El gran mosaico de Jericó
Buen día.
Toda vez que en el último de mis artículos mi escenario estaba situado en Oriente, aquí que me quedo, con la intención de daros a conocer, para quien lo desconozca, evidentemente, uno de los más bellos mosaicos que existen, y que ocupa una superficie de ochocientos metros cuadrados.
Este delicioso mosaico, del que vamos a ocuparnos a continuación, sirvió como tapiz para el suelo a la entrada de los baños del Palacio de Hisham (que traducido significa "El lugar donde el agua brota de la tierra"), está situado a cinco kilómetros de la ciudad de Jericó, a orillas del Wadi Nuwayima, en Palestina.
Sobre la construcción del palacio se la debemos al califa musulmán Walid II, (743-744), finalizado el reinado de Hisham ibn Abd al-Malik, (723-743), inspirándose en los baños romanos que se adornaban con exquisitos mosaicos y decoración en estuco.
Este palacio lo constituye, amén del palacio en sí, el patio, la casa de baños, la mezquita, fuente con jardines y un gran recinto formado por un edificio cuadrado, dividido en dos plantas.
También es mas que probable que Al Walid II viviera en el palacio, si bien éste fue en gran parte destruido por el terremoto del año 749.
El descubrimiento del espectacular mosaico lo fue en el año 1943, y en el se trabajó durante cinco años, pues estaba en gran parte cubierto por los restos y escombros, consecuencia del antedicho terremoto.
A ello hemos de sumar el hecho de que durante la Guerra de los Seis días, la ocupación israelí no permitió ningún tipo de protección con el mosaico y éste se daño nuevamente.
Mas, afortunadamente, a raíz de los Acuerdos de Oslo, en 1993, se formó un grupo de expertos para la restauración del mismo, que contó con ayuda italiana y japonesa.
El gran mosaico fue expuesto, provisionalmente, y durante 24 horas al público, el pasado 20 de octubre, trás veinte años de restauración, y hasta que se termine la misma, a lo largo de 2017, cuando se le haya provisto de un techo que le evite la erosión.
Y el trabajo realizado se ha visto compensado al volver a ser vistas las teselas con sus colores azul, rojo y ocre, lo cual nos atrae la atención sobre el diseño geométricos y florales que tanto abundan.
No obstante, la pieza mas hermosa que ha sido recuperada es EL ÁRBOL DE LA VIDA, considerado como uno de los mosaicos más bellos del mundo. El mismo decora el suelo de una pequeña estancia y en ella aparecen representados un árbol y un grupo de animales. A un lado del árbol, figuran dos gacelas que comen de sus frutos, y al otro lado, un león que devora una gacela tras darle caza.
En palabras de Yihad Yasin, encargado de Restauración en el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Palestina, "se trata de una gran pieza bizantina, que combinaba los colores con las paredes, las columnas y el techo creando una maravillosa obra de arte".
Su total restauración y apertura al público lo será cuando ya cubierto por un techo que le proteja, esté igualmente provisto de una escaleras y una infraestructura adecuada para que el visitante pueda deleitarse con su observación sin dañarlo con su paso.
Para los amantes de los viajes que ofrecen la posibilidad de descubrir antiguas culturas, una opción a tener en cuenta para un futuro próximo.
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BUEN DÍA A TODOS
PURA KASTIGÁ
Fuentes: Wikipedia.
Cultura Home. El Mundo.
Historia. National Geographic.
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