BENJAMIN PALENCIA: PAISAJE Y NATURALEZA.

Buen día, estimados amigos, dedicamos el artículo que nos ocupa a la vida y obra de la figura de BENJAMIN PALENCIA, del que podemos afirmar que representa el espíritu de la época que intenta vincular tradición y vanguardia. Ello le lleva a participar de diversidad de escenarios, lenguajes y temáticas que es lo que configuran el Arte Nuevo español, es decir, la vinculación del arte realizado en nuestro país con lo que es la vanguardia y el Movimiento Moderno europeo.

Altea

Es la suya una obra que aúna trabajos realizados en óleos y en papel, también collages e incluso fotomontajes. Gracias a la proyección que sobre el arte nos ofrece Benjamín Palencia  -que nos evidencian una cercanía con el surrealismo- encontramos al artista que se detiene en proceder a realizar una revisión estética y crítica del concepto de artísta.

Bodegón

Benjamín Palencia nació en 1894, en un pueblo de la provincia de Albacete, Barrax, si bien su aspiración por aprender pintura le impulsan a marcharse a la capital, en 1909, con solo quince años, si bien no sigue formación académica alguna. Es mas, es su voluntad la de no estudiar en la escuela que era considerada, por entonces, la base para todo artísta, la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Ello lo justificaba por la diferencia en su forma de concebir y expresar el arte.

Cabeza de Muchacha

Dos toreros

Sus maestros fueron los grandes del Museo del Prado, como El Greco, Velázquez, Zurbarán, y Goya, pues era visitante asiduo del mismo.

Es la suya una visión mas que particular de entender y hacer pintura, obteniendo una expresión del todo propia y exclusiva. La vanguardia le acoge y permite que evolucione en el ámbito de distintas tendencias, como el impresionismo, el cubismo, el surrealismo e incluso, lo abstracto. 

Participa, en 1925, en la Exposición de Artistas Ibéricos en el Palacio del Retiro de Madrid, siendo frecuente, en su obra, durante este periodo, los bodegones y las naturalezas muertas, siempre desde la perspectiva cubista y en la que las formas son protagonistas.

El chico

La yegua blanca

En 1926, Benjamín Palencia se traslada a París, donde contacta con Picasso y Gargallo. 

A partir de este momento, Benjamín Palencia es asiduo de la técnica del collage, lo que le lleva a incorporar en sus obras materiales diversos, como la arena o las cenizas. Sus siempre sentidos paisajes se hacen cada vez mas esquematicos, terminando su obra con una técnica que roza la abstracción. 

Su estancia en Paris trae como consecuencia, el hecho de que su obra conozca el surrealismo, a medida que la madurez artística es un hecho.

La era

Montes

Poco a poco va abandonando los bodegones, es el paisaje castellano el que ocupa el protagonistmo en su obra, eso sí, manteniendo una mas que equilibrada estética entre tradición y vanguardia. Es del todo novedosa la técnica que emplea en sus paisajes surrealistas a los que une el empleo de materiales que extrae del paisaje en sí; nadie, hasta entonces, se había decantado por experimentar esa técnica.

Destacar que su primera exposición individual se celebra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en el año 1928.

Naturaleza muerta del sifón

Pueblos

De esta forma, su pintura le lleva a fundar la primera Escuela de Vallecas, junto al escultor Alberto Sánchez, en 1925, caracterizada por un estilo que les posicionan entre el postcubismo y el surrealismo, y una segunda Escuela, en el año 1942, cuya finalidad es la de ofrecer una visión actual del arte español. 

La Guerra Civil le mantiene en Madrid, y como en muchos otros artistas le supone una crisis y, a la vez, una revisión de lo que es su obra, la cual cambia radicalmente de técnica, y se vuelve mucho mas colorista, impactante, estamos hablando, pues, de fauvismo. Sus formas se acrecientan, la importancia del color y la intensidad del mismo, siendo su pincelada mucho mas enérgica. El paisaje y la naturaleza se convierten en sus aliados.

Es de destacar su obra "Bodegón y paisaje", datada en 1943, o en "Cesta en el campo", de la misma fecha. Si bien en un primer término nuestros ojos se fijan en las formas del bodegón, el paisaje nos arrastra, nos lanza hacia un mas que fuerte cromatismo.

Autorretrato

Villa del Pedroso

Sus cuadros son una muestra de las mas que diferentes facetas que un artista, en este caso, un pintor nos puede ofrecer del campo castellano, y de todo el úniverso que puebla el mismo, donde encontramos campesinos, animales, caballos, toros, cabras. De esta forma, su pintura, pesa a ser una manifestación de cuanto de rudo y rural contempla paisaje castellano.

Es la suya una naturaleza agraria, marcada por una paleta fuerte y una textura manifiestamente tosca. 

Bien es cierto que su obra se vio vinculada al teatro, gracias a las escenografías teatrales que llevó a cabo para García Lorca y Calderón.

Después de recrearnos con la obra de Benjamín Palencia ¿quién pone en duda la magnificencia del color?

BUEN DÍA A TODOS

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Directorio Hispano de las Artes

Fuentes: Wikipedia.

Museo Centro de Arte Reina Sofia
www.arteespaña.com