HUÉSPED
Habito en tu interior
como un cangrejo
ermitaño,
vigilando mis
movimientos
para no alertarte de mi
presencia.
Años de renuncia
que lo son de exigencia.
Tengo que plantearme
cambiar de huésped,
hecha mi existencia a
respirar la vida
que otro siembra.
Careciendo de
disposición al cambio,
un día cualquiera se
diluyó mi conciencia.
Y me resulta tan
complicado
pensar que tengo un
compromiso adquirido
para salvar lo que de mí
queda.
Lo mismo acierto
dándome por vencido,
y de ti me arrojo,
en un último intento
de saberme por vivo o
muerto.
Y doy con ello sitio a
otra suerte
que conforme tu vida
entera.
Rosa Freyre del Hoyo.
BUEN DÍA A TODOS
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