domingo, 6 de diciembre de 2020

ÉTIENNE-MAURICE FALCONET.- LA EXPRESIÓN ROCOCÓ EN LA ESCULTURA.




Con la figura del escultor francés ÉTIENNE-MAURICE FALCONET el lenguaje rococó viene a alcanzar su más excelsa expresión, a razón del mágico erotismo que podemos vislumbrar en sus figuras, de las que muchas fueron reproducidas en porcelana por la famosa fábrica de Sèvres.

Le repos de la chasse

Mucho camino el recorrido desde su infancia, Étienne-Maurice Falconet nació en 1716, en el seno de una familia pobre y numerosa como lo eran la mayoría de las familias de por entonces, en París. En sus inicios fue aprendiz de carpintero, si bien en sus horas libres realizaba esculturas con arcilla que llamaron la atención del escultor Jean-Baptiste Lemoyne, pasando a ser alumno de éste en su taller.



Milo de Crotone

Inicialmente, sus trabajos escultóricos pasaron desapercibidos, más en ellos puede observarse un impresión reflexiva, algo de lo que carecía la representación del frívolo rococó tradicional.

Su obra Milo de Crotone (1954) le valió ser considerado miembro de la Academia Francesa, y en los años siguientes, fue el Salon de París, en 1755 y 1757 el que dio publicidad a dos de sus más deliciosas esculturas L´Amour y el Nymphe Descendant au Bain, conocido como The Bather, actualmente en el Museo del Louvre.

L´Amour


La llamada Flora (1770) se encuentra en el Museo del Hermitage en San Petersburgo. Por entonces, Falconet ya competía en excelencia con Jean-Baptiste Pigalle, si bien el estilo de este último era considerado más clásico.


Flora

Entre sus ilustres clientes figuraba MADAME DE POMPADOUR, gracias a la cual fue nombrado Director de Escultura de la nueva Fábrica Real de Porcelana de Sèvres, donde durante nueve años dio inspiración para la fabricación de figuras de porcelana sin esmaltar, como es el caso de "Falconet´s Enfants", calificada como escultura de mesa de galletas, que venía a acompañar los diseños de Sèvres para complementar los servicios de cena de la antedicha fábrica.


"Enfants"

Durante esta prolífica etapa de su vida, Falconet llegó también a escribir variados folletos de temática artística, incluso un capítulo para ser incluido en la Enciclopedia francesa, dedicado a la "Escultura".



En 1766 y por recomendación de Diderot viajó a Rusia, donde se presentó ante Catalina II, y es cuando diseña su proyecto más ambicioso la estatua ecuestre Monumento a Pedro el Grande ("El Jinete de Bronce"), considerada como la más acertada expresión del llamado arte petrino, -tal y como se denomina el modelo de arte del rococó ruso, especialmente del gusto de Pedro I El Grande y muy utilizado en San Petersburgo-, que podemos admirar, a día de hoy, en la Plaza de los Decembristas, en San Petersburgo. La magnífica representación de Pedro I nos lo muestra sobre un enorme caballo con las patas delanteras elevadas y sin apoyo, lo cual consigue mediante un alarde total de virtuosismo técnico. No obstante, la cabeza del soberano es obra de la que fuera su discípula, Marie-Anne Collot.






Marie-Anne Collot

Desgraciadamente y después de su regreso a Francia, la carrera y el éxito de Falconet da un giro total cuando sufre en 1783 un ataque de apoplejía, que le impediría volver a esculpir, más decide dedicar su tiempo a repasar y completar sus escritos sobre escultura, entre ellos sus ensayos sobre arte y la correspondencia que durante años mantuvo con Diderot y Catalina la Grande.

Pigmalion y Galatea



Actualmente son muchas las esculturas que podemos ver en los mejores museos del mundo, así como en jardines, pese a que durante la revolución francesa algunas que se encontraban en iglesias fueron destruidas.

Le petit pâtissier

Le Sabot cassé

La gran personalidad de Étienne-Maurice Falconet se ve traducida en sus obras escultóricas, razón a la que debe su consideración como uno de los grandes maestros de la escultura rococó francesa.




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Directorio Hispano de las Artes


Fuentes:
www.biografiayvidas.com
https://masdearte.com
https://es.gallerix.ru


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