terminado en 1765; en uno de los zócalos aparece la siguiente inscripción: "Joseph Gricci delineavit et sculpsit 1763".







Nada más acertado que alabar la magnífica composición de todo el conjunto, teniendo en cuenta que el empleo de la porcelana como material es arduo complicado, pues para los artesanos europeos su utilización no lo fue hasta el siglo XVIII, si bien los chinos la emplearon mucho antes. El paso de la porcelana de vajillas a ser utilizada para decorar paredes y salones es todo un arte en mayúsculas.





Fuentes:
Wikipedia.
https://www.patrimonionacional.es
Descubrir el Arte.

viernes, 23 de abril de 2021

Teddy Swims - Bed On Fire (Official Music VIdeo)


BUENA NOCHE

BUENA MÚSICA


 

CLARICE LISPECTOR.- LA PERSONALIDAD DE UNA ESCRITORA EXCEPCIONAL.


La literatura toma la palabra escrita en este espacio de hoy y con ella CLARICE LISPECTOR, una mujer controvertida y una personalidad del todo enigmática, convencida desde niña de que su vida sería la escritura.

Clarice Lispector nunca se esforzó por agradar a nadie, escribía lo que le apetecía y de la forma que deseaba, no obstante, su carácter era del todo imposible de clasificar, y es considerada junto con Guimarães Rosa, exponente de la excelencia de la literatura brasileña.



Nacida con el nombre de CHAYA PINKHASOVNA LISPECTOR, el 10 de diciembre de 1920, en la localidad ucraniana de Chetchelnik, de ascendencía judía, -lo que determinó su destino-, fue la tercera de los hijos de Pinkhas y Mania.




Como consecuencia del hambre y caos social y político que se vivía en su ciudad natal y la persecución racial, en 1921 la familia huyó hacia la actual Moldavia, Rumania y posteriormente a la ciudad de Maceió (capital del estado de Alagoas), consiguieron emigrar a Brasil, lo que determinó que cambiaran sus nombres: Pinkhas se convirtió en Pedro, Mania en Marieta y Chaya adoptó el nombre de CLARICE.




La pequeña Clarice perdió a su madre, como consecuencia de sífilis, enfermedad que contrajo tras ser violada durante la I Guerra Mundial, más gracias al tesón y voluntad de su padre la familia consiguió salir adelante.

Desde muy temprana edad empezó a escribir en portugués y es acertado recordar el hecho de que envió varios cuentos al Diario de Pernambuco, que rechazó los mismos, toda vez que de los mismos solo se percibían "sensaciones".




Junto a su padre y una de sus dos hermanas, Clarice Lispector se trasladó a vivir a Río de Janeiro, donde comenzó a estudiar en la Facultad de Derecho, lo que compaginaba con la escritura pues en 1940 publicó su primera historia conocida, El triunfo. Poco después su padre fallecería, a los 55 años, y Clarice  con solo 20 años quedó huérfana. Poco después con 21 años, publicó su obra Cerca del corazón salvaje, siendo merecedora del premio Graça Aranha a la mejor novela publicada en 1943.




Curiosamente, y dada la peculiaridad del carácter de Clarice Lispector, siendo aún muy joven conoció al diplomático Maury Gurgel Valente, católico, por cierto, que se convertiría en su marido, y al que acompañaría en sus diferentes viajes a lo largo del mundo, hasta su separación en 1959. Durante 15 años, Clarice Lispector llevó una vida de esposa, lo que no le impidió escribir y publicar su segunda novela: El Lustre.



En 1949 retomó su actividad periodística, firmando con el pseudónimo de "Tereza Quadros" en un periódico local. De su matrimonio vieron la luz dos hijos: Paulo y Pedro, y todo ello en tanto viajaba por Europa -Inglaterra, París, Berna-, regresando a Río y trasladándose después a Washington DC, ciudad en la que vivió ocho años. 




La vida "tradicional", si puede considerarse así, como esposa de diplomático de Clarice Lispector, la limitó en gran medida sus posibilidades como escritora, pues aunque no dejó de hacerlo sus temáticas abarcaban temas tradicionales, eso sí, su estilo, su forma de narrar eran únicas y del todo diferentes, capaces de transmitir "sensaciones".




Fue en 1959 cuando se separó de su esposo y regresó a Río de Janeiro, retomando de forma continua su profesión periodística y literaria; ello se vio traducido en la publicación de su primer libro de cuentos, Lazos de familia, la novela La manzana en la oscuridad, -que se transformó en obra de teatro-, y la que sería considerada su obra maestra, La pasión según G.H., en 1963.




Pese al éxito que fue cosechando, Clarice Lispector era todo mutismo para con el público y la prensa, algo que se veía en gran medida propiciado por su sintomatología de ansiedad y depresión, y fue un hecho determinante el que marcó no ya solo su vida personal, sino su físico y su posterior historia: una noche de 1966 Clarice se durmió con un cigarrillo encendido y su dormitorio resulto destruido. Sus quemaduras le dejaron marcas en gran parte de su cuerpo, debiendo permanecer ingresada en el hospital durante varios meses. Su mano derecha le quedó del todo inutilizada y estuvo a punto de perderla; todo ello contribuyó a que su estado anímico fuera debilitándose con el tiempo y la depresión se instalara en su vida.




Pese a ello, Clarice Lispector continuó escribiendo, publicando libros infantiles, haciendo traducciones -ya que dominaba el portugués, inglés, francés, español, e incluso, hebreo y yiddish, amén de nociones de ruso-; todo ello lo alterno con conferencias y charlas en diferentes universidades de Brasil.




Su último libro La hora de la estrella fue publicado poco antes de su fallecimiento, víctima de un cáncer con solo 56 años.




Si existe un término que venga a definir el estilo literario de Clarice Lispector es ORIGINALIDAD, destacando su profundo lirismo y su aproximación a los más que diferentes procesos mentales y emocionales y la estrecha relación entre ambos.

Sus obras nos muestran una prosa reflexiva, cuyos personajes no solo hablan sino que llevan a cabo apreciaciones, críticas, reflexiones sobre las más variadas situaciones vitales: el pensamiento de las personas y su forma de entender su propia vida es el denominador común de su relato.




Desde su fallecimiento -9 de diciembre de 1977- hasta nuestros días han sido muchos los críticos que han analizado tanto el estilo como el contenido de la obra de Clarice Lispector, llegando a ser comparada con Virginia Wolf o James Joyce. En definitiva, su obra viene a ser un reflejo de esa inquietud que siempre manifestó en su forma de escribir y de hecho, "retratarse" a sí misma.



Fuentes:
Wikipedia.
https://www.elpais.com