La escritora italiana Melania G. Mazzucco, en la que es su novela publicada en 2019 por la Editorial Anagrama, Colección Panorama de narrativas, y bajo el título de LA ARQUITECTRIZ nos acerca a la historia de la primera mujer arquitecta moderna, en la Roma del siglo XVII.
Esta fascinante historia nos permite conocer a fondo la figura de una gran mujer y artista, desconocida para el gran público, prácticamente ninguna mujer de su época se decantaba por la arquitectura como disciplina artística, amén de que nos hace una exacta aproximación a la sociedad de su tiempo, la que conoció y vivió todo el esplender del barroco.
Una exposición de los proyectos arquitectónicos de PLAUTILLA BRICCI podemos admirar, por vez primera, en una muestra en la Galería Corsini, en Roma, en la que se reúnen, amén de diferentes proyectos sus cuadros más significativos.
PLAUTILLA BRICCI nació en Roma (Italia), el 13 de agosto de 1616 y falleció en su ciudad natal en 1705; no sólo cultivó la arquitectura, sino que también fue pintora y miembro de la Academia de San Lucas.
La introducción de Plautilla Bricci en el mundo del arte lo fue de la mano de su padre Giovanni Bricci, músico y pintor, algo que también hizo con su hijo y hermano de Plautilla, Basilio Bricci, también arquitecto y pintor. Gracias a su progenitor, quien en ningún momento dudó del talento de sus dos hijos, en el caso de la joven Plautilla pronto tomó contacto con los artistas próximos al círculo artístico de su padre y gracias a ello comenzó a trabajar realizando pinturas, como la "Virgen con el Niño de Santa María en Montesanto", datada hacia el año 1640.
El éxito de sus primeros trabajos le sirvieron para conocer a Benedetti, secretario del cardenal Giulio Mazzarino, al que también frecuentaban Gian Lorenzo Bernini o Giovan Francesco Grimaldi, e hicieron posible que la carrera como arquitecta de la joven Plautilla Bricci fuera toda una realidad.
La obra arquitectónica más significativa de Plautilla Bricci fue la Villa Benedetta, construida en 1662 y que, desgraciadamente, fue destruida en 1849 durante el asedio francés a la ciudad de Roma. Esta impresionante obra se encontraba ubicada en la vía Aurelia y recibió el nombre popular de "el buque", en función de su forma.
Si bien el proyecto arquitectónico fue firmado por ambos hermanos Bricci, Plautilla y Basilio, fue la primera la que se ocupó también de la decoración interior realizada a base de pinturas alegóricas y religiosas; no obstante, y a tenor de la información que se ha podido recabar posteriormente del Archivo del Estado de Roma, el proyecto del edificio lo fue en mucha mayor medida obra de Plautilla, siendo Basilio un mero apoyo del mismo.
Curiosamente, esta Villa Benedetta presenta una arquitectura del todo diferente a la que abundaba en su época, destacando gran variedad de loggias, paredes curvas y estucos muy trabajados, todo ello nos acercaba a lo que se consideraba una arquitectura barroca pesada.
Desgraciadamente, de este magnífico edificio sólo se conservan, a día de hoy, restos de la puerta de entrada en forma de gruta, lo que nos lleva a pensar que la joven Plautilla Bricci empleó un elemento tan característico del Renacimiento como las grutas y con ello dar un aspecto más naturalista, aportando una mezcla entre lo campestre y lo urbano.
El éxito de esta obra contribuyó a que el Abate Benedetti, allá por el año 1664 planteara a Plautilla Bricci el proyecto de un edificio de carácter religioso, la denominada Capilla de San Luis, en la iglesia de San Luis de los Franceses. El resultado fue una maravillosa capilla ricamente ornamentada, a base de mármoles polícromos, bronces dorados, a lo que se añadió un cortinaje confeccionada con estuco azul a base flores de lis. En esta espléndida capilla, Plautilla fue la encargada de llevar a cabo la pintura principal del retablo que representaba a San Luis de Francia.
La Capilla de San Luis demostró el hecho tan cierto como el que Plautilla era capaz de crear un espacio grandioso, en gran medida escenográfico y lujoso, demostrando no ya un ingenio nato, sino una formación continua en el arte de la arquitectura. Gracias a esta obra Plautilla Bricci fue admitida, con todos los honores, en la Academia del Disegno di Roma.
Sin perjuicio de la grandeza de su obra arquitectónica, Plautilla Bricci también destacó como pintora, destacando sendas pinturas por encargo de la Compañia de la Misericordia de Poggio Mirteto, un lienzo pintado por ambos lados que representa escenas de la vida de San Juan de la Cruz, así como un estandarte para una confraternidad, destinado a desfiles procesionales, representando a la Virgen del Rosario.
No cabe la menor duda y pese a que se insiste en que el papel de la mujer dentro del mundo del arte ha sido menor, nada más incierto, mayormente por el hecho de que no se ha indagado lo suficiente, y también por las circunstancias que obligaban a las mujeres a que su capacidad artística no pudiera trascender las paredes de sus viviendas. Pero existir han existido muchas mujeres que han destacado dentro de todas y cada una de las más maravillosas disciplinas artísticas, sólo es cuestión de buscar e indagar en la historia del Arte....
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