ANGELICA KAUFFMAN: ENTRE EL ROCOCÓ Y EL CLASICISMO.

Angelica

Buen día.

Angelica Kauffman es la protagonista de nuestro espacio de hoy. Una mujer artista prodigio que destacó en un mundo, hecho por y a medida de los hombres.

Mas la brillantez y las magníficas dotes de esta joven para la pintura, le darían en vida sus frutos.

Abundemos pues en la vida y la obra de Angelica.

Angelica Kauffman nació en Chur (Suiza), en 1741 y falleció en Roma, en 1807.

Su trayectoria artística no solo se limita a la pintura sino también al arte del grabado. Fue lo que se conoce una niña prodigio, eso sí, tuvo en su padre, un modesto pintor, un ejemplo a seguir, Joseph Johann Kauffman, al que acompañaba en sus viajes y desplazamientos.

Con apenas quince años, la joven Angelica ya trabajaba de forma independiente, fundamentalmente, en la temática que dominaría a lo largo de su vida: el retrato.

No obstante, su pintura abarca también el género histórico, que era tabú para la mujer, por entonces, pues exigía el dominio de la figura y la anatomía. Mas para Angelica, ello no fue problema, pues se sirvió de la escultura clásica para aprender cuanto le fuese necesario. 

En 1754, viajó por vez primera a Italia, que repitió cuatro años mas tarde. Mas su periodo mas extenso que pasó en dicho país, lo fue entre los años 1762 a 1765. Un año mas tarde, Angelica aceptó la invitación de viajar a Inglaterra, donde encontró a un magnífico protector sir Joshua Reynolds.

Y fue en Londres donde se convirtió en una pintora de gran relevancia, hasta el punto de que en 1768, formó parte de los fundadores de la Real Academia de Arte de Londres, de la que fue su único miembro femenino, hasta el año 1922, en el que se incorporó Mary Moser.

Fue en 1781, cuando Angelica contrae matrimonio, en Londres, con el pintor veneciano (especializado en decoraciones) Antonio Zucchi.

Y es a partir de entonces cuando su arte alcanza su mayor grado de madurez, y su entorno, en su casa de Roma, se convirtió en centro de reuniones  sociales y culturales de todo tipo de artistas e intelectuales. 

Como ya antes he mencionado, Angelica tenía una  especial predilección por las pinturas de temas históricos, siendo su mentor Joachim Winckelmann, que animó a la artista en la representación de temas y escenas clásicas, tanto de inspiración mitológica como histórica; sin embargo, el público le pedía fundamentalmente retratos.

Su carrera fue lo que se puede llamar triunfal, pues amén de numerosos encargos, recibía generosos homenajes.

Anngelica Kauffman no solo era una mujer "especial" para con el arte, sino también hablaba con fluidez varios idiomas, el italiano, su lengua materna, el inglés y el francés.

Su residencia romana, situada en la Casa Stefanoni en la Via Gregoriana se convirtió en un referente para la cultura y para la vida social. En sus distintas salas se exhibían una magnífica colección de cuadros, esculturas, e incluso libros, y era muy frecuentada por personalidades del mundo del Arte. Es entonces cuando Angelica se convertía en una auténtica "Cicerone de Roma", pues conocía, en profundidad, toda la historia de la llamada ciudad eterna. 

Una de sus mas queridas amistades fue Johann Wolfgang Goethe, quien admiraba su persona, en el sentido de considerarla una mujer "sensible e increiblemente modesta para lo bello, lo verdadero y lo delicado".

Su fallecimiento supuso un triste acontecimiento para los habitantes de Roma, pues el 7 de noviembre de 1807, el escultor Antonio Canova escenificó un impresionante funeral para despedir a esta genial mujer, en el que destacaba un cortejo de jóvenes vestidas con túnicas antiguas, e iban seguidas por los miembros mas destacados de la Academia de Arte.

Y un singular detalle, sobre un cojín descansaba la mano derecha de la artista, y su útil de trabajo, todo ello rodeado de hojas de laurel, todo ello esculpido por Antonio Canova.

No cabe la menor duda de que sin tantas convenciones sociales que durante siglos obligaron a las mujeres a permanecer en segundos planos, la historia del Arte se habría escrito, dibujado, pintado, esculpido, con multitud de manos femeninas, y por supuesto, habría sido mucho mas rica, amén de más justa para con aquéllas que tuvieron que renunciar a sus sueños.

Angelica Kauffman

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Fuentes: 1000 obras maestras de la Pintura.

Mujeres pintoras: Angelica kauffman.

Museo de Arte Thyssen-Bornemisza.