domingo, 8 de octubre de 2023

ENEAS, ANQUISES Y ASCANIO (la primera gran obra de GIAN LORENZO BERNINI)



Autorretrato de Gian Lorenzo Bernini

La larga y fructífera vida de GIAN LORENZO BERNINI, polifacético artista italiano, destacado pintor, escultor y arquitecto, fue una continua manifestación de lo que supone el éxito de este artista nacido en Nápoles (Italia) en 1598 y fallecido en 1680; tal fue su influencia en el mundo artístico de su época que llegó a convertirse en genio indiscutible de la Roma de gran parte del siglo XVII.

Bernini debe su fama fundamentalmente a sus obras escultóricas y arquitectónicas, si bien también trabajó el retrato; el hecho de que se convirtiera en favorito de los papas contemporáneos con su carrera artística le llevó a ser artista preferido de la nobleza romana. Indudablemente no podemos concebir el Barroco italiano sin la presencia de Gian Lorenzo Bernini quien a tenor de su estilo retórico y grandielocuente se convirtió en la personificación del perfecto artista barroco.


David


Apolo y Dafne


Alma maldita

La primera de todas las obras escultóricas de Bernini que le supuso el reconocimiento de los grandes mecenas de Roma, a los que dejó impresionados por su jovencísimo talento fue un grupo escultórico en mármol, realizado entre los años 1618 y 1619, cuando Bernini contaba apenas veinte años, y que se conoce con el nombre de los personajes que viene a representar "ENEAS, ANQUISES Y ASCANIO", actualmente conservado en la Galería Borghese de Roma, en el que trata una escena que fue descrita por Virgilio en uno de su poema épico "La Eneida", y que viene concebida en razón a la salida de Eneas junto a su familia de Troya.




Existen voces que nos hablan sobre la posible colaboración de Gian Lorenzo Bernini con su padre Pietro, toda vez que los trabajos escultóricos de este último llegaron a alcanzar por aquella época gran fama, máxime gracias a la divulgación que le otorgó el Papa Pablo V.

Este singular grupo escultórico fue un encargo del cardenal Scipione Borghese, gran admirador de todo lo que suponía la belleza física del cuerpo humano, y en él podemos encontrar reminiscencias de otros grandes artistas como Miguel Ángel Buonarroti, como es el caso del Cristo que decora el interior de la basílica de Santa María sopra Minerva, por lo que respecta a la figura de Eneas, así como a la escultura realizada por Pietro Bernini, ubicada en la Capilla Barberini de la Basílica de Sant´Andrea della Valle.






La escultura realizada en mármol blanco alcanza una altura de 2,2 metros y está situada sobre un pedestal de 113 centímetros. Son tres las esculturas que la conforman, tres generaciones de la familia de Eneas, el conocido héroe troyano, al que acompaña su padre Anquises y su pequeño hijo Ascanio; si bien la epopeya de la huída de la ciudad de Troya también menciona la presencia de la esposa de Eneas, Creusa, ésta no aparece en la escultura, pues los dioses tienen previsto para ésta un destino del todo diferente: Afrodita la hará desaparecer y sólo volverá a hablar con Eneas una única vez, convertida en una mera sombre. Todo ello tal y como relata Virgilio en su epopeya épica, La Eneida, en el siglo I a. C., y siendo los descendientes de Eneas los fundadores de Roma.




Esta obra maestra del Barroco adquiere la propiedad de una especie de torre, pues son varios los personajes que la conforman, si bien está configurada como una única pieza.

Es así que podemos observar a Eneas, sosteniendo en brazos a su padre Anquises, al que sitúa sobre sus hombros, en una postura que nos sugiere un equilibrio total, estática, trabajando la composición según una técnica cuya base teórica debemos a Leonardo Da Vinci. Las imágenes de padre e hijo vienen a aludir a la juventud y a la vejez, la primera destacando por su fuerza, la segunda por su sabiduría.

A lo largo de su existencia este grupo escultórico conoció de varios emplazamientos, pues en 1808 fue robada cuando Napoleón, en tiempos de las Guerras Napoleónicas lo trasladó a París, si bien una vez finalizada la contienda regresó de nuevo a Roma, eso sí, siendo exhibida en diferentes salas y galerías.





En un principio el conjunto escultórico estaba ubicado sobre una superficie decorada a base de festones y y motivos arquitectónicos, para ser sustituido en el siglo XIX por un apoyo de madera, y no fue hasta el año 1909 cuando gracias a Pietro Fortunati fue colocado en su actual superficie realizada a base de mármol.

En su conjunto podemos observar el estilo manierista de la obra, algo que es característico de las primeras obras de Bernini, si bien ya podían observarse rasgos identificados con el Barroco y que determinaría el resto de su magnífico trabajo tanto dentro del campo de la escultura como de la arquitectura, con un total dominio de la exhuberancia, el dinamismo y la composición teatral.

Disfrutad de esta maravillosa obra de arte para la eternidad.





Fuentes:
Wikipedia.
https://es.aleteia.org
https://es.borguese.gallery

No hay comentarios:

Publicar un comentario