Malick Sidibé
Buen día.
LA FOTOGRAFÍA, esa pasión, afición, profesión de la que muchos disfrutamos vuelve a ser protagonista de este nuestro espacio de hoy, tomando como referente a un fotógrafo maliense, nacido en Soloba, en 1936, que alcanzó fama internacional gracias a sus estudios en blanco y negro de la cultura popular en Bamako, durante la década de los años 60.
Malick fue el único hijo de la familia Sidibé que pudo estudiar y lo llevó a cabo en la École des Artisans Soudanais, toda vez que le encantaba dibujar, y ello pese a que cuando era un niño perdió, en un accidente, la visión de un ojo. Gracias a que entró a trabajar como ayudante de Gérard Guillat-Guignard, conocido como Gégé la pellicule, a la sazón, fotógrafo francés, aprendió de éste los principios y técnicas básicos de la fotografía.
Una vez abandonado el estudio de Guillat, en 1962, se estableció por su cuenta teniendo un gran reclamo por parte de personas que deseaban plasmar sus más que felices días en fiestas en Bamako. Para ello abrió un estudio en el barrio de Bagadadji, en Bamako, especializado no sólo en la fotografía de estudio, sino también en la reparación de cámaras.
Trabajaba realizando una única toma que luego era positivada en un tamaño pequeño a modo de tarjeta postal. Era el suyo un establecimiento pequeño, con pocos muebles y en el que destacaba, como decoración, telas lisas o bien fondos con rayas verticales.
Es por ello que se le conocía popularmente como "el ojo de Bamako", si bien el se definía a sí mismo como "un fotógrafo de retratos, naturalista y no filosófico".
Amante de la noche, su espíritu libre disfrutaba con la libertad y el espíritu que vivía la comunidad joven de Mali de los años 60. Y así fue de esta forma que Malick se convirtió en un referente de la lucha por la libertad, del ánimo por el goce de la vida que solía plasmar en sus fotografías, abundando en jóvenes bailando.
Para ello Malick se recorría, en bicicleta, los diferentes clubs nocturnos de Mali, captando imágenes de gente joven, disfrutando de la noche, saboreando cada momento de absoluta libertad.
De su obra nos quedan más de 1.000 instantáneas, si bien muchas de ellas están en manos de coleccionistas privados, aunque otras todavía se conservan en el que era su estudio "Studio Malick", en Bamako.
Malick Sidibé tenía un especial don: el que las personas que eran objetivo de su cámara se sentían cómodos, captando la imagen más afable de éstas, pues no gustaba que la tristeza se reflejara en la fotografía.
Su estudio, si bien modesto, conoció del paso de niños, jóvenes y adultos de toda condición, que acudían para ser retratados, rodeados por un mundo en el que la alegría era protagonista.
Su trabajo fue expuesto, en 1994, en la Bamako Early Rencontres Africaines de la Photographie, lo que le dio una gran popularidad a nivel internacional y le permitió ser premiado, posteriormente, en 2003, con el Premio Internacional de la Fundación Hasselblad, en 2007, con el León de Oro de la Biennale Contemporary Art Exhibitión de Venecia, en 2008, ICP Infinity Award, y en 2009, con el premio PhotoEspaña Baume & Mercier.
A día de hoy, la Fundación Cartier, un año después de su fallecimiento -14 de abril de 2016- le dedica una retrospectiva, inaugurada el 20 de octubre pasado y que estará abierta hasta el 28 de febrero de 2018.
Una de sus fotografías, tomada en un club de moda, bajo el título de "Nuit de Noel", fue elegida por la Revista Time entre las 100 fotografías más influyentes de todos los tiempos.
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Directorio Hispano de las Artes
Fuentes: Wikipedia.
www.elpais.com/cultura.
www.cadadiaunfotografo.com
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