Todos hemos leído en algún momento de nuestra vida historias que nos remiten a temáticas en las que el futuro de la ciencia y los grandes avances en la tecnología constituyen el escenario de narraciones fantásticas, viniendo a definir las que se han venido en llamar historias de "ciencia-ficción", que comienzan a desarrollarse a principios del siglo XX.
Y también es más que acertado afirmar que hemos sabido del término "pulp", abreviatura del inglés "pulp magazines", que se caracterizaban por ser publicaciones baratas y de muy baja calidad de material que alcanzaron enorme popularidad en los EE.UU. desde finales del siglo XIX hasta mitad del siglo XX.
El término PULP deriva del papel de pulpa de madera barato en el que eran impresas estas publicaciones, y cuyo público eran evidentemente popular, sus portadas llamaban poderosamente la atención a base de emplear imágenes muy coloristas y sensacionalistas, sus argumentos eran muy simples que venían a contar hazañas de personajes "adornados" con cualidades desde morbosas a sobrenaturales. Y fue precisamente su bajo coste lo que las convirtió en lecturas muy populares.
No obstante escritores de cierto prestigio también escribían para los pulp, aproximándonos a historias que se encuadraban dentro de la ciencia-ficción, la ficción de horror, el suspense, combinados con la acción, amén del romance y la fantasía. Entre las publicaciones más conocidas que llegaron a conseguir miles de seguidores durante los años 20-30 podemos destacar las que historiadores llamaron "The Big Four", o lo que es lo mismo, Las cuatro grandes: Argosy, Adventure, Blue Book y Short Stories. También fueron más que leídas Amazing Stories, Weird Tales, Black Mask, Coeboy Stories, Dime Detective, y otras muchas.
Su éxito empezó a decaer a partir de finales de los años 50 del pasado siglo XX, cuando estas baratas publicaciones dieron paso a libros en los que la temática evidentemente extendida a las páginas que puede abarcar un libro, llegó a todo tipo de público, no sólo al popular.
Es más, los que hoy conocemos como cómics de héroes modernos son directos descendientes de los "plups".
Más el objeto de este artículo no es ya sólo adentrarnos en el mundillo literario "pulp", sino en el importante papel de la mujer como autora de este tipo de literatura conocida bajo el título de "literatura de ciencia ficción", y cuyos orígenes hemos situado en las publicaciones "pulp".
En este tipo de publicaciones "pulp" el papel de la mujer quedaba enmarcado dentro de personajes como reinas guerreras, heroínas con superpoderes e incluso provenientes de mundos desconocidos, más el hecho de que la mujer fuera la que estuviera detrás de todo un fenómeno literario como escritora no ha sido lo suficientemente reconocido; es por ello que desde grandes historiadores hasta aficionados han dedicado mucho de su tiempo a rescatar relatos escritos por mujeres cuya aportación a la literatura de ciencia-ficción ha sido más que importante, no ya sólo por la cantidad de sus trabajos, sino por la calidad de los mismos.
Si en el siglo XIX tuvimos el primer gran precedente de este fenómeno con nuestra querida MARY SHELLEY y su reconocida obra "Frankenstein o El Moderno Prometeo", durante muchos años posteriores decenas de mujeres se comprometieron con la literatura de ciencia-ficción.
No obstante, la historia siempre ha venido a recordarnos las difultades de las mujeres, en el contexto histórico de la época, para ver recompensado su trabajo, por lo que muchas de ellas se hacían pasar por hombres. En el periodo de tiempo que media entre 1920 y 1950 aproximadamente unas trescientas mujeres cultivaron la ciencia-ficción, muchas de ellas publicando en revistas, otras como editoras, más todas ellas ejerciendo una loable influencia para las que años más tarde se convertirían en auténticos fenómenos de este tipo de literatura como es el caso de Susanna Clarke, Lauren Beukes, Becky Chambers, J.K. Rowling, Suzanne Collins, Samanta Schweblin, Mariana Enriquez, Anna Starobinets o Nnedi Okorafor.
Mujeres que publicaron con su propio nombre, otras con pseudónimos femeninos, pues no querían ser reconocidas por diferentes motivos, e incluso algunas que lo hicieron bajo nombres andróginos. Es así que Catherine Lucille Moore escribía con el nombre de "C.L.", Alice Mary Norton adoptó el nombre de Andre Norton, así como el de Allen Weston o Andre North, Alice Sheldon recurrió al pseudimo de James Tiptre Jr.; no obstante, es de reseñar el hecho de que muchos escritores, hombres y mujeres, que cultivaron el género de la ciencia ficción recurrieron al pseudónimo.
Escritoras que vivieron y publicaron durante la era del "pulp" como Clare Winter Harris, Leslie F. Stone, así como la ya citada Catherine Lucille Moore, sentaron las bases de las actuales escritoras que todos alabamos y reconocemos.
Fue Clare Winger Harris la primera mujer que publicó en una revista dedicada a la ciencia-ficción, junto con Leslie F. Stone quien nos regaló a la primera mujer astronauta del mundo literario, el primer héroe negro y la primera civilización alienígena la que ganó una guerra contra los seres humanos.
Una larga lista de grandes escritores, cuyo trabajo merece no sólo conocerse sino difundirse y entre las que se encuentran Judith Merril, Zenna Henderson, Joanna Russ, Doris Pitkin Buck, Wilmar H. Shiras, C.L. Moore, Mildred Clingerman..
Una maravillosa antología de relatos escritos por estas grandes mujeres pioneras de toda una posterior generación lo podéis leer en un libro, publicado por la editorial Almadía, gracias a Lisa Yasek quien ha llevado a cabo la selección de estos singulares relatos, y que obedece al título de MUNDOS ALTERNOS (y que conste que yo no gano nada con hacerles publicidad, eso sí, me gusta ser partícipe de la difusión de todo tipo de conocimiento).
Pues para terminar con un "punto" musical a este artículo, algo que os sonará muy conocido del gran Tarantino y de su película "PULP FICTION".
https://es.wikipedia.org
https://www.relatospulp.com
Mundos Alternos. Almadía Editorial.
Estupenda entrada !! Que interesante... Es un "universo" que tengo no conozco, así que te at agradezco enormemente la publicación de este texto. Sin duda, indagaré en este apasionante tema. Y tomo buena nota de tu recomendación literaria. Me suscita mucha curiosidad y buscaré ese libro.
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