¿Quién no ha escuchado hablar a alguien sobre su pareja y hacerlo en el sentido de decir que es su "ALMA GEMELA"?
Es del todo seguro que te habrás preguntado en más de una ocasión quién es o podría ser tu "alma gemela", si es que aún no la has encontrado o sueñas con que exista una persona destinada para ti.
Pues bien, la popularmente conocida como "media naranja" también hace alusión a la existencia de una pareja ideal, o lo que podría igualmente definirse como ese "otro que nos complementa".
El mito de las ALMAS GEMELAS nos lleva al filósofo griego Platón, quien en su obra EL BANQUETE, nos muestra a un grupo de amigos, entre los que se encontraba el también filósofo Sócrates, reunidos en un banquete.
El tema de la conversación lleva a los comensales a preguntarse y dar su respectiva opinión sobre lo que es y significa el "amor"; es así como todos y cada uno de ellos participan en el debate, alcanzado un nivel de discurso filosófico.
Entre los participantes en este singular encuentro podemos disfrutar de las palabras del joven Fedro, al hombre maduro Pausanias, al médico Eriximaco, al mismísimo Aristófanes, quien con cierta comicidad su mensaje encierra una gran profundidad; por supuesto, no podía faltar el alma del poeta, Agatón (el anfitrión de El Banquete).
La idea principal es qué se concibe como AMOR, un deseo que tiene la naturaleza mortal a fin de perpetuarse a través de las generaciones, en los recuerdos e incluso en el espíritu. Es así que se plantea también el amor sexual a modo de impulso que nos acerca a recuperar nuestra naturaleza dual originaria, mas solo el amor entre hombre y mujer es el que puede perpetuarnos, no descartando el amor homosexual considerado como tal.
Con independencia de este tema principal, en EL BANQUETE también se contempla, una idea secundaria, que es la de LA BELLEZA,-para los griegos la belleza siempre venía unidad a la bondad-, pues siempre se la asociaba a lo que se consideraba adecuado, conveniente o correcto, por ende, bueno.
Retomando el tema del "alma gemela", uno de los momentos más fascinantes del texto, es precisamente cuando le toca el turno a Aristófanes y el sentido que da a su existencia.
Al principio de los tiempos, la raza de los seres humanos no era tal y como la conocemos hoy en día, sino que no existían dos sexos, sino tres: hombre, mujer y la unión de ambos (el mito del andrógino) -hombre (andros) y mujer (gynos), el ser casi perfecto, se basta a sí mismo, es fecundo y se da luz a sí mismo; muchas mitologías contemplan esta idea de que el primer hombre era andrógino, de la misma forma que lo será el último de los seres humanos.
Esta criatura andrógina era redonda, tenía cuatro manos, cuatro pies y una cabeza con dos rostros exactamente iguales, mirando cada uno hacia una dirección; este particular ser podía, igualmente, andar, más también rodar, para lo que se servía de sus brazos y piernas; el hecho de tener la morfología redonda partía de la base de que sus padres eran redondos: el hombre era hijo del Sol, la mujer de la Tierra, y la unión de ambos, un hijo de la Luna. Su fuerza era inmensa, al igual que su poder.
En su afán de alcanzar el Olimpo de los dioses desafiaron al Gran Dios Zeus, quien en lugar de aniquilarlos, prefirió partirlos en dos, por la mitad y de esta forma andarían sobre dos piernas... Es así como hizo realidad su plan y fue cortándolos uno a uno, y con la ayuda de Apolo, -que giraba sus cabezas para que pudieran ver su parte amputada-, les inculcaba una lección de lo que consideraba humildad...Nunca se debe de desafiar a un dios.
Llegado este punto, las criaturas nacidas de esta amputación comenzaron a morir, al ser incapaces de asimilar su nueva forma; fue entonces cuando Zeus sintió cierta compasión por ellos e ideó situar a cada nueva criatura con su parte reproductora de frente, a fin de que pudieran perpetuarse, hombre y mujer en el acto sexual.
Con el paso de los siglos, las criaturas llegarían a olvidar su origen, se amarían, se reproducirían por medio de un acto sexual, más siempre mantendrían vivo un deseo (olvidado), algo que no podían describir, pero sí sentir: esa nostalgia de la unión perfecta, la que tuvieron al principio de los tiempos.
Este mito, recordemos que la mitología es una forma de acercarnos a historias o fábulas que nos transmiten mensajes de generación en generación, nos habla de la necesidad que todos tenemos de sentirnos plenos, de ser felices.
No debe entenderse el hecho, como se viene a calificar al "alma gemela" a la persona que viene a darnos aquello de lo que carecemos o que deseamos, sino que cuando nos hallamos en presencia de ese "alma gemela" es cuando nos vemos a nosotros mismos, con nuestros defectos y nuestras virtudes y al aceptarnos tal y como somos, alcanzamos la plenitud, entiéndase, la felicidad.
Maravillosa mitología, bellísimas narraciones de los grandes filósofos griegos.... disfrútalas.
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