Bienvenidos todos a este primer artículo que escribo después de más de tres meses sin publicar nada nuevo, más ya era tiempo de retomar lo que para mí constituye no ya sólo una afición, sino una forma de compartir mis deseos de conocer de todo un poco, siempre partiendo de la base de lo que puedo abarcar.
Es así que en este día de hoy nos estrenamos con la historia de una imagen que todos conocemos, algunos, por suerte -como yo-, personalmente, otros a través de diferentes medios de divulgación: LA BOCCA DELLA VERITÁ, en italiano, pues en castellano se traduce como "Boca de la Verdad".
Nos ofrece esta máscara realizada en mármol pavonazzetto la visión de un rostro masculino, situado en la pared del pronaos -atrio o pórtico- de la Iglesia de Santa Maria in Cosmedin, en Roma, hacia 1632.
Su diámetro nos sorprende, nada menos que 1,75 metros, y en el rostro que nos contempla y contemplamos podemos observar la existencia de barba, en tanto la boca, la nariz y los ojos están perforados y son huecos.
Se da por cierto que su autor fue Virgilio Grammatico, erudito y experto en magia, quien nos proporcionó este delicioso oráculo mágico.
Sobre lo que vino a ser su utilidad se tienen varias dudas, pues se cree que bien pudo tratarse de una fuente, la salida de agua de un compluvium -especie de aljibe- o cloaca, ya que muy próxima se encontraba la llamada Cloaca Máxima.
Santa María in Cosmedin
No obstante, si algo llama la atención es su leyenda, ya que el texto medieval conocido como Mirabilia Urbis Romae, en el siglo XI, especie de guía en latín para peregrinos y turistas de la ciudad de Roma, se menciona expresamente: " Junto a la Iglesia de Santa María de la Fontana se encuentra el templo de Fauno. Esta imagen habló a Juliano, el emperador conocido como El Apóstata y lo engañó".
Un texto alemán del siglo XII explica el motivo de esta frase, pues viene a describir como, desde detrás de la boca , el diablo, agarró durante cierto tiempo la mano de Juliano el Apóstata que había engañado a una mujer, obligándole a jurar su buena fe, y todo ello a cambio de devolverle su reputación y la posibilidad de conseguir una gran fortuna si retornaba al paganismo.
Curiosamente, dos siglo después, una leyenda, también alemana nos da muestra una curiosa historia, la de una dama romana que habiendo cometido adulterio, engañó a la Bocca della Veritá con un singular artificio. Antes de colar la mano dentro de la Bocca, la dama simuló un desfallecimiento y un caballero la sujetó. Fue entonces, cuando la dama romana afirmó rotundamente que jamás, salvo su marido y ese amable caballero, hombre alguno había tocado su cuerpo, y era cierto, el hombre que acudió solícito a sujetarla era su amante, por lo que la astuta dama vio como su mano salía sana y salva de la Bocca.
La historia nos ha transmitido la leyenda que que el hecho de conocer a esta piedra como "piedra de la verdad" lo ha sido en función de que tenía la "facultad o poder" de demostrar cuando una mujer había cometido adulterio para con su esposo -evidentemente, una piedra un tanto sectaria-, tal y como podríamos interpretar hoy en día, pues no se conoce caso alguno de que reconociera el adulterio por parte del marido para con su esposa.
Volviendo a lo que es la historia de la piedra, se sabe que es mencionada desde el año 1485 entre las curiosidades de la ciudad de Roma y que en un primer tiempo estuvo fuera del pórtico de la Iglesia, siendo trasladada a raíz de las restauraciones que tuvo esta última por orden de Urbano VIII.
Para todos los aficionados al cine, hay una más que famosa escena en otra no menos conocida película: Vacaciones en Roma, protagonizada por Gregory Peck y Audrey Hepburn, escena en la que Gregory Peck introduce su mano en la boca y la saca escondida en la manga, algo que hizo reír y mucho a Audrey. Una escena que surgió espontáneamente, y que William Wyler decidió que formara parte del film.
Audrey H. y Gregory P.
"Vacaciones en Roma"
Pues hasta aquí todo lo que puedo comentaros sobre esta singular piedra, y os animo a todos a que en vuestro próximo viaje a Roma, introduzcáis vuestra mano en la Bocca della Veritá, eso sí, aseguraos de que lo que digáis sea cierto, pues aún considerada una leyenda, nunca hay que creer que sólo sea eso.
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Fuentes:
Wikipedia.
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