domingo, 10 de enero de 2016

TSUGUHARU (LÉONARD) FOUJITA: MODERNIDAD Y TRADICION JAPONESA



Buen día.
Dedicamos este artículo a un artista de origen japonés nacionalizado francés, TSUGUHARU FOUJITA, -LEONARD-  nombre adoptado cuando se convirtió, en 1959, al catolicismo. 
Leonard Foujita nació en Edogawa (Tokio) en 1886 y falleció en Zurich, en 1968, está considerado como una de las figuras mas relevantes de la denominada Escuela de Paris, si bien supo crear un particular estilo del todo personal, en el que se mezclaba la técnica de pintura japonesa con diversos estilos de marcado occidentalismo; es por ello que, en su obra podemos apreciar una cierta influencia de  carácter impresionista, así como simbolista.





Su obra valió a las vanguardias para reivindicar nuevas formas de hacer y sentir la pintura, todo ello dirigido desde el conocido y artístico barrio parisino de Montparnasse.
Es el suyo un dibujo de una particular finura a la que une una exquisita sensualidad. Su temática nos acerca al mundo de la figura femenina, los niños, los gatos, e incluso, nos ofrece su visión de zonas urbanas del antedicho barrio parisino, de Bretaña, e incluso, la costa azul.



Y es un hecho mas que cierto que Foujita logró hacer converger el refinamiento de la cultura japonesa, sobre todo, por lo que se refiere a los colores y la línea, con el culto y admiración por el clasicismo francés y latino.



Su formación la llevó a cabo en la Universidad Nacional de Bellas Artes y Música de Tokio, en 1910. Divorciado de la que fuera su primera esposa, en 1917 se casó, en París, con Fernande Barrey, si bien su matrimonio duró poco tiempo.
Su primera exposición individual la llevó a cabo en 1917, en Paris, a la que se unió el éxito que tuvo su exposición en el Salón de Otoño, de 1922.
La Academia de Artes de Tokio le nombró miembro integrante en 1924, mas deberían de pasar cinco años para que Foujita regresara a su país natal.




Posteriormente viajó al continente americano, visitando Cuba, siendo su anfitrión Alejo Carpentier. En el Lyceum de La Habana expone parte de su obra, fundamentalmente concebida en dicho  país.
Su regreso a Japón, lo fue motivado por la realización de distintos trabajos, para vivir a continuación en Paris, entre 1939-40. La II Guerra Mundial le devuelve a su pais natal, obligado por la disciplina del ejército imperial, llevando a cabo distintas ilustraciones por encargo,  evidentemente, obligado.
Finalizada la guerra, sus viajes son incesantes, y le llevan de nuevo a los EE.UU., para regresar a Paris, obteniendo la nacionalidad francesa, en 1954; cinco años mas tarde, en compañia de su esposa japonesa, Kimiyo, se convierte al catolicismo, adoptando el nombre por el que, como artista, sería conocido LEONARD.




Con independecia de su actividad pictórica, Foujita también llevó a cabo una serie de interesantes ilustraciones. En 1928, una edición de la obra de Pierre Louys, Les aventures du roi Pausole, es publicado con xilografías de Foujita.
Foujita vivió durante treinta y cinco años de su vida, en la ciudad de la luz, mas pese a ello nunca olvidó su país de origen y la cultura tan especial de éste.
Su técnica pictórica la asienta sobre un fondo blanco, trabajando, a veces, a base de tinta china al agua, y colores de pintura al óleo. En ocasiones, une a ambos ingredientes papel de oro. Es ésta, precisamente, la clave y el éxito de su obra. 



Con el tiempo la temática de su obra se vuelve un tanto "infantil", en la que domina una suave apariencia, si bien, en ocasiones, las expresiones de los rostros nos muestran el sufrimiento interior de una persona que ha vivido el horror de la guerra y que busca una forma de paz interior por medio de la pintura.




Y no debemos descartar sus pinturas místicas, pues siente atracción por los objetos de culto, así como por las imágenes de las iglesias. Tanta es la influencia de ello en su propia vida interior que la fe le llevó al catolicismo, como ya antes he indicado, y el mismo día de su bautizo, hizo la comunión, se confirmó y contrajo matrimonio con la japonesa Kimiyo.
Bien es de alabar la belleza de sus pinturas místicas, pues sobre un fondo de oro, nos dibuja iconos, todos ellos deliciosos.
Curiosamente, su última obra, en 1966, lo fue sobre la  capilla Notre Dame de la Paix, o capilla Foujita, en Reims.



Capilla Foujita




La obra de Leonard Foujita viene a simbolizar la unión entre Oriente y Occidente, algo que desde el punto de vista de la realidad es algo del todo ilusorio, Foujita, a través de la delicadeza y sutileza que vibra en cada una de sus obras nos emociona mediante un sentimiento común: el de la belleza.



BUEN DÍA A TODOS

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