lunes, 9 de febrero de 2015

LOS JARDINES DE ARANJUEZ: PAISAJE CULTURAL.




Buen día, estimados amigos, hace tiempo que no nos damos un paseo al aire libre y de paso disfrutar de lo que la cultura, por medio del arte, "adorna" el paisaje. Este es el caso de uno de los jardines y parques, ornamentados con bellísimas fuentes y estatuas, que se encuentra situado junta al Palacio Real de Aranjuez; evidentemente, estamos hablando de LOS JARDINES DE ARANJUEZ que ostentan la catalogación de Patrimonio de la Humanidad bajo el nombre global de "Paisaje cultural de Aranjuez", y que le fue concedido por la Unesco, en el año 2001.
Estos jardines tienen su origen en un parque del siglo XVI, cuando durante el reinado de Carlos V y Felipe II se llevó a cabo una reforma en la casita de cazador que allí estaba enclavada, convirtiéndola en una mas que bellísima residencia de verano con extensos jardines. 
Fue hacia el año 1562, cuando especialistas tanto holandeses como flamencos trazaron los famosos jardines en una isla artificial del Tajo. Los compartimentos formaban ángulo recto con las avenidas simétricamente dispuestas. Sesenta años mas tarde el arquitecto florentino Cosimo Lotti remodelaba los jardines poco antes de que el conde-duque de Olivares lo invitase en el año 1628 a colaborar en las obras del Buen Retiro de Madrid. 


En lo que constituye la isla artificial se plantó un bosquete con numerosas fuentes que le dieron al entorno una mas que especial vida. La entrada a los jardines ya nos refleja el origen de su arquitecto, pues aparece allí una variante de la fuente de Hércules del jardín de Bobolí de Florencia; en un gran estanque se levanta una islita de rocas coronada por la taza de una fuente en la que aparece Hércules alzando la maza. Su recorrido nos evocan, una y otra vez, el modelo florentino, gracias a que los puntos de intersección de las avenidas dan lugar a plazas circulares u octogonales en las que se sitúan fuentes.


Gracias a la mas que abundante agua del Tajo, estos magníficos jardines jamas se vieron privados de recursos acuáticos, con abundantes surtidores, que incluso dejaban caer el agua desde árboles de gran altura, sorprendiendo al paseante, o los cupidos que permaneciendo ocultos en una colina artificial, lanzaban agua contra las esculturas de animales.


Los Jardines de Aranjuez en su conjunto son cuatro: el del Parterre, el de la Isla, el del Príncipe y el de Isabel II.

Jardín del Parterre


El primero de ellos el Jardín del Parterre, está situado junto a la fachada este del Palacio Real y fue mandado construir por Felipe V, al jardinero francés Esteban Boutelou I, en 1727 y plantado en 1746. 

Este bellísimo jardín en el que podemos deleitarnos con todo tipo de flores y árboles, cuenta con tres fuentes: la de Hércules y Anteo, la de Ceres (situada anteriormente en el Jardín del Principe) y la de las Nereidas.
De las tres la mas espectacular es sin lugar a dudas la de Hércules y Anteo, contruida por el arquitecto Isidro González Velázquez y el escultor Juan Adán por encargo de Fernando VII, en 1827. En ella descubrimos a la estatua de Hércules, que levanta del suelo a Anteo. La base en la que se situa la estatua nos ofrece distintas escenas que muestran el poder del héroe mitológico.
La fuente tiene forma ovalada, y en sus extremos están situadas dos columnas con las palabras Avila y Calpe, así como la leyenda "Non plus ultra". Y es una delicia contemplar el borde del estanque pues está adornado con distintos jarrones de flores.

Jardín de Hércules y Anteo

Fuente de Ceres


Dentro del espacio que ocupa el Jardin del Parterre, y en su extremo occidental nos encontramos con el llamado Jardín de las Estatuas, que debe su nombre a los 14 bustos de mármol de emperadores romanos, reyes de España, y personalidades de la antigüedad, que están colocados sobre distintos niños en la pared. Este jardín también es conocido como el Jardín del Rey, en honor a Felipe II, que lo mandó construir. Este último tipo de jardín es el que se conoce como jardín cerrado, que sigue el modelo renacentista de jardin secreto y privado. En el centro de el mismo podemos disfrutar con una fuente de jaspe verde obra de Roque de Solario, e incluso el propio rey tiene en dicho  jardin un busto de tamaño natural, armado de cota de malla.

Jardin del Rey o Jardín de las Estatuas

El segundo de los Jardines que llama nuestra atención es el que recibe el nombre de Jardin de la Isla, y que debe su nombre al encontrarse rodeado por tres lados por el rio Tajo y por el sur, por una ria artificial, situándose al norte del Palacio Real. 

Si nos remontamos a sus orígenes nos encontramos entre los años 1387 y 1409, cuando la llamada Orden de Santiago construyó en dicho lugar un palacio, que es el antecesor del actual. Fue, sin duda, el jardín preferido de la reina Isabel la Católica, y durante algún tiempo se le conoció como Jardín de la Reina. Años mas tarde tanto Carlos I como Felipe II decidieron hacer del mismo un lugar mas que privilegiado, restaurándolo y decorándolo.

Jardín de la Isla

Para acceder al mismo debemos hacerlo a través del Parterre, y atravesamos la presa por un pequeño puente que pasa por encima de la ría, así como por una escalitana, que fue incorporada en 1744, que está flanqueada por seis estatuas sobre otros tantos pedestales.Y es bellísima la imagen que nos ofrecen las cascadas que a cada lado de las compuertas de la presa, nos arrastra el agua del Tajo. 
En este jardín también podemos pasearnos entre flores y frondosos árboles, y a nuestro paso encontramos fuentes y estatuas, así como distintas estufas e invernaderos. Entre las fuentes, destacar la de la Boticaria, la de Hércules e Hidra, la de Apolo, la del Reloj, la del Niño de la Espina, la de Venus, la de Diana, la de Baco y la de Neptuno. 

Fuente de Hércules e Hidra


Fuente de la Boticaria

La Fuente de la Boticaria, con vaso circular, está adornada con figuras de niños con conchas y rocas; la fuente de Hércules e Hidra, aparece sobre una base de jaspe negro de planta octogonal, y en ella admiramos la figura del héroe matando a la hidra. Destacar las barandillas de hierro y ocho pedestales con otras diferentes figuras de mármol en los bordes. El autor de esta magnífica obra es José de Villarreal y Bartolomé Zambigo por orden de Felipe IV.
La conocida como Fuente de Apolo la encontramos justo detrás de la de Hércules, cuyo zócalo, basa y pretil de mármol son de forma octogonal , y en su centro nos encontramos la figura de Apolo, sobre un dragón.

Fuente de Apolo

Si pasamos a la que se conoce como Calle de la Galería, nos encontramos con el Burladero, que son una serie de surtidores colocados en el suelo de los que salen arcos de agua que alcanzan la altura del pecho de una persona. 
Continuemos nuestro mas que delicioso paseo entre jardines y fuentes, nada mas relajante y delicioso para la vista y los oidos, y topamos con la Fuente del Reloj, a la que se le da también el nombre de las Horas o del Anilla, situada en una plaza cuadrada, rodeada por bancos de piedra, con una fuente en el centro. Y fijaos que cuando se encuentra funcionando, la sombra del chorro del agua va marcando las horas, como si de un reloj se tratara sobre los bordes de la fuente.

Fuente del Reloj

Fuente del Espinario

No nos detengamos porque todavía nos queda un buen trecho, en el que descubrimos la Fuente del Niño de la Espina, conocida como del Espinario o de las Arpías, construida a petición de Felipe III, cuyo petril es cuadrado de piedra jaspe y con una columna corintia en cada esquina. En el centro descansa un joven de piedra, en actitud de sacarse una espina que se le clavado en el pie izquierdo. Cada columna tiene en su parte superior una arpía, que despide agua hacia el interior de la fuente.
Otra fuente mas que deliciosa es la conocida como Fuente de Venus, tambien como de Don Juan de Austria, ya que se asegura que la piedra con la que fue construida fue traida de la batalla de Lepanto.  La podemos contemplar enmedio de una plaza octogonal, en la que se sitúa una taza con balaustre y una segunda taza, en la que se encuentra una figura de Venus, realizada en bronce, y que actúa como si estuviera secándose el pelo con las manos. Esta estatua fue enviada a España desde Florencia, en el año 1571.
La Fuente de Baco es otra de las que nos llama la atención su plazoleta hexagonal con bancos de piedra. y en su centro una gran taza con el dios Baco, coronado por racimos de uvas y sentado sobre un tonel, alzando una copa de vino.
La Fuente de Neptuno, obra del escultor italiano Alessandro Algardi, situada en la parte mas lejana de la entrada al Jardín, representa al dios Neptuno, que tiene en su mano su tridente. A su vez se sitúa sobre un carro con forma de concha del que tirán dos caballos marinos. A su alrededor, nos encontramos con las diosas Cibeles y Ceres, también sobre sendas carrozas tiradas por leones, a los que sujetan niños. La diosa Juno aparece sobre el tercer pedestal, encima de un pavo real y en el cuarto de los pedestales, Júpiter que reposa sobre un águila que a su vez se apoya en el globo terráqueo, al que sujetan tres titanes.

Fuente de Baco

Fuente de Neptuno

La conocida como Fuente de las Gracias o de los Tritones, fue colocada en el año 1656, pero posteriormente fue trasladada por el arquitecto Pascual y Colomer al Palacio Real de Madrid, donde podemos encontrarla.
Y por último y en el extremo nordeste del jardín, nos encontramos con el llamado Emparrado, que es una zona de huerta que está cerrada al público y en la que se cultivaban distintas hortalizas y frutas que abastecían a Palacio.

Fuente de los Tritones

En el tercero de los Jardines de los cuatro que componen los conocidos como Jardines de Aranjuez, hallamos el Jardín del Príncipe, que se encuentra entre el rio Tajo y la Calle de la Reina, y es el de mayor tamaño de tomos pues tiene un perímetro de 7 km y una extensión de 150 hectáreas. En su parte norte aparece protegido por el llamado Malecón de Solera, que es un dique de piedra, y en él nos encontramos, tambien, como en los anteriores con una gran variedad de especies de árboles: plátanos, caquis de Virginia, cipreses, pinos, tilos, fresnos, robles.....
Su origen lo situamos en la llamada Huerta Grande de Don Gonzalo y en un pequeño jardín que fue mandado crear por Fernando VI. Mas su actual construcción la debemos a Carlos IV, y sus trabajos finalizaron en 1804.

Jardín del Príncipe

Para entrar en el mismo lo hacemos por la Calle de la Reina, y posee un mas que delicioso embarcadero que fue mandado hacer por Carlos IV, para realizar paseos por el Tajo a bordo de lujosas falúas, que se conservan, al día de hoy, en el Museo de Falúas Reales o Casa de Marinos, situada justo al lado.
En este jardin podemos admirar distintas fuentes, la Fuente de Narciso, obra de Joaquín Dumandre, y que nos muestra a Narciso junto a su perro; la Fuente de los Cisnes, también obra de Dumandre, en la que podemos observar como dos niños agarran a un cisne, toda ella en mármol. Poco mas lejos, la Fuente de Apolo, en mármol de Carrara, si bien es una copia de su original que se encuentra en La Granja. 

Figura Central Fuente de los Cisnes

También disfrutamos con el Estanque de los Chinescos, que es un  lago artificial, en el que se situan tres islas, y sobre las que encontramos un templete de estilo griego, otro de tipo chinesco y un mausoleo de granito egipcio. Muy cerca nos encontramos con la Montaña Rusa, una montaña artificial, si bien su verdadera denominación es Montaña Suiza, en cuya parte superior se encuentra un templete de madera, desde el que se pueden observar deliciosas vistas del jardín.

Estanque de los Chinescos

Casa del Labrador

Y finalmente, este jardín se remata con la Casa del Labrador, que es un edificación  que recoge una magnífica colección de estatuas y relojes, y en cuyo jardín viven en total libertad faisanes y pavos reales, ardillas y distintos animalillos.

Jardín de Isabel II

Por último, el cuarto de los jardines es el Jardín de Isabel II, que se empezó a construir en el siglo XIX, con forma cuadrada, y situado junto a la Plaza de San Antonio y el Paseo del Brillante. Sus primeros árboles fueron plantados alrededor de 1830 y en el centro del jardín se colocó un pedestal con una escultura de la Reina Niña.
La vegetación tan cuidadosamente mantenida de estos jardines les hacen ser considerados como un mas que maravilloso vergel, no solo por su variedad, sino por que su antigüedad para nada ha mermado su belleza.
Destaca el llamado Plátano de la Trinidad, con mas de 220 años de edad, y 56 metros de altura, y que es el árbol mas alto de toda la Comunidad de Madrid.

Maestro Rodrigo-Adagio Jardines de Aranjuez

Después de este mas que agotador pero ilustrativo paseo por los Jardines de Aranjuez, se nos ha venido la hora encima, como suele decirse y es el momento de recalar en cualquier kiosko y tomarnos un mas que merecido refresco y un buen tiempo de descanso.

Espero que hayáis disfrutado tanto como yo de la visita "guiada" y para los que no los conocéis, en vivo y en directo, como se suele decir, es cita obligada. Ya sabéis un nuevo destino para esta primavera, cuando la temperatura y la belleza de la primavera esté en todo su esplendor en cada uno de los mas que magníficos jardines.

¡IMPRESIONANTE!




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