miércoles, 19 de agosto de 2015

WILLIAM WEGMAN: FOTOS Y PERROS.


Buen día.
El protagonista de nuestra historia de hoy es un auténtico profesional de la fotografía, eso sí, con una característica un tanto especial; es la suya una cámara que enfoca, única y exclusivamente, perros, o en cualquiera de los casos, esta temática es la que le ha hecho famoso no solo en su país de origen EE.UU., sino en todo el mundo.



William Wegman nació en Holyoke, Massachussetts, el 2 de diciembre de 1943, y como bien os he indicado debe su popularidad a sus singulares fotos de perros, pero de unos perros también muy particulares, -sus propios bracos de Weimar-, a los que tiene por hábito disfrazar y hacer posar en curiosísimas actitudes.



Si bien sus inicios en el mundo del arte los encaminó hacia la pintura, pues recibió el titulo de bachelor en Bellas Artes en la Escuela de Arte de Massachussetts, en 1965, amén del grado de Maestro en Bellas Artes en la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign, dos años mas tarde.
Curiosamente fue mientras impartía clases en la Universidad Estatal de California se hizo con un perro, un braco de Weimar, al que hizo llamar Man Ray.




Para llevar a cabo las fotos de sus perros, todos ellos de la misma raza, que Wegman ha ido sustituyendo, evidentemente, conforme fallecían, se servía de polaroids de gran formato con la finalidad de retratar a los perros en las posturas mas increíbles e incluso "disfrazados", con ropa humana, lo que cual viene a despertar el humor del espectador que contempla la imagen, y todo ello lejos de confundir el afecto hacia el perro con una burla o mofa de su condición como tal. Para William Wegman sus perros son, sin ninguna duda, sus "musas".



El propio William Wegman nos habla, en este sentido, de lo que es su profesión y su afición: "Siempre he disfrutado viendo a mis perros subidos en el sofá, en la cama, el sillán y sí, también, encima de la mesa.....¡aunque solo en el estudio!


Fue precisamente en el año 1971, cuando William Wegman se hizo con su primer weimaraner, al que llamó, como ya he citado, Man Ray, en honor al genial fotógrafo. Nuestro protagonista de hoy se dejó cautivar por la presencia, que denotaba no solo elegancia, sino también inteligencia, de su perro, que se convirtió en su principal colaborador, y con ello protagonista de sus series de fotografías e incluso videos. Al fallecimiento de Man Ray, fueron sus descendientes quienes continuaron con la tradición establecida por William Wegman.



"Suelo buscar objetos que me permitan adaptarlos a sus poses. Por lo general me encuentro cosas en la calle o en los contenedores de basura. Después de años y años de levantar a mis perros y colocarlos en diferentes pedestales todavía me pueden sorprender. A veces es el perro el que hace la imagen. Mis modelos actuales, Topper y flo no pueden cubrirse como lo hacía Battina. Ningún otro weimaraner mio ha logrado posar con el aire heroico y orgulloso de Topper. Ni siquiera el sin par Man Ray. Y nadie, tampoco Fay Ray (su hija) puede incrustar en el objetivo la profunda mirada que tenía Flo".




Estas declaraciones de William Wegman constan como tales en el espacio dedicado a la "Miscelánea", de la Revista Tendencias del Mercado del Arte, número 85, y como consecuencia de que la Casa de Subastas Piasa, en París, el próximo 16 de septiembre, llevará a cabo una venta de un total de 50 imágenes, desconocidas, hasta el momento, e inspiradas en el mobiliario de George Hakashima.



En William Wegman podemos encontrar un mas que fino sentido del humor, los perros hacen su aparición en unión del artista, para mas tarde convertirse en protagonistas absolutos.
Wegman no considera al perro como un simple animal. En primer lugar, por el digno hecho de que le dota de un nombre, es su compañero, el que le sirve de cómplice en todas y cada una de sus aventuras con la cámara.
Su perro Man Ray fue retratado a modo de una persona, y curiosamente, se prestaba a ello, obedeciendo a su compañero, nunca a su amo. Cuando Man Ray muere en 1982, adopta a Fay Ray, de la misma raza y con un estilo muy definido, como el de Man Ray, para la pose. En definitiva es la suya una mas que singular comedia humana, en la que prima el sarcasmo, la ironía y en algunos casos, sirviéndose de  sus perros llega a reinterpretar cierto iconos de lo que son los clásicos pictóricos.


De esta forma los perros no se convierten en una forma de expresión que hace hablar a las personas, sino de lo que son sus actitudes y sus costumbres. Los perros no posan como animales, sino como sujetos. Es ésta una característica que diferencia, ostensiblemente, el hecho de que muchos artistas fotografiaran o representaran escenas de perros en sus obras, como simple "adorno" para la composición. 


En el trabajo de William Wegman nos encontramos con la capacidad de éste de expresar a través del rostro de un perro, determinados aspectos de nuestro carácter.
William Wegman humaniza a sus queridos perros, siempre dentro del mas puro sentido del humor y del cariño.

Todos y casi todos hemos tenido en nuestras casas, en nuestro hogares una mascota, generalmente, un perro, que pasa a formar parte de la familia, se integra hasta el punto de que hablamos con él, le llevamos con nosotros de vacaciones, e intentamos que su vida corra paralela a la nuestra, siempre sabiendo que, mas temprano o mas tarde, nos abandonaran, y como bien dijo, en su día Anatole France: "Hasta que hayas amado a un animal, una parte de vuestra alma permanece dormida".

Que conste, para mi goce, que la mía está bien despierta.



BUEN DÍA A TODOS


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Directorio Hispano de las Artes

Fuentes: Wikipedia.
La comedia humana de William Wegman. Santiago B. Olmo.
Tendencias del Mercado del Arte. Num. 85

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