lunes, 7 de junio de 2021

LOUIS MARIE DE SCHRYVER.- LA PINTURA DE LA VIDA DE LAS CALLES.

Por medio del Arte y de sus diferentes disciplinas los artistas han podido expresar su forma de entender la vida y acercarnos a los ambientes que han considerado interesantes, no ya solo por lo que puede ser su belleza, sino también como forma de hacernos partícipes de determinadas situaciones o circunstancias.

De ahí que dentro de la pintura, al igual que en otras muchas facetas, han existido y existen personalidades que han optado por una visión alegre, amable de las personas, sus ambientes y su vida cotidiana.






Este es el caso de LOUIS MARIE DE SCHRYVER, pintor parisino nacido el 12 de octubre de 1862, en un París que ya era conocida como la "capital de Europa", centro cultural, y motivo de inspiración para muchos literatos, pintores, que acudían a la "ciudad de la luz" en busca de éxito y renombre. 

Hacia finales del siglo XIX París se convirtió en una urbe que rebosaba de tiendas, cafés, lugares de esparcimiento, arte y grandes calles y avenidas, en las que las gentes vivían con entusiasmo el día a día.






Es así como nos acercamos a la obra de Louis Marie de Schryver, quien desde muy joven manifestó su interés por la pintura -con solo trece años llegó a presentar obras en el Salón: dos bodegones-, pese a que no había recibido formación alguna. A partir de ese momento comenzó sus estudios con Philippe Rousseau, para establecerse no mucho más tarde en su propio estudio y conseguir con diecisiete años una medalla de bronce en la Feria Internacional de Sidney.






Su inicial predilección por los bodegones dio paso a la representación de retratos y escenas callejeras, en las que reproducía la vida cotidiana de las gentes de París.

Son realmente deliciosas sus representaciones de vendedores de flores, caballos y carruajes, así como del ambiente parisino que popularizó la gente elegante de la ciudad, lo que no le impidió hacer otras pinturas en las que los protagonistas eran barrenderos o lavanderos y todo ello envuelto por un ambiente de luz y color realmente maravilloso; son personajes frecuentes en sus trabajos mujeres, niños, jóvenes que nos proyectan una imagen amable y sonriente de la vida, nos adentran en esas vidas en las que, en apariencia, no existe nada más que el momento presente.





Todo ello llevó a Louis Marie de Schryver a conseguir una medalla de otro en la Exposición Universal de 1900 con una de sus obras más características.

Ese año de 1900 marca un importante cambio en la trayectoria de Schryver pues decide trasladarse de París a Neuilly, donde se construyó una casa de campo, y  comienza a decantarse por el retrato y la pintura de vestuario, cuyos protagonistas eran hombres y mujeres vestidos de forma elegante, con sedas y gasas.





Curiosamente es en 1901 cuando presenta en el Salón una pintura que vino a causar un gran escándalo, bajo el título de Lesbiennes, calificada como brillante, pero que fue eliminada de la muestra.

Otra de sus temáticas favoritas fue consecuencia de su afición por la carreras de automóviles, llegando a reproducir escenas en lienzos, en las que refleja una curiosa sensación de velocidad, e incluso se aprecian las ráfagas de aire. Es esta temática que abordó en su obra la que nos acerca a un Schryver cuya técnica se aproxima -en cierto sentido- al impresionismo por sus colores y pinceladas rápidas.




Durante toda su larga vida, Louis Marie de Schryver viajó en numerosas ocasiones, entre 1919 y 1925 lo hizo a Renania con la finalidad de estudiar su paisaje.

Schryver murió en París, el 6 de diciembre de 1942, con ochenta años, después de una vida en la que el color, el bullicio, las gentes, la vida cotidiana marcaron su vida y su obra; tal es su legado.








Fuentes:
Wikipedia.
https://vestuarioescenico.worpress.com

1 comentario:

  1. Gracias por compartir obras pictóricas de Louis-Marie Schyver, tan espontáneas, alegres y bellas de la vida urbana de París. Un ciudadano español.

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