domingo, 20 de enero de 2019

THOMAS HARDY.- UNOS OJOS AZULES -El triángulo amoroso-.


Thomas Hardy

Mi admiración por la obra literaria de THOMAS HARDY nació a raíz de la lectura de una de sus novelas, de la que me llamó la atención la belleza de su portada, en la edición de la  Editorial Mondadori, traducida al castellano por Damián Alou.
Y es que, aunque resulte paradójico o extraño, las portadas de los libros no sólo me dicen sino que incluso me hablan: yo, sencillamente, las escucho.




Escuetamente, la historia cuya lectura nos ofrece "Unos ojos azules" viene definida por esta sentencia:


"Había algo en la muchacha que no se podía pasar por alto: sus ojos. Eran como una sublimación de su persona; no era necesario buscar más allá: en los ojos estaba toda ella".


No obstante y ante de introducirnos en el relato que nos regaló Thomas Hardy, es del todo necesario conocer un poco de lo que es su biografía y el resto de su obra, en especial, sus "Cuentos Completos", publicados por Editorial Alba, del todo apasionantes.




THOMAS HARDY nació en Higher Bockahmpton, en 1840 y falleció en Dorchester, en 1928, destacado poeta y novelista ingles, y cuya trayectoria vital comenzó como discípulo de un arquitecto, John Hicks, junto al que permaneció hasta cumplidos los 22 años; su siguiente trabajo lo fue también con otro arquitecto, en Londres, sir Arthur Blomfied, si bien la literatura, especialmente, la poesía fue el más delicioso de sus sueños que pudo ver hecho realidad.


Sus inicios en lo que es la novela lo fue con una que nunca fue publicada, escrita en 1867, con el título de El pobre y la dama, y que le sirvió, posteriormente, de base para dar vida a otra narración Una indiscreción en la vida de una heredera.
Su siguiente trabajo Remedios desesperados vio la luz en 1871.


Tan sólo un año más tarde, Thomas Hardy escribió la que se considera la primera de sus novelas en las que se aprecia un determinado perfil literario importante, Bajo el bosque verde, y en 1873, UNOS OJOS AZULES, que en gran medida nos acerca a la etapa de su vida en la que conoció a la que posteriormente sería su primera esposa, Emma Lavinia Gifford.
Destacar, entre otras, Lejos de la multitud enloquecida, 1874, Retorno al país, 1878, El alcalde de Casterbridge, 1886, Los habitantes del país de los bosques, 1887, Tess de Urbervilles, 1891 y Judas el oscuro, 1895.



En esta primera etapa de la obra literaria de Hardy nos encontramos ante un escritor que trabaja una prosa naturalista y que tiene un perfecto dominio de las palabras que maneja. Es el suyo el mundo victoriano, marcado por rígidas costumbres. 
Para Hardy el mundo estaba guiado por el determinismo biológico y el físico, por lo que el ser humano no podía quebrantar ese orden.


Ello queda reflejado en sus personajes que asisten impotentes a un destino trágico, en un ambiente que nos llega a asombrar en una dualidad oscura y hasta cierto punto con matices de ternura y humor.
Sus viajes por países como Holanda y Bélgica fueron motivo de inspiración para su gran poema Los dinastas (1903-1908), ambientado en la batalla de Waterloo, temática que, por otro lado, nos encontramos también en la novela El trompeta mayor (1880).


A consecuencia de una dura enfermedad y convalecencia, su inspiración quedó reflejada en una serie de obras como Una laodicense, Dos en una torre, La bien amada. Esta  inicialmente  publicada por entregas, fue la última de las novelas de Hardy que se editó en forma de libro en 1897.



Ya en la madurez se estableció en Dochester, en una casa construida a su gusto, y donde pasó el resto de su vida, eso sí, después de  realizar otro viaje que le llevó por Francia e Italia y gracias al cual vieron la luz deliciosos cuentos que fueron publicados en distintos volúmenes y con los que podemos disfrutar en la  edición que nos ofrece Alba Editorial, S.L.U., entre ellos los reconocidos Cuentos de Wessex.


La poesía, en los últimos años de su vida, cobró una más que notable proliferación en su obra, no sólo componiendo nuevas obras, sino también recopilando las que en su juventud escribió.
Y precisamente, esta poesía es la que viene a refrendar la grandeza literaria de Thomas Hardy, que abunda en su tono melancólico, amén de esa ironía que nunca le abandonó. 



Viudo de la que fuera su primera esposa, en 1912, dos años más tarde contrajo de nuevo matrimonio con Florence Emily Dugdale.


Sin lugar a dudas, la obra en su conjunto de Thomas Hardy nos lo sitúa como escritor realista que deriva hacia el naturalismo. En su trabajo se advierte un avance hacia lo que podría considerarse un pesimismo determinista que le lleva a evitar todo tipo de sentimentalismos, reconociendo lo que de cruel existe en la condición humana.
Y el hecho tan cierto como la peculiaridad del carácter de Hardy, un hombre que vivió una etapa convulsa de la historia y que le convirtió en un enorme narrador, si bien varias de sus novelas se vieron duramente castigadas a raíz de su contenido sexual.


Una constante en su obra y que queda reflejada en ella es su amor por la naturaleza, que describe de forma elegante, si bien es esa naturaleza la que se vuelve en contra, la que constituye una amenaza para los personajes de sus relatos.
Es así como sus personajes suelen terminar mal, conociendo no sólo el fracaso, sino también la muerte. Un dato relevante que en su obra reivindica son las injusticias sociales, la desigualdad femenina, sobre todo, el hecho de acceder por parte de la mujer a una educación igualitaria con el hombre; de ello queda una muestra relevante en Tess y Jude.




UNOS OJOS AZULES

Si bien en su día la publicación de esta novela resultó, en gran medida, incómoda para la sociedad victoriana, actualmente la contemplamos, desde nuestro punto de vista de lectores del siglo XXI como una historia de amor.
Más con este relato Thomas Hardy nos viene a retratar lo que podría considerarse un singular triángulo amoroso.
El argumento desarrolla la historia de Elfride, la bella hija de un párroco de un condado ingles, que se enamora de un arquitecto, Stephen Smith, que conoce a raíz de que éste debe arreglar la iglesia del pueblo.
Los jóvenes se enamoran perdidamente, pero el padre de la joven no consiente su matrimonio, alegando diferencia de clases sociales. Ello conlleva el que Stephen se marche a la India con la finalidad de hacer fortuna.
Más al poco tiempo de este acontecimiento entra en escena el que fuera mentor del joven arquitecto, Henry Knight, un hombre ya maduro, de carácter solitario y que caerá perdidamente enamorado de la joven Elfride, y conseguirá que ésta olvide al que fuera su prometido.
Más os dejo el final de la historia, sorprendente, para vuestra lectura.....


Una curiosa interpretación de la actitud de Elfride ante el triángulo amoroso que vive son las palabras que por boca del narrador (autor) podemos leer: "Era infinitamente mejor ser la esclava de un gran hombre que la reina de uno ínfimo".


Una rotunda sentencia que exige la lectura de esta obra, en principio considerada menor de Thomas Hardy, pero que, sin lugar a dudas, es perfecta para conocer lo que esconde la condición humana.

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Fuentes: Wikipedia.
www.biografiayvidas.com
www.elpais.com
www.solodelibros.es.


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