San Casciano del Bagni es una localidad italiana que se encuentra en la provincia de Siena, dentro de la maravillosa región de Toscana y su historia permanece unida a la existencia de unas aguas termales, con un total de 42 manantiales en los que se alcanza una temperatura media de 42º, siendo el tercer caudal de agua termal de toda Europa.
Más nuestro descubrimiento de hoy no se refiere a esas deliciosas aguas termales, sino al descubrimiento el pasado 8 de noviembre de 2022, precisamente en una excavación arqueológica de San Casiano dei Bagni, de 20 esculturas de bronce, en un antiguo santuario termal etrusco, que estaba destinado a fines terapéuticos, y al que se llevaban ofrendas en rogativa para garantizar la salud.
Algunas de estas esculturas alcanzan el metro de altura y en ellas aparecen inscripciones tanto en etrusco como en latín, una gran cantidad de estatuillas votivas y cerca de 5.000 monedas de oro, plata y bronce; estos valiosos hallazgos pueden datarse entre el siglo I a.C y el siglo II; este hallazgo está considerado el más importante de toda Italia tras el descubrimiento de los también bronces de Riace que lo fue en 1972.
El hecho cierto es que cuando el recinto termal quedó en desuso premaneció prácticamente enterrado, y no fue hasta el año 2019 gracias a las excavaciones arqueológicas dirigidas por Jacopo Tapolli, de la Universidad de Siena; un proyecto que fue creciendo en entusiasmo en la medida en la que iban aumentando las excavaciones, gracias al descubrimiento final de las 20 estatuas de bronce que decoraban el lugar y que permanecieron durante cientos de años en el fondo de una piscina termal.
Las estatuas representan, en su mayoría, divinidades o matronas romanas, emperadores y diosas; también resulta muy curioso objetos como una mano sosteniendo dinero, o incluso un niño envuelto en un pañal que fue una ofrenda a los dioses, pues estas termas, con independencia de su función curativa, también eran consideradas como lugar sagrado.
Asimismo, otro aspecto a destacar es el más que magnífico estado de conservación de todos y cada uno de los hallazgos; en la actualidad se está empezando a trabajar en su restauración, en un laboratorio de Grosseto, en la zona de la Toscana, para posteriormente ser expuestas con la finalidad de que el público pueda apreciar su belleza.
Curiosamente, las inscripciones de muchas de estas esculturas han hecho posible la identificación de algunas de las familias que donaron el dinero suficiente para su realización, como es el caso de los Velimna de Perugia o los Marcni de Siena.
Esta reciente descubrimiento no ha hecho más que empezar tal y como ha manifestado el arqueólogo que dirige las excavaciones, Jacopo Tabolli.
No hay comentarios:
Publicar un comentario