Buen día.
No cabe la menor duda de que cuando una persona encuentra un tema con el que goza no solo escribiendo, sino visionando imágenes alusivas al mismo, el disfrute es doble.
Este es el caso del artículo que os propongo hoy, y cuyo protagonista es JOAQUIN SOROLLA Y BASTILLA, pero un Sorolla más que especial, pues serán sus pinturas, sus obras protagonizadas por niños las que acaparen mi atención,y por supuesto, si así os parece, la vuestra.
Cabeza de italiana
(De su estancia en Roma esta bellísima cabeza de muchacha adolescente romana)
Estamos ante uno de los pintores mas relevantes no solo dentro de lo que es la pintura en España, sino también en el extranjero, cuya obra alcanzó una deliciosa expansión entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Fue la suya una carrera brillante y singular.
Niña italiana con flores
El primer hijo
Y es bien cierto que este conocimiento, a nivel no solo de las élites artísticas, sino del pueblo llano, aportó a Joaquín Sorolla prestigio, algo que pocos artistas han podido conocer en vida, una mas que desahogada posición económica, a la que vez que fueron muchos los que siguieron la tradición de su brillantísima paleta, signo distintivo de su excepcional obra.
Y es que la obra de Joaquín Sorolla y Bastida habla por sí sola, pues lo hace a través de la luz, del color y de esa vitalidad que impregnaba toda ella.
María Sorolla, su hija
El día feliz
(Abundantes imágenes familiares, como en esta caso, el día de la primera comunión de una pequeña)
Nada mas hermoso que contemplar la creatividad de un genio en personas en las que la sinceridad vibra en sus ojos, en las que nos sentimos partícipes de sus andanzas, de sus juegos, de su apegos familiares, en definitiva, de lo que es la vida en sus inicios.... Porque bien es cierto que Joaquín Sorolla y Bastida no solo pintó sino que creó vida en cada uno de los personajes de sus cuadros, una vida que llena de luminosidad nos invade, nos vemos sumergidos en sus colores, en su vibrante paleta y en la alegría, que desprenden sus "niños", que son todo un tesoro.
La bendición de la barca
(Magníficos detalles los del monaguillo y el pequeño que "sonríe" al pintor)
Elenita en su pupitre
(Imagen de la última hija del pintor)
Empezamos pues, con este delicioso recorrido, que espero disfrutéis tanto como yo lo he hecho con solo imaginarlo.
Mis chicos
(Deliciosa imagen de los hijos de Sorolla)
Mi mujer y mis hijos
Dediquemos ahora un espacio, exquisito, en el que amén de los niños como protagonistas, el mar juega un papel decisivo, lo que permitió al artista subir la intensidad de su paleta cromática, patente en el color del agua y en los vestidos de los pequeños.
Y nada mas cierto la inevitable presencia de los niños en la obra de Sorolla, haciendo que la luz inunde prácticamente toda la escena, consiguiendo unos blancos extraordinarios.
Niños a la orilla del mar
La hora del baño
Niños corriendo por la playa
La niña curiosa
Este valenciano universal fue un artista prolífico, amén de popular y que trabajó infinidad de temas, entre ellos, pintura de género, retrato, paisaje y escenas históricas, ámén de que también creó muchas ilustraciones para libros.
Es el suyo un estilo alegre, marcado por el color brillante y sensitivo, al alcance de todos, siendo la suya una pincelada vigorosa.
Mas, sin lugar a dudas, para el pintor de la luz, el mar es el más que frecuente protagonista, un mar transparente, con reflejos azules, y a veces, grisáceos.
Es la luz la clave de todo, siendo el cobalto la sustancia que utilizaba para su paleta de azules, y Sorolla aprendió de la ciencia cómo obtener una paleta de colores, que hasta entonces no habían sido utilizados. En definitiva, nos ofreció la posibilidad de ver el mundo bajo las mas variedades formas de cromatismo: los blancos, los amarillos, los rosas, la deliciosa piel de los niños en su desnudez, todo ello dinamizado por una plástica en continuo dinamismo.
Quique Pons Sorolla
Deliciosa foto del pintor con dos de sus tres hijos
BUEN DÍA A TODOS
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Directorio Hispano de las Artes
Fuentes: Sorolla. Tikal.
La química de Sorolla. Ediciones El País.