domingo, 19 de febrero de 2023

CEROPLÁSTICA.- TODO UN ARTE.



Con el vocablo CEROPLÁSTICA viene a identificarse la especialidad artística en la que el principal elemento que se emplea es la CERA.

Un arte que hasta el Renacimiento italiano no era como tal considerado, si bien fue entonces cuando los artesanos y artistas plásticos fueron conscientes de la cera era uno de los materiales con los que llegaron a crear modelos más duraderos y que además les permitían una serie de posibilidades en lo referente a su diferente empleo, consiguiendo una extraordinaria naturalidad. Es así que la cera viene a ofrecernos la sensación sorprendente de la carne y la piel humana, lo que explica el hecho de que fuera empleada para los modelos de anatomía.




Este especial tratamiento de la cera utilizada en la anatomía tuvo un precursor en el artista Ludovico Cardi, quien llevó a cabo la primera de las anatomías humanas, concretamente, un "desollado" que supuso un anticipo de la posterior difusión de la ceroplástica anatómica durante el siglo XVIII.




No obstante, se tienen referencias de que los artistas y orfebres italianos de los siglos XIV y XV ya utilizaban la cera para los modelos que posteriormente realizarían en otros materiales, y que el gran artista Luca della Robbia se inició empleando la cera, de la misma forma que Ghiberti.

Destacaron artistas como Michelozzo, Sansovino y hasta Rafael llegó a modela sirviéndose de la cera. Desde entonces y hasta la actualidad han sido muchos los creadores que han empleado la cera para después hacer realidad su trabajo en otro material más duro, como es el caso del bronce.

Son más que conocidas las mascarillas y vaciados en cera que han venido realizándose desde el siglo XVIII, lo que con el tiempo sería el principio de los museos de figuras de cera, siendo el primero de ellos el que estableció Curtius en París en 1780 y que en la actualidad abundan y son más que famosos en todo el mundo.



Más el arte de la ceroplástica ha venido siempre asociado a la medicina por el hecho de que suponía un método de enseñanza y divulgación del conocimiento de la anatomía; en Italia, la ceroplástica anatómica alcanzó una relevante notoriedad en dos grandes centros. la Florencia de Leopoldo II, fundador del Museo La Specola, y la Bolonia del cardenal Propero Lambertini, quien fue elegido Papa con el nombre de Benedicto XIV en 1740. La ciudad de Bolonia formaba parte por entonces de los Estados Pontificios y en dicha ciudad se creó una Camera della Nomotomia en el reconocido Instituto de la Ciencia de la entonces ciudad universitaria.






El Palacio Poggi fue la sede histórica de este Instituto de la Ciencia y en el mismo podemos encontrar y admirar lo mejor de la ceroplástica boloñesa, gracias al trabajo de artistas como Ercole Lelli, Giovanni Manzolini, y sobre todo de Anna Morandi, conocida como la signora anatomista, alabada en las cortes imperiales de Viena y San Petersburgo. Resultan realmente impresionantes los modelos de anatomía patológica de la colección de Luigi Cattaneo, en el edificio de Anatomía Humana e Histología de la Universidad.




El empleo de la cera, siendo éste vertida en capas sucesivas, se mezcla con pigmentos y barnices a fin de conseguir un total mimetismo con la textura visual de la carta, especialmente, en rostro y manos.

Una de las aportaciones más espectaculares al arte de la ceroplástica nos lo regaló Filippo Scandellari, del que el Museo del Prado conserva dos magníficos bustos-, y que es la imagen de Anna Calegari Zucchini (1742). El empleo de la ceroplástica lo fue también para bustos destinados a la veneración de santos, en gran medida cercano a las tallas polícromas barrocas españolas.






Más, retornemos al Palacio Poggi, y al encargo realizado por el Papa Benedicto XIV de ocho esculturas de scorticati -desnudos desollados que ofrecen la visión de músculos y huesos humanos-, amén del esqueleto de un feto, todo ello obra de Ercole Lelli quien se servía de muestras procedentes de cadáveres para moldear los músculos en cera. Y fue su viuda, Anna Morandi, la que continuó la labor del que fuera su marido, realizando todo tipo de labores previas a la confección de la obra, como son la disección y modelado.





De especial interés por su relación con la anatomía resulta la estatua de una mujer yacente a la que se conoce como "Pequeña Venus o Venerina", del artista Clemente Susini (1782).

Nada más acertado afirmar que la CEROPLÁSTICA, al ser considerada un arte, adquiere una relevancia que va más allá  del sencillo exvoto con finalidad religiosa para revelarnos todo un mundo natural y acercarnos a la CIENCIA.






Fuentes:
Wikipedia.
Descubrir el Arte

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