martes, 17 de marzo de 2015

IRIS, MENSAJERA DE LOS DIOSES.-AUGUSTE RODIN




Buen día, estimados amigos, dedicamos hoy el día a la escultura, una en especial, concebida por ese creador acérrimo, ese genio sin mesura que fue AUGUSTE RODIN.
Su nombre IRIS, Mensajera de los dioses, que podemos contemplar, y gozar, sobre todo, en el Museo Rodin de París.
La escultura de RODIN es de tal fuerza que te agarra y te atrapa, se abalanza sobre tí, no eres tú, espectador, eres un esclavo de la naturaleza que cobró vida a través de la obra de Rodin.


Sus inicios le llevan a la "Pequeña Escuela", taller en el que trabajaba el ornamentista Albert-Ernest Carrier-Belleuse, en Paris, para continuar en Bruselas, desarrollando una mas que deliciosa habilidad para los temas decorativos de talante dieciochesco.
Fue determinante en su proceso creativo el conocimiento, durante un viaje que hizo a Italia, en 1875-1876, de la obra de Miguel Angel.
El concepto que Rodin aporta a la escultura rompe con todos los cánones hasta entonces vigentes, y da paso a la imperante en el siglo XX, todo ello a través de la aportación de diferentes procesos técnicos y variaciones plásticas que obran un mas que extraordinario éxito en lo que es la estética de su escultura.



Esa energía tan patente en toda su obra, no podía serlo menos en Iris, en la que nos transmite sus sentimientos mas directos, en los que nada interfiere la emoción y la escultura.
Nuestra IRIS, Mensajera de los dioses es una figura voladora, tesoro con forma de obra maestra. Está fundida en bronce. Sin que esté expresamente suspendida en el aire, la obra nos ofrece una total sensación de vuelo. Para conseguir tal efecto, Rodin evita, en la medida de lo posible, todo lo irrelevante, todo aquello que pueda distraer su objetivo principal. Hay un solo brazo, carece de cabeza, así como de ropa sobre el cuerpo. Podemos reconocer en IRIS como su escultura se  transforma en "vuelo".



En la mitología griega IRIS nos muestra el vínculo o unión entre el mundo de los hombres y el de los dioses. Es precisamente bajo el nombre de Iris, messagére des dieux, de Figure volante (Figura voladora), que la escultura se nos muestra bajo una visión mitológica, simbolista, pero, a la vez está dotada de una contundente presencia formal.


En el Museo Rodin de Paris, y con respecto a esta escultura, se nos alude al hecho de que la posición elegida por Rodin para la obra en cuestión evoca, sin lugar a dudas, L´Origine du monde (El Origen del mundo), de Gustave Courbet, una pintura que dio lugar a un escándalo sin precedentes, pero sobre la que sobrevuela una mas que significativa fascinación. 
Es en IRIS donde nos encontramos con la fuerza sublime y dinámica que nos sugiere la danza, a lo que contribuye, sin lugar a dudas, la apertura de piernas de la gimnasta. El hecho de que carezca de cabeza, y de uno de sus brazos, nos proyecta los movimientos de la mujer, haciendo un mas que especial apunte al sexo femenino.



La obra procede de La Porte de l´Enfer (La Puerta del Infierno), en la cual ocupaba una posición de tumbada sobre la espalda, realizada alrededor de 1891 con la finalidad de coronar el Monumento a Victor Hugo, mas posteriormente fue dotada de alas y situada en posición de picado en el segundo Monumento a Victor Hugo, de 1897. No obstante se tienen fotografías de la misma, entre los años 1896-1898 delante de La Puerta del Infierno.

Las Puertas del Infierno

Auguste Rodin tenía una mas que especial comprensión de lo que era "su escultura". Su obra es muy diversas y abarca muy diferente temática. Sus bustos y estatuas de cuerpo entero son una combinación de la personalidad de quién posó para él y de la increíble fuerza que Rodin dotaba a su obra, y pese a que como ya he indicado con anterioridad, en un principio, IRIS estuvo pensada como parte del Monumento a Victor Hugo, en sí misma, es una obra total y completa, porque en la misma Rodín se nos muestra con todo su potencial de energía.




En el Museo Rodin de París podemos apreciar la forma que empleaba para realizar sus trabajos, del todo informal, hasta cierto punto caótico. Fotos que se conservan del mismo, nos muestran trabajos sin terminar en proyectos realizados a lápiz, en los que miembros o partes eran eliminados o modificados. Era habitual en Rodin que cortara partes de sus modelos de escayola, y los uniera a otras piezas en diferentes esculturas. Es por ello, que el pilar fundamental de la obra de Auguste Rodin parta del modelado, pues adoraba esa capacidad propia de la arcilla y el aspecto que obtenía con los moldes de escayola.

Estudio Rodin

Fueron bastantes las piezas que Rodin trasladó a mármol blanco de Carrara, si bien las que mas nos llaman la atención y por las que sentimos una mayor devoción son por la realizadas en arcilla, en las que el tono oscuro de la patina da unidad a la obra. Es mediante esta forma de trabajo cómo Rodin abre la puerta a la escultura de Picasso y de las siguientes generaciones.
Su fuerza era el sentimiento, cualidad que no todo escultor es capaz de trasladar a su obra. No fue ese el caso de AUGUSTE RODIN, un hombre cuya fuerza interior era compartida por su obra.



BUEN DÍA A TODOS


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