Sin lugar a dudas, FRANÇOIS RABELAIS, nacido en Francia, probablemente Chinon o Turena, hacia 1494 y fallecido en París, en 1553, por su condición de escritor, estudioso del griego, médico y sacerdote, reúne todos los méritos para ser considerado como el mayor intelectual francés del siglo XVI.
Si bien no son muchos los datos que podemos conocer de su biografía temprana, su padre era abogado en Chinon y en 1510 ingresó en la orden de los franciscanos en el convento de La Baumette (cerca de Angers), donde profesó como monje, amén de realizar estudios de teología.
Mente privilegiada la de Rabelais quien estudió ciencias y diferentes idiomas, entre ellos, el griego (en 1523 la Universidad Católica de La Sorbona prohibió su aprendizaje, al considerar que podría ayudar a la extensión del erasmismo); es así que sus más que variadas lecturas consideradas como "irreligiosas", amén de la dureza de la regla monacal, le llevaron a pasarse a la orden de los benedictinos, en 1524. Poco tiempo después fue nombrado secretario del obispo Geoffroy d´Estissac, a la vez que frecuentó el círculo del poeta Jean Bouchet.
En 1530 inició estudios de Medicina en la Facultad de Medicina de Montpellier, lo que no le impidió ampliar sus conocimientos, como buen humanista de su tiempo, en filología, geografía, e iniciarse en la escritura satírica.
Es así como comenzó su trayectoria, más que brillante como escritor después de trasladarse a la ciudad de Lyon, donde publicó con el seudónimo de Alcofribas Nasier (anagrama de su nombre), entre otras obras, la serie con la Rabelais nos ofreció la manera de darle forma humanista a las aventuras de sus gigantes, apoyándose en el humor escatológico y en una fantasía del todo descabellada: "GARGANTUA" y "PANTAGRUEL".
Un total de cinco libros escritos a lo largo de un periodo de veinte a treinta años, caracterizados por el humor, ofreciéndonos uno de los aspectos principales de su carácter, plasmado en su trabajo: su sentido del humor; así es como Rabelais consideraba algo del todo natural y hablada de ello: el sexo por placer, la defecación, las flatulencias, las aguas menores, e incluso la muerte la consideraba "divertida"; un hombre sin freno alguno, clasificado, en su tiempo, como peligroso.
Uno de los temas más reiterados en los citados libros son las referencias al clero, los sacerdotes, a los que considera grandes bebedores, y cuando no están bebiendo es porque están comiendo; es así que a Rabelais se le considera el "patrón" de las numerosas sociedades de comedores y bebedores, sobre todo, en Francia.
En Gargantúa y Pantagruel nos encontramos una gran variedad de personajes, si bien son tres los más importantes de lo que es la trama de la serie completa: Gargantúa, un gigante nacido del oído de su madre, padre de Pantagruel, cuyo nombre fue escogido porque el pequeño nació en medio de una gran sequía -"Panta", en griego, sequía y "Gruel", en lengua hagarene, sediento-; el tercer personaje es Panugro, amigo de Pantagruel.
Si bien el Libro Segundo se compuso antes que el Primero, por orden de publicación, el primero lo fue en 1532, con el nombre de PANTAGRUEL "Las hazañas y hechos horribles y espantosos del muy nombrado Pantagruel Rey de los Dipsodas, hijo del gran gigante Gargantúa"; en 1534 fue publicado GARGANTÚA "La muy horripilante vida del gran Gargantúa"; en ambos libros nos encontramos con las vivencias y experiencias del gigante Gargantúa, así como de su hijo Pantagruel, ambos enormes gigantes.
En PANTAGRUEL somos espectadores de la vida de un gigante de apetito voraz, del que deriva, precisamente, la expresión de "banquete pantagrúelico", abundando en todo tipo de excentricidades. Después del éxito de PANTAGRUEL, Rabelais publica GARGANTÚA, en el que nos hace una narración de la vida y obra del padre de Pantagruel, cuya escritura destaca por su mayor humanismo. Es en este volumen donde se incluye una de las más destacadas parábolas en la filosofía occidental, la de la Abadía de Thélème, en forma de crítica a las prácticas docentes de la época; esta Abadía es una especie de comunidad idílica, cuyo lema es "Haz como gustes", y en la que los monjes y las monjas no solo comen de forma conjunta, sino que todo ello lo es en un ambiente rodeado de alegría, son felices, y por ende, buenas personas, en definitiva, se les permite vivir bajo su propio criterio, en lugar de seguir instrucciones.
El Libro Tercero publicado en 1546 tiene como título "El tercer libro de los hechos y dichos heroicos del noble Pantagruel, compuestos por Don François Rabelais, Doctor en Medicina", fue condenado como herético por La Sorbona, París, e incluido en el Índice de los libros prohibidos, junto con GARGANTÚA; ello llevó a Rabelais a refugiarse, inicialmente en Metz y después en Roma.
El Libro Cuarto, del que en 1548 habían sido publicados once de sus capítulos, fue completado en 1552, con el nombre de "El Cuarto Libro", siendo, igualmente, censurado por los teólogos.
Por último, el quinto libro fue publicado después de morir su autor, en 1564, con el título de "El quinto y el último libro de los hechos y dichos heroicos del buen Pantagruel", si bien la autoría de Rabelais ha sido siempre discutida.
La obra de François Rabelais es un escenario satírico de la sociedad de la época en la que vivió, en el que abundan todo tipo de detalles pintorescos que vienen a dar como resultado una descripción humorística y exacerbada de la Francia de su época; su sátira ataca la necedad y la hipocresía, así como todo tipo de traba contra lo que es la libertad humana, atacando en innumerables ocasiones a la Iglesia por su rígido dogmatismo.
Son las suyas narraciones de la vida misma y de tres generaciones de gigantes, haciendo alusión a las debilidades humanas, a la ambición y degeneracion de papas, políticos, órdenes monásticas (que el mismo pudo comprobar), e incluso, a la mismísima Universidad de París; Rabelais apuesta siempre por su talante abierto al goce de la vida, en todas sus expresiones.
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