La fotografía entendida como arte, forma de comunicación, expresión de estados o situaciones personales, denuncia política, económica y social... Son tantas las posibilidades que un fotógrafo nos puede regalar a través del objetivo de su cámara, tantas como queramos descubrir detrás de cada imagen captada en un instante.
KEITH CARTER es un fotógrafo americano, nacido en Madison, Wisconsin, el 3 de junio de 1948, y cuyo trabajo se caracteriza por la visión "fantasmal" de sus imágenes, protagonistas animales, paisajes, personas, e incluso, naturalezas muertas. Para conseguir el efecto buscado, Carter recurre a la fotografía en blanco y negro, sirviéndose de diversos enfoques, a la vez que se nutre de cierto aspecto onírico.
La vocación de Keith Carter crece en función de la profesión de su madre: retratista profesional de niños; con estos antecedentes, en 1970 Carter inicia su andadura en la realización de fotografías personales y comerciales.
Un hecho determinante en su desarrollo personal y profesional fue un viaje que realizó en 1973 al Museo de Arte Moderno de Nueva York, prestando una especial atención a la colección de fotografía. A ello se unió una circunstancia casual, el encuentro con el dramaturgo Horton Foote, quien le transmitió un singular interés por el exotismo del este de Texas, donde nació.
Fue ese ambiente sureño el que penetró de forma brutal en su planteamiento en cuanto a la orientación de la temática de su fotografía, todo ello unido a las lecturas de escritores como Harper Lee, Flannery O´Connor, William Faulker y otros; la consecuencia de este "encantamiento" fue el inicio del profundo amor por el Sur y sus tradiciones, por lo que sus primeros trabajos nos señalan en la dirección del relato fotográfico de historias, de cuentos en los que lo exótico se une a la imaginación, tomando como base realidades constatables.
Abunda en sus trabajos la referencia al mundo animal, el folclore, e incluso, la religión, todo ello en un intento -logrado- de dar expresión a nuestras más íntimos pensamientos y deseos, sueños e historias.
La amplitud de su obra viene refrendada por la publicación de catorce monografías sobre la excelencia de su trabajo, siendo asimismo galardonado, en función de su labor como profesor de fotografía en diferentes universidades, por la realización de talleres y seminarios tanto en los EE.UU. como en América Latina y Europa: Medalla de las Artes de Texas y el Premio Lange-Turner del Centro de Estudios Documentales de la Universidad de Duke, así como un puesto distinguido en la facultad y la Cátedra de Arte Walles en la Universidad de Lamar.
Las fotografías de Keith Carter está presente tanto en diferentes colecciones privadas y públicas, como el Instituto de Arte de Chicago, el Museo de Bellas Artes de Houston, la Galería Nacional de Arte de Washintong, DC y el Museo J. Paul Getty de Los Ángeles.
Detenerse, por unos momentos, en la observación de las imágenes que nos regala Keith Carter es sumergirse en un mundo que quizá exista o, en cualquiera de los casos, solo nuestra imaginación es capaz de crear. Disfrutadlo.
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