GEORGIA O´KEEFFE: INSPIRACIÓN E INTUICION.

Georgia retratada por su marido

Buen día estimados amigos, una pequeña reseña en mi "revista favorita" TENDENCIAS DEL MERCADO DEL ARTE, en su número 79, nos ofrecía una mas que extraordinaria noticia para el mundo del arte, y es que la sala de subastas Sotheby´s había vendido por la increible suma de 35,5 millones de euros un lienzo suyo, datado en el año 1932, su tela denominada Jimson Weed/White Flower No.1, que nos representa una de sus tantas maravillosas flores. La subasta en cuestión tuvo lugar el pasado 20 de noviembre de 2014, y con esta cifra la pintora norteamericana ha conseguido triplicar su mayor venta conseguida hasta el momento. 

Jimson Weed/White Flower

Y si a ello unimos que el Museo Thyssen Bornemizsa ha realizado una exposición sobre su obra desde el pasado 4 de noviembre de 2014, hasta el 1 de febrero de 2015, ello me inclina, sin remedio y con una total admiración, a tratar la figura de esta gran pintora norteamericana.

Motivo mas que suficiente para entrar de lleno en la vida y la obra de esta gran dama del arte que es GEORGIA O´KEEFFE, una mujer que representa todo un icono no solo por su obra, sino también por su mas que peculiar personalidad, pues fue la suya una vida que planificó hasta el punto de establecerse para poder pintar en pleno desierto de Nuevo México.

Su obra abarca medio siglo, y se mueve entre lo que podemos considerar el naciente modernismo norteamericano y las diferentes tendencias  abstractas que conocieron los años cincuenta y sesenta.

Es su obra de una fuerza cromática sensacional, y en ella se esconde una sensualidad que solo es captada por quien se detiene en su complacencia. Los motivos de sus cuadros son flores de grandes dimensiones, amén de distintos paisajes que nos reproducen escenas del suroeste norteamericano, eso sí, reflejando la belleza de su naturaleza. 

Georgia O´Keeffe nació y crecio en el medio oeste de los EE.UU., concretamente en Sun Prairie, Wisconsin.

Georgia fue la segunda de los siete hijos del matrimonio formado por Ida Totto O´Keeffe y de Francis Calyxtus O´Keeffe.

Su vida se desarrolla en una granja, en pleno contacto con la naturaleza, y son estas impresiones que capta durante su infancia las que reflejaría años mas tarde en su obra. 

Si bien el hecho de que una niña crezca en un ambiente solitario, como es una granja, en plena naturaleza nos puede hacer pensar en que no recibió una formación adecuada, estamos del todo equivocados, pues estudió música, pintura y dibujo.

Con quince años ya tiene claro a qué quiere dedicarse: a la pintura. La familia se traslada a Williamsburg, en Virginia. Es ahora cuando Georgia asiste al internado femenino de Chatham, si bien su asignatura preferida son los paseos por los alrededores del mismo, el contacto con la naturaleza. Fue gracias a su profesora de arte que descubre el potencial de Georgia y la ayuda en su decisión de pintar. Para ello, con 17 años se matricula en la escuela del Art Institute de Chicago. Es en esta escuela en la que encuentra a un profesor mas que especial John Vanderpoel, de cuyas clases de dibujo aprendió la composición del cuerpo humano, y sobre todo, cuál es la función de la línea que da forma al cuerpo. Mas, desgraciadamente, esta etapa de aprendizaje se ve interrumpida por una enfermedad, el tifus, que la mantendrá recluida en su casa. 

En en el otoño de 1907 cuando se matricula en el Art Students League, de Nueva York, una de las instituciones de mas reconocido prestigio, asistiendo al curso que imparte William Merrit Chase, el que despierta en nuestra joven pintora el interés por las texturas vivas y por la materialidad del color. Su norma de trabajo era un tanto particular, pues insistía en sus alumnos en que realizaran un cuadro al día, con la finalidad de conocer el proceso del trabajo mas que su resultado. No obstante, las clases que se imparte en este instituto se basan en la tradición de los clásicos. Mas un artista neoyorkino, el fotógrafo Alfred Stieglitz marca una diferencia en su concepción de lo que son las técnicas artisticas, puesto que antes, en el año 1913, el conocido "Armory Show" diera a conocer el nuevo arte de vanguardia europeo, Stieglitz, en su galería, había expuesto obras de Henri Matisse o Paul Cezanne.

Georgia O´Keeffe, junto con sus compañeros de academia, visita un día la citada galería y descubre a Rodin, Matisse, Braque, Pablo Picasso y los americanos John Marin y Marsden Hartley.

Como premio a la mejor naturaleza muerta de la clase, recibe una beca para la League Outdoor School, en el Lake George, Nueva York.

Mas como en muchas ocasiones suele ocurrir las necesidades económicas influyeron en el trabajo de Georgia y ésta se vio obligada a trabajar como ilustradora en Chicago, realizando paneles y logotipos para distintas empresas. Esa misma necesidad la llevó a dar clases de arte de educación primaria, que compaginó con la asistencia a los cursos de verano de Alon Bement en la University de Virginia. De Alon Bement que difunde las  teorias de Arthur W. Dow, Georgia se reconoce en la representación clara y simplificada de la forma, con la finalidad de dar una mas que mejor esencia de las cosas.

Durante el año 1914 residió en Nueva York y recibió clases en el Teachers College de la Columbia University. Ello fue decisivo para su trayectoria como pintora pues la decidió a tomar contacto con las vanguardias neoyorquinas, por medio de las revistas CAMERA WORK  y 291, editadas ambas por Alfred Stieglitz. Es por esta época cuando Georgia O´Keeffe estudia a Kandissky, del que acoge la idea de que los colores y las formas ya no deben someterse al modelo de la naturaleza sino a los sentimientos, lo que es "el mundo interior" del artista.

En el año 1917 lleva a cabo su primera exposición individual en la galeria 291 y gracias al que fue su gran amigo y potenciador de su arte, Stieglitz se traslada a Nueva York. Un año mas tarde empezaron una convivencia que se vió culminada en 1924 cuando contrajeron matrimonio. Es partir de entonces cuando la obra de Georgia O´Keeffe no conoce descanso y su exposición es continúa de una a otra galería.

Georgia O´Keeffe conoce su madurez artística durante la década de los años 20 y 30, caracterizada por una mas que especial combinación de simbolismo y abstracción, y en la que se muestra su interés por la fotografía. Es entonces cuando realiza las primeras enormes flores que ocupan toda la superficie del cuadro y con las que la mayor parte de las ocasiones se verá unida su pintura como si se tratara de un sello propio. En el caso de las flores, O´Keeffe llevará a cabo varias series, y en cierto sentido se aproxima al arte japonés. La mirada que nos ofrece de la flor desde la mayor cercanía se puede comparar con los primeros planos que nos muestra una fotografía. Todo ello nos invita a considerar la sensualidad como un elemento fundamental de sus flores, su respeto hacia la vida, haciéndola brillar en todo su esplendor antes de que se marchite, nos lleva a considerar cierto aspecto romántico en las mismas, tal y como habría podido describir el inglés William Wordsworth con las palabras siguientes: "A toda forma natural, a toda roca, a todo fruto o flor, incluso a las piedras sueltas que cubren el camino, les concedí una vida espiritual, las vi sentir, o asocié con ellas un sentimiento (....)".

A partir de 1930 llevó a cabo una serie de paisajes urbanos cuya protagonista era la ciudad de Nueva York y en 1931 llevó a cabo su primera pintura de huesos.

Su  esposo y admirador Alfred Stieglitz falleció en julio de 1946, a los 82 años, víctima de un infarto, esa misma primavera, el Museum of Modern Art de Nueva York le dedicó a Georgia O´Keeffe una gran retrospectiva, reconociendo el valor de toda una obra. 

Despues de la muerte de su marido se dedicó a administrar en Nueva York la gran colección de arte legada por su marido y dirigirla a las instituciones norteamericanas que el así deseó. Durante este tiempo pintó pocos cuadros, máxime teniendo en cuenta que sufrió una gran pérdida de visión.

Es en 1949 cuando Georgia O´Keeffe se trasladó, intermitentemente, a Abiquiu, en invierno, y a Ghost Ranch, en verano (Nuevo Mexico), lugares en los que había pasado temporadas de descanso. En este periodo su obra se caracteriza por volver a trabajar sobre obras ya realizadas o inacabadas e incluso por dedicarse a la alfarería. 

Su obra fue premiada en vida, algo que no todo artista puede vivir y sentir, y las exposiciones de aquélla siguieron sucediéndose, eso sí, con el sentimiento de dolor que supuso para Georgia la pérdida de la visión, pues solo alcanzaba a ver formas y colores, y necesitaba de un asistente para poder desenvolverse,y para ser ayudada en los mas que numerosos viajes que continuó haciendo, preparando y ultimando exposiciones y publicaciones. Esa persona que ocupó tan importante función en la vida de los últimos de Georgia, fue Juan Hamilton, un joven ceramista, que se convierte amén de en su amigo, en su confidente y partícipe de sus experiencias.

Su último viaje la llevó, en 1983, a la costa del Pacífico costarricense. En 1984, se traslada definitivamente de Abiquiu a Santa Fé, donde muere el 6 de marzo de 1986.

Sus cenizas fueron esparcidas por el lugar, por el paisaje que tanto amó alrededor del Ghost Ranch.

No cabe la menor duda que el trabajo artístico de cualquier gran maestro está unido a su personalidad; en el caso de Georgia O´Keeffe  nos muestra una mujer clara, sencilla, rodeada de un universo poético y auténtico. Es la máxima representación del bienestar que vive el individuo. Ese fue el caso de esta gran artista y mujer. Nadie que vea uno de sus cuadros puede negar la emoción que le invade y  en los que la luz y el color fluyen de forma independiente. 

"Cada vez que tengo una idea para un cuadro, me viene el pensamiento: qué banal.¿Por qué tengo que pintar esta vieja roca?, ¿Por qué no doy mejor un paseo?. Sin embargo, entonces se me ocurre que a otra persona no le resultará tan banal". GEORGIA O´KEEFFE.

Deliciosa flor negra

BUEN DÍA A TODOS

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