domingo, 16 de abril de 2017

WISLAWA SZYMBORSKA.-"La poesía se salva por los pequeños detalles"



Buen día.

WISLAWA SZYMBORSKA es la protagonista de nuestro espacio de hoy, y lo es por la excelencia de su obra poética, gracias a la que en el año 1996 se vió recompensada con el Premio Nobel de Literatura.

Wislawa era una mujer curiosa que amaba de viajar a lugares que le llamaban poderosamente la atención, y demostraba, en el día a día, el afecto que sentía por sus amigos.
Era un tanto introvertida, lo que no la privaba de ser una persona asequible, alegre y participativa. Un ser humano que te cautivaba por su amabilidad, su talante imaginativo.



Wislawa Szymborska nació un 2 de julio de 1923 en Bnin, cerca de Poznan, tal y como consta en su partida de nacimiento, -aunque también se menciona a Kórnik, como su localidad natal-, fue a a partir de los 6 años cuando se trasladó junto con su familia a Cracovia, siendo la suya una infancia feliz, y donde conoció, en tanto el mundo vivía el horror de la II Guerra Mundial, a los dos hombres que marcaron su vida, y le permitieron saber del amor en su máxima expresión.
Uno de ellos fue el poeta Adam Wlodek, con quien contrajo matrimonio en 1945, finalizando su relación en 1950, y otro fue el escritor Kornel Filipowicz, con el que convivió durante veintiún años. 


Desde el punto de vista ideológico el pensamiento de Wislawa S. pasó por una total adhesión al comunismo prosoviético hasta su toma de contacto con los que surgieron como círculos de la oposición.
En su Cracovia natal vivió toda su vida, desarrolló su trayectoria artística y falleció el 1 de febrero de 2012.
Su infancia, y juventud conoce de su estancia en la localidad de Zakopane, situado al pie de los montes de Tatra, pues su padre era el administrador del conde Zamoyski, un reconocido aristócrata polaco, en tanto su madre también trabajaba para el conde. Si bien la primera de sus hijas, Nawoja nació en dicha localidad, la segunda Wislawa lo fue ya en Kórnik. Es así que su infancia y adolescencia conoció de la compañía de su hermana y amiga, durante las temporadas de verano que discurrían en Zakopane.




Desde pequeña Wislawa S. sintió una especial aptitud para la lectura, y es más su padre animaba a su hija a que escribiera pequeños relatos, que terminaron convirtiéndose en extraordinarios poemas.
Esa afición se convirtió en profesión, una vez finalizada la II Guerra Mundial, y Wislawa entró a trabajar en la redacción de la revista Dziennik Polki, donde entregó dos poemas, que no recibieron la acogida esperada por parte de la redacción de la revista en cuestión. Evidentemente, la poesía no llegaba por entonces a todo el mundo, y la joven decidió abandonar el trabajo, si bien uno de los redactores de la misma, se fijó en ella y la presionó para que publicara uno, eso sí, era demasiado extenso, y tuvo que recortarlo.
Ese primer poema fue aceptado y gracias a ello, Wislawa Szymborska es hoy en día quién es, caso contrario, habría abandonado su deseo de dedicarse a la literatura.



Un hecho tan importante en su vida personal, como lo fue el matrimonio con su primer esposo Adam Wlodek, con quien habitaba en una especie de residencia para escritores, en el que Wislawa permaneció durante diez años. El lugar se conocía bajo el nombre de "Dom Literatów", y no era más que una forma del todo evidente por parte del gobierno de tener controlado al mundo intelectual.
Su primer libro, con el título de Por eso vivimos, fue publicado en 1952, y dos años más tarde lo fue Las preguntas planteadas a uno mismo. Durante esta etapa de su vida, Wislawa S. estaba vinculada al Partido Obrero Unificado Polaco (POUP).


Ello le valió, con el tiempo, numerosas críticas que le reprochaban su actitud política de esos primeros años, si bien Wislawa S. contestaba que, por entonces, todavía era una muy joven y no era del todo consciente de la importancia de ciertos aspectos de su ideología.
La separación de su primer marido, en 1954, no le impidió seguir manteniendo una buena amistad, hasta el fallecimiento de éste, en 1986, e incluso que le cuidara durante sus últimos años de vida.



Llega el momento en el que la madurez no solo personal sino poética alcanza a la obra de Wislawa, y es con la publicación de tres obras, Llamando al Yeti, en 1957, Sal, en 1962 y Poemas escogidos, en 1964, cuando Wislawa S. toma posicionamiento personal desde el punto de vista ideológico y se distancia del POUP. Ello le trajo como consecuencia la pérdida de las colaboraciones en diferentes redacciones, lo que, sin duda, le abrió las puertas al reconocimiento universal de la excelencia de su poesía.
Abundan sus viajes por el mundo, sus asistencias a conferencias, congresos, ...y poco después inició una segunda relación sentimental con el escritor Kornel Filipowicz, si bien nunca llegaron a contraer matrimonio, la suya fue una convivencia que duró veintiún años. 


Su bibliografía crece con distintas publicaciones como su libro Si acaso, en 1972, y en 1976 vio la luz El Gran número.
Diez años más tarde publicó Gente en el puente, que le valió valió varios premios, entre ellos el Premio Koscielski
Fueron años convulsos los que vivieron Wislawa S y su pareja, Kornel, a la sazón cofundadores de la Asociación de Cursos Científicos, con la finalidad de ofrecer conferencias tanto de historia, como de literatura, eso sí, sin participar en lo que eran las instituciones oficiales.
En tanto sus tendencias ideológicas se acercaban a las del sindicato "Solidaridad", públicamente no hacía declaraciones al respecto, pero el hecho de que en 1981 se declarara la ley marcial, puso a Wislawa Szymborska en el punto de mira del mundo literario y rompió toda colaboración que la vinculara a su inicial ideología. 




Gracias a la concesión del Premio Goehte, en 1991, el nombre de Wislawa Szymorska quedaba unido para siempre al de los grandes poetas del siglo XX.
Su obra poética se completa con la publicación de Principio y Fin, en 1993 y Vista con un grano de arena, en 1996.


Ese mismo año de 1996 WISLEWA SZYMBORSKA viajó a Estocolmo para recibir el Premio Nobel de Literatura: la recompensa más que merecida no solo a la obra, sino a la trayectoria personal, a la transición ideológica, al trabajo cuidado y delicado de una mujer que siempre se mantuvo fiel a ese tono amable, atento, en el que también conocía del sentido del humor y del desgarro interior.
Fue la suya una poesía nacida de su rico mundo interior, de esa especial observación que siempre la mantuvo unida a una humanidad que sufrió de fuertes reveses históricos y que gozó con las pequeñas cosas de la vida.


En su obra se advierte una magia especial... la de una mujer sencilla, dotada de una extraordinaria sensibilidad.

LAS TRES PALABRAS MÁS EXTRAÑAS

Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba viaja ya al pasado.
Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.
Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.

W. Szymborska


BUEN DÍA A TODOS

PURA KASTIGÁ


Blog incorporado al
Directorio Hispano de las Artes.

Fuentes: Wikipedia.
Antología poética.


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