viernes, 13 de diciembre de 2013

LA ILUSIÓN DEL LIBRE ALBEDRÍO.-

Buenas tardes a todos, a este espacio que es mi blog, y vuestro también, hoy, para cambiar de temática, y haceros la visita "diaria" mas amena, nuevo  rumbo, y tomamos como tema el RELATO, pero un relato que, en absoluto, dejará indiferente a nadie, máxime cuando su autor no es otro que el genio de OSCAR WILDE, y que ha sido publicado en "EL ARTE DE CONVERSAR".



Como podreis leer por el título de la entrada, se trata de LA ILUSIÓN DEL LIBRE ALBEDRIO, y dice así:

"Érase una vez un imán que vivía cerca de unas limaduras de acero. Un día, algunas de las limaduras mas pequeñas sintieron una repentina necesidad de visitar al imán. Sin embargo, ya que las limaduras adultas eran realmente muy estrictas, las pequeñas no tenían permiso para salir por su cuenta. Así que trataron de convencer a las limaduras adultas para que las acompañasen a visitar al imán.
Al escuchar su plan, los adultos se emocionaron tanto que llamaron a todos los amigos y parientes que vivían en el barrio vecino,y, reunidos, por fin, comenzaron a discutir sobre cuándo exactamente deberían ir. Las limaduras mas pequeñas, que para entonces estaban ya muy impacientes, protestaron:
¿Por qué no vamos hoy?
Pero algunos de los mas indolentes y viejos opinaban que era mejor esperar hasta la mañana siguiente.
Sin darse cuenta, mientras conversaban sin parar, se habían puesto cada vez mas cerca del imán. Mientras seguían con la discusión sobre el momento de emprender su largo y arduo viaje, se aproximaban mas y mas. El imán, que llevaba un rato observándolas, yacía en su sitio sin moverse, fingiendo que no se daba cuenta de que estaban allí.
Y cuando más discutían la cuestión, mas crecía en las limaduras el deseo de visitar el imán, hasta que las mas pequeñas, que para entonces consideraban que su espera había sido suficiente, declararon que se iban. Para su asombro, la mas vieja de las limaduras estuvo de acuerdo, e incluso se le oyó decir que era su deber visitar al imán de inmediato.
Así que finalmente prevalecieron las limaduras más pequeñas, y todas exclamaron en voz alta:
¡No hay que esperar! ¡Iremos hoy!, ¡Iremos ahora!, ¡Iremos de inmediato!
Así, formando un solo cuerpo, todas las limaduras cruzaron el aire volando y en menos de un segundo se adhirieron fuertemente a cada lado del imán.
Una sonrisa iluminó entonces el rostro del imán, que comenzó a reirse por lo bajo, para sí mismo. Y es que incluso ahora que se hallaban pegadas a su cuerpo con tanta fuerza, que les era imposible moverse, las limaduras le dejaban entender, por su conversación que seguían considerando aquella visita un producto de su libre albedrío.




EL ARTE DE CONVERSAR. OSCAR WILDE.

Bueno, amigos, como bien habrés podido leer y entender muchas de las que creemos decisiones propias, mas o menos deliberadas, no lo son, sino que obedecen a simples o complicadas leyes de la sabia Naturaleza.
Procurad diferenciar unas de otras, ese es el secreto de que sea vuestra VOLUNTAD la que guíe vuestros actos, siempre que no alteren lo que la MADRE NATURALEZA tiene ya programado.
Y atentos a la sabiduría de los "mayores", que la "limadura más vieja era la única conocedora de la verdad, eso fue lo que la llevó a ser la mas sabia -con su punto de maldad, también, vamos-".

BUENAS TARDES A TODOS
 MEJORES DECISIONES


web recomendada: www.purakastiga1.es
blog: www.valedorasdelgusto.blogspot.com
FUENTES: EL ARTE DE CONVERSAR. OSCAR WILDE. Ed.Atalanta.



1 comentario:

  1. Una ilusión ¿o una desilusión?. Tanto el libre albedrío como el determinismo.

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