Nuestro protagonista de hoy nació en 1893 en el Ducado de Parma, y falleció en Milán en 1901, pero entre ambas fechas, su oficio como músico y su carácter bondadoso y generoso, marcaron toda una etapa de la Italia del siglo XIX.
La obra de Giuseppe Verdi es la seña de identidad que Italia asumíó durante todo un siglo, y aún hoy sigue vigente; sus óperas, bellísimas, y de una frescura y talento excepcional, fueron aclamadas, unas más que otras, pero señalaron a VERDI como un genio de la música.
Sus composiciones, óperas como Nabucco o Don Carlos convivieron con el desarrollo social y político de toda una época, la que se conoce como el Risorgimiento italiano. Gracias a sus magníficas composiciones, el pueblo italiano se sintió llamado a la unidad, pues éstas servían para exaltar el carárter nacionalista del mismo. Una muestra de ello la tenemos en el VA, PENSIERO, coro de los esclavos de la ópera NABUCCO, uno de los mas conocidos, precisamente, por esta razón.
Giuseppe Verdi conoció a temprana edad lo que significa la palabra TRIUNFO en el aspecto profesional, si bien su vida personal estuvo muy marcada por la muerte de su esposa e hijos, fallecidos como consecuencia de una terrible meningitis.
Entre sus composiciones más famosas, amén de las ya mencionadas, está UN GIORGIONO DI REGNO, cuyo estreno tuvo lugar en La Scala de Milán, no estuvo, especialmente marcado por el éxito; evidentemente, la reciente muerte de su familia había influido en el estado de ánimo de Verdi.
Su obra mas representativa el NABUCCO le fue presentada como libreto por el empresario Giovanni Merelli, en el año 1841, con la finalidad de que pusiera música al mismo, pero VERDI acuciado por su situación personal arrojó el libro violentamente al suelo, el cual se abrió "curiosamente" por una página en la que se leía "Va, pensiero, sulláli dorate...." y fue entonces, cuando VERDI emocionado por las terribles desgracias sufridas por el pueblo judio a manos del tirano Nabucodonosor, se decidió por poner música al libreto, y el 9 de marzo de 1842, la obra, el NABUCCO, fue estrenada en La Scala, de Milán, consiguiendo un rotundo éxito, con su emotivo "coro de los esclavos judios", del tercer acto.
ATTILA, fue estrenada en 1846, MACBETH, en 1847, DON CARLOS, en 1867, la cual nos ofrece una crítica al clero terrible, pues coloca a la Iglesia en una escala de poder cruel y ambiciosa.
NABUCCO, VA, PENSIERO
Si la obra de VERDI marca el carácter fuerte, decidido y libre de un hombre, sus acciones personales dicen mucho más de él, y ello puesto que fueron muchas las aportaciones que hizo al pueblo italiano para el que es considerado todo un filántropo. Hombre modesto por excelencia se negó a que se conociera la persona que estaba detrás de tantas ayudas, donaciones, beneficios que, a través de la que fue su segunda esposa, la soprano Giuseppina Strepponi, hacía al pueblo llano. Baste un ejemplo, en su villa situada en su ciudad natal Bussetto, en San´t Agata, decidió crear un jardín que renovaba continuamente, no por mero capricho, sino por la siempre maravillosa finalidad de dar trabajo y con ello supervivencia a todo aquél que carecía de ella.
Todo un ejemplo como GENIO DE LA MUSICA, y como HOMBRE DE BIEN.
BUENAS TARDES Y BUEN OIDO
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FUENTES: HISTORIA. National Geographic. Wikipedia.
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