BUENA MÚSICA
sábado, 29 de febrero de 2020
miércoles, 26 de febrero de 2020
LA GALERÍA DE LOS MAPAS DEL VATICANO.
Viajar a un país como Italia nunca deja de sorprendernos y si hacemos una más que obligada parada en la Ciudad del Vaticano no podemos dejar de disfrutar con las maravillas que albergan los Museos Vaticanos, y entre ellas, encontramos una muy especial: La Galería de los Mapas.
Ciudad del Vaticano
Se trata de un impresionante corredor que alcanza los 120 metros de longitud por seis de ancho, y fue realizado por el arquitecto Ottaviano Mascherino, en 1580, a petición del papa Gregorio XIII.
Fueron tres años de arduo trabajo los que duró la decoración de esta estancia con los antedichos mapas, cuyo autor fue el fraile, también matemático, cosmógrafo y cartógrafo Ignazio Danti, en un total de 40 maravillosos frescos que vienen a ofrecernos unos detalladísimos mapas topográficos a gran escala de diferentes regiones y ciudades de Italia; asimismo incluye cada fresco una vista en perspectiva de su ciudad más importante. La disposición discurre de norte a sur, desde la septentrional Lombardía o Piamonte, hasta la meridional Apulia o Calabria.
Danti quiso ofrecer un curioso paseo por los Apeninos, y para ello, en una pared están representadas las regiones y comarcas de la vertiente del mar Tirreno, con sus colinas, ríos y bosques y, en la opuesta, las que se asoman al Adriático.
Al final de la sala, después de vistos 38 de los 40 paneles, podemos deleitarnos con dos mapas generales de la península itálica: Italia Antiqua, con las nomenclaturas que eran empleadas en la Antigüedad clásica, e Italia Nova, con los topónimos modernos.
La última restauración de esta zona tan especial, fue realizada entre los años 2012 a 2016, por lo que en la actualidad sus detalles y colores lucen de forma extraordinaria.
Bellísimo es el mapa de la antigua Italia, que merece una especial mención, enmarcado por una orla con motivos clásicos o geométricos -dicha ornamentación la tienen también el resto de mapas-.
En la que es su esquina superior derecha, podemos ver una orla ovalada, en tanto en el extremo inferior izquierdo una leyenda, en forma rectangular, y en la que se recogen las coordenadas geográficas de diferentes ciudades, así como una pequeña historia del territorio y sus ciudadanos.
Entre la que es la península itálica y las islas de Córcega y Cerdeña destaca una rosa de los vientos. Es digno de reseñar el colorido, tanto de los paisajes, en los que predomina el verde, como en el mar, ríos y lagos, que aparecen en azul.
Detalles del magnífico artesonado de los techos
Curiosamente, en el dibujo de las montañas se utilizó la técnica de los perfiles abatidos, lo que confiere a las montañas la sensación de que las vemos desde arriba, cuyo efecto se consigue mediante el empleo de un delicado sombreado a los montículos, amén del empleado de variados todos de verde. Es así como el espectador tiene la sensación de estar contemplando el mapa desde una elevada altura.
Evidentemente, esta Galería de los Mapas es uno de tantos maravillosos tesoros que albergan los Museos Vaticanos, que merecen una o varias detenidas visitas.
Y es que viajar nos hace crecer en tantos sentidos...
lunes, 24 de febrero de 2020
domingo, 23 de febrero de 2020
WALT DISNEY Y LA MADRASTRA DE BLANCANIEVES
Cuando Walt Disney decidió iniciar el rodaje de una de sus más deliciosas películas de animación "Blancanieves y los siete enanitos",para inspirarse en uno de los personajes del que era su proyecto, realizó un viaje por Europa, a la búsqueda de modelos, entre ellos, el de la famosa "Madrastra de Blancanieves", y el hecho cierto es que lo encontró.
Uno de sus colaboradores Wolfgang Reithermann le mencionó la existencia de una escultura, la de Uta von Ballenstedt, si bien Walt Disney no llegó a verla, se hizo con varios libros conteniendo imágenes de ésta. Ante la significativa belleza glacial de la escultura, Disney no lo dudó y se inspiró en esta figura femenina para "construir" el personaje de Grimhilde, si bien, también tomó determinados rasgos de actrices como Joan Crawford, Katharine Hepburn y Gale Sondergaard.
La estatua en cuestión es una de las que adornan el coro occidental de la catedral de San Pedro y San Pablo de Naumburgo, ciudad cercana a la frontera con la República Checa, que representa a una dama del siglo XI, llamada Uta von Ballenstedt, sobre la que se conocen pocos datos biográficos, salvo que era nieta de Otón I, margrave de Sajonia, y que con 26 años contrajo matrimonio con Ecardo II, margrave de Meissen.
La dama en cuestión se libró de la hoguera por una acusación de brujería, culpando en gran medida al que era su esposo (cualidades no le faltaban a la buena señora para siglos después encarnar el papel de la Madrastra de la susodicha Blancanieves).
La escultura de Uta la debemos a un extraordinario escultor, prácticamente desconocido, el Maestro de Naumburgo, quien fue el encargado de llevar a cabo la realización de las que representaban a sus benefactores, y son ejemplo de originalidad dentro de lo que se considera la escultura europea medieval, cuyo realismo se manifiesta en su acertada fisionomía.
Uta von Ballenstedt falleció doscientos años antes de que quedara inmortalizada para siempre, lo que ocurrió en el año 1046, en tanto que su escultura fue realizada entre los años 1250 y 1260, y junto a la de Uta, aparecen once figuras más, dispuestas en semicírculo a lo largo de la pared del ábside.
El grupo escultórico nos ofrece los avances en la representación estandarizada de personas, típica del Románico, y para ello da prioridad a los rasgos individuales, entre ellos, el movimiento de la persona retratada. Y a ello se une el hecho de que las obras que componen el coro representan a personas seculares y no a santos, como era común hasta entonces.
La figura de Uta aparece situada al lado de su poco agraciado consorte, separada de éste por un escudo, luce una corona muy elaborada, y debajo de ésta, siguiendo la tradición de las mujeres de la época, su pelo va recogido en una trenza y sujeto con un Gebende, o tocado parecido al capiello, sujeto por una banda de lino cubriendo la barbilla, las orejas y las mejillas. Su mirada va dirigida al altar, destacando su expresión concentrada y reflexiva, con cierta frialdad. Una de sus manos levanta el cuello de su capa para protegerse del frío, en tanto la otra mantiene la capa pegada al torso.
El realismo de esta escultura es del todo espectacular, fascina a primera vista, algo nada habitual en la escultura de dicha etapa histórica.
La policromía destaca su vestido, que está adornada con un valioso broche, en su rostro, los ojos verdes, la nariz recta y sus labios rojos carmín dotan a la figura de una belleza excepcional.
La imagen de Uta fue utilizada por el régimen nazi para simbolizar los ideales de lo bello y sagrado del Tercer Reich.
Cuando Disney nos regaló su deliciosa obra "Blancanieves y los siete enanitos", en 1937, la figura de Uta von Ballenstedt, como "modelo" de la malvada madrastra Grimhilde, fue reconocida a nivel mundial.
Y es que, en ocasiones, la historia se nos acerca a través de los más curiosos medios, en este caso, una película de dibujos animados, que han convertido a Uta von Ballenstedt en una "estrella cinematográfica".
La Historia, el arte, nunca resultan aburridos...
Disfrutad...
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Directorio Hispano de las Artes
Fuentes:
Historia National Geographic
Wikipedia
sábado, 22 de febrero de 2020
GIAN LORENZO BERNINI.- EL RAPTO DE PERSÉFONE
Gian Lorenzo Bernini
GIAN LORENZO BERNINI (Nápoles, 1598- Roma, 1680) está considerado como uno de los más grandes escultores del barroco italiano, heredero de la fuerza escultórica que observamos en Miguel Ángel, y que nos mostró la principal innovación que la Edad Moderna nos brindó: la ausencia del hieratismo, en definitiva, el hecho de que las esculturas empezaron a formularse de tal forma que pudieran ser vistas desde múltiples puntos.
Su obra "El rapto de Perséfone" está considerada como una obra maestra del llamado "manierismo".
Más Bernini extendió su prodigioso talento más allá de la escultura, pues fue autor de obras tan significativas como el diseño de la plaza de San Pedro del Vaticano, así como de parte de la que es su Basílica.
Su gran pasión fue la arquitectura, seguida por la literatura, y el resultado de su trabajo es consecuencia de una profunda observación de la realidad, de forma tan detallada que reproducía en su obra la vida con todo lujo de matices.
Bernini aprendió los rudimentos de la escultura en el taller de su padre, Pietro (1562-1629), quien también le presentó a importantes mecenas de la época, de forma que con tan sólo 23 años Gian Lorenzo esculpió esta bellísima obra: El rapto de Perséfone, una escena basada en la mitología y en la que destaca su realismo hasta el punto de que el mármol da la sensación de ser piel.
Características como el intenso dramatismo, la grandiosidad y la búsqueda de efectos escenográficos, que aparecen visiblemente en esta escultura.
En 1629, Bernini fue nombrado arquitecto de la basílica de San Pedro por el papa Urbano VIII, y desde entonces hasta su muerte trabajó sin descanso atendiendo a las peticiones de todos los que le sucedieron, a excepción del pontificado de Inocencio X, quién se decantó por otro de los grandes artistas de este periodo, Francesco Borromini.
Bien es cierto que Bernini también trabajó para mecenas privados, siendo una de sus obras más significativas el grupo escultórico El Éxtasis de Santa Teresa.
Más volvamos al motivo de este artículo que no es otro que la escultura EL RAPTO DE PERSÉFONE, para lo cual debemos conocer la historia de la que nos habla la mitología.
Perséfone -o Proserpina para la mitología romana- era una diosa griega, hija de Zeus y Deméter, de la que Hades, el dios de la muerte y del mundo subterráneo, quedó prendado, a raíz del embrujo de una de las flechas de Cupido.
Hades
Hades la pidió a su padre en matrimonio y Zeus se la concedió, más sin el consentimiento de su madre, Deméter. Un día, la joven doncella recogía flores en Sicilia donde fue raptada por Hades; el grito de la muchacha se escuchó por todas partes, más Deméter no pudo impedir que Hades se hiciera con la joven.
El dios del inframundo convenció a Perséfone para que comiera unas semillas de granada y así poder retenerla durante cierto tiempo; más Deméter, diosa agrícola, se negó a que la tierra diera su fruto si su hija no regresaba, los campos se secarían y acarrearían hambre y pobreza.
Perséfone o Proserpina, por Rossetti
Fue entonces cuando Zeus intervino, por su calidad de dios absoluto y fue decisión suya la que la joven pasara una parte del año con su madre, dando de esta forma cosechas, y la obra con su esposo, Hades, en tanto el mundo conoce del invierno.
Esta sería la explicación mitológica de la sucesión de las estaciones del año en la Antigua Grecia.
La escultura de Bernini nos ofrece el momento en el que la joven es raptada por Hades, regalándonos una obra de un realismo total, pues podemos observar cómo la piedra ha sido labrada hasta el punto de "verse" las venas, los músculos y todo ello con la sensación del movimiento consigue reflejar la tensión de la escena.
Y es bien cierto que observando esta estatua desde diferentes puntos somos conscientes de todos y cada uno de los minuciosos detalles que hacen de un trozo de piedra una obra de arte maravillosa.
Haciendo un repaso detallado de la escultura, en su parte inferior, aparece un perro con tres cabezas, el conocido como Cerbero, can del dios Hades, cuya misión era la de proteger la puerta del inframundo.
El detallismo con el que Bernini esculpe el mármol es del todo significativo, bastando con observar cómo las manos de Hades hacen presión sobre el cuerpo de Perséfone, sobre su cuerpo y muslos, hundiéndose de tal forma que parece todo ello carne real.
Bellísimo resulta el rostro de la joven Perséfone, recorrido por lágrimas que denotan todo su dolor.
El conseguido contrapposto, -término italiano que designa la oposición armónica de las distintas partes del cuerpo de la figura humana, lo que la dota de movimiento y contribuye a romper la ley de la frontaliddad- es un claro ejemplo del manierismo de la época, consiguiendo una sensación de movimiento y dinamismo.
Bellísima resulta también la trabajada cabellera de Hades, cuya cabeza aparece con una corona, la del rey del inframundo.
Es de significar que para Bernini la perfecta expresión de las figuras se podía conseguir si se llegaban a captar los fuegos interiores de cada personalidad o situación a representar, y es así como esta obra, en concreto, observada desde diferentes puntos o enclaves, nos ofrece detalles diferentes, que hacen de su contemplación un auténtico deleite para los sentidos.
Disfrutadla....
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Directorio Hispano de las Artes
Fuentes:
El libro de la Mitología. Ángel Erro.
Muy Historia.
www.biografiasyvidas.com
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