domingo, 7 de mayo de 2023

HERMANOS GRIMM.- LA TRADICIÓN ORAL DEL CUENTO.




¿Qué es un cuento y cómo se ha ido transmitiendo su mensaje de generación en generación?

Responder a esta pregunta es en gran medida sencillo si sentamos las bases de que el cuento tradicional es una narración breve, generalmente de autor anónimo, que viene a narrar hechos de origen fantásticos o ficticios; no obstante, amén de que debemos su existencia a la ya citada tradición oral, el hecho cierto que es a lo largo del tiempo se han producido diferentes versiones de él. Es así que en muchos de estos cuentos se produzca el cambio de un elemento cualquiera, como puede serlo el de un personaje o incluso un diálogo, sin que modifique el tema o cambie el sentido del texto.




Todos los que hemos leído o nos han leído cuentos en nuestra infancia somos conocedores de la importancia del trabajo de los HERMANOS GRIMM, ya que sus más que difundidos y famosos Cuentos para la infancia y el hogar son la fuente de la gran mayoría de los cuentos populares y que vienen a recoger la esencia del por qué de este tipo de relatos.

Ciertamente, los Hermanos Grimm no fueron autores de estos cuentos, sino que fue la suya una ardua labor de recopilación de esta tradición oral, que durante el siglo XIX y en Alemania alcanzó una gran popularidad, siendo muchas las personas de diferente profesión más todos ellos intelectuales quienes se vinieron a interesar por la difusión de las enseñanzas y mensajes que conllevan los cuentos.




La citada obra Cuentos infantiles y del hogar fue publicada entre los años 1812 a 1822 y posteriormente, en edificiones modernas, vio modificado su título, por lo que también son conocidos por Los cuentos de hadas de los hermanos Grimm o Cuentos de los Hermanos Grimm, como si hubieran salido de su imaginación, pero nada más equivocado, ya que la suya, reitero, fue una obra de transcripción y recopilación de esa singular y siempre deliciosa cuentística oral popular.




JACOB Y WILHELM GRIMM fueron los dos hijos mayores de un total de seis de Philip Wilhelm Grimm, abogado de Hanau, principado de Hesse y de su esposa, Dorothea. El padre, amén de ejercer como abogado era pastor de la iglesia calvinista por lo que sus hijos recibieron una formación clásica y crecieron educados en la fe de la Iglesia reformada calvinista.

Fue precisamente durante los estudios de ambos hermanos en la Universidad de Marburgo (1802-1806) cuando iniciaron una intensa relación de amistad con el poeta y también folclorista Clemens Brentano, quien fue la persona que les vino a dar a conocer la poesía popular; curiosamente a esta amistad se unió otra, la del jurista e historiador de derecho Friedrich Karl von Savigny, quien les ofreció sus conocimientos en un método de investigación de textos que sentaría las bases de los que serían sus trabajos posteriores. A todo ello habría que unir la esencia de la literatura anónima tradicional alemana de la que tomaron las fuentes del filósofo Johann Gottfried Herder, lo cual les sirvió para dar especial importancia a la literatura como expresión de la forma de ser de un pueblo.





Fue el encargo que Friedrich Karl von Savigny recibió de Clemens Bretano y que trasladó a los Hermanos Grimm, en el sentido de realizar un libro de poesías basadas en historias tradicionales populares, el que sentó la idea de las historias que, convertidas en cuentos, Jacob y Wilhelm publicaron en 1812.

Una de las principales características de estos cuentos fue el hecho de que ambos hermanos conservaron el carácter original de las narraciones, manteniendo su frescura, obviando la reelaboración. A esta primera recopilación de Cuentos infantiles del hogar, le siguió otra relacionada con las leyendas históricas germanas, bajo el título de Leyendas alemanas (1816-1818).

Inicialmente, los Cuentos infantiles y del hogar fueron publicados en tres volúmenes, con la finalidad de hacer una especie de homenaje a la tradición literaria popular, y para ello sus fuentes principales, además de sus recuerdos de infancia y de sus amigos, fue la gente del pueblo a la que iban preguntando.





No obstante, algunos de estos cuentos sí que fueron tomados de textos escritos, como es el caso de El pescador y su esposa o El enebro, ya que ambos les fueron remitidos directamente por Philipp Otto Runge y los hermanos Grimm prefirieron publicarlos tal y como fueron redactados; la gran mayoría del resto de los cuentos provenían de la tradición oral narrada por personas de diferentes estratos sociales, principalmente de la clase media. Fueron tantos los años durante los que ambos hermanos se dedicaron a la compilación de estas narraciones que incluso hoy en día no podemos afirmar con exactitud si dichas transcripciones obedecían exhaustivamente a la realidad, más lo que verdaderamente les otorga un valor incalculable es su siempre presente vigor y la calidad de la narrativa.

A la primera de las publicaciones de los Cuentos infantiles y del hogar en 1812, le siguió un segundo tomo en 1814 y una tercera edición en 1837; la última edición que fue supervisada por ambos hermanos lo fue en 1857.





Bien es cierto que las primeras ediciones se vendieron exclusivamente en Alemania, ya que no estaban dirigidas al público infantil, toda vez que los Grimm nunca se consideraron escritores para niños, sino folcloristas o herederos de la tradición oral alemana. Fue en 1825 cuando empezaron a conseguir mayores ventas gracias a una Pequeña Edición -Kleine Ausgabe- con un total de 50 relatos en los que abundaban las ilustraciones fantásticas, realizadas por su hermanos Ludwig, siendo esta edición la que sí estaba recomendada a lectores infantiles. Tal fue el éxito de la misma que entre 1825 y 1858 se publicaron un total de diez ediciones de esta Pequeña Edición.






Es significativo que por parte de ciertos círculos de lectores, en América del Norte, la colección de cuentos fue condenada ya que venía a representar lo que suponía la crudeza medieval con todos sus prejuicios y atrociades; es por ello que las versiones originales de muchos de estos cuentos, como es el caso de Blancanieves, en el que a la madrastra se la obligó a bailar con unas zapatillas de hierro ardiente al rojo vivo hasta caer muerta, fue sustituida y suavizada; los hermanos Grimm descubrieron que dulcificando y refinando los relatos éstos podrían alcanzar a un público -el infantil- siempre dispuestos a disfrutar con mundos de fantasía.




Con independencia de los cuentos, los hermanos Grimm hicieron variadas aportaciones al mundo de la filología, tal es así que debemos a Jacob la denominada Ley de Grimm, que viene a describir los cambios ocurridos en los sonidos de las lenguas germánicas a lo largo de su historia; a su vez, ambos hermanos también trabajaron en la creación del que fuera primer diccionario del idioma aleman, un riquísimo y complejo trabajo del que llegaron a editar sólo el primero de los volúmenes, pues la continuación de esta ardua labor fue el fruto de varias generaciones de estudiosos, y no llegó a su término hasta 1960.

Es necesario llamar la atención sobre un hecho que marcó la vida de ambos hermanos, relacionado con la política; fue en 1837, pues junto con otros cinco colegas de la universidad  se negaron a jurar fidelidad a Ernest August, el nuevo rey de Hannover, ya que había suspendido la constitución del reino; es así que como castigo fueron expulsados de sus trabajos, si bien con el tiempo se les ofreció la posibilidad de ocupar sendas cátedras en la Universidad de Berlín.




A día de hoy la colección de estos 210 cuentos ha sido traducida a más de 160 idiomas y los personajes han llegado incluso a ser incluidos como tales en obras de teadro, historietas, cine, etc.

Los ejemplares manuscritos de Cuentos para la infancia y el hogar, propiedad de la biblioteca de la Universidad de Kassel fueron incluidos en el Programa Memoria del Mundo de la Unesco en 2005.

La narrativa popular transmitida por vía oral ha influido de forma decisiva en la literatura que hoy en día podemos leer y disfrutar, como expresión, tanto una como otra del espíritu de los pueblos y civilizaciones.


                             Estatua de los Hermanos Grimm en Hanau



Fuentes:
Cuentos de los Hermanos Grimm para todas las edades.
Philip Pullman.
https://www.biografiasyvidas.com
www.rinconcastellano.com
https://historia.nationalgeographic.com





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